martes, 10 de agosto de 2010

JOEL (Día 1): Mensaje

Elul 1

Este es el primer día del ayuno que hemos convocado para el período de arrepentimiento, que va del 1 de Elul (sexto mes bíblico) hasta el 10 de Tishri (séptimo mes bíblico).

En esta ocasión vamos a estudiar el libro del profeta Joel, quien hace un llamado al pueblo de Dios para que nos preparemos para la venida del Señor.


PROFETA JOEL
El nombre de Joel (heb. וֹאֵל Yoél) significa: “Jehová es Dios”.

No se conoce mucho acerca del profeta Joel, ni dónde nació ni en qué tiempo vivió. Solamente se menciona que era hijo de Petuel, pero tampoco se sabe más de él.  Aunque la Biblia no revele mucho de Joel, no cabe duda que él fue instrumento divino para transmitir un mensaje importante para su generación, y también para aquellos que vivan en los últimos tiempos.

EL MENSAJE
El mensaje que Dios transmitió a través de Joel era un llamado al arrepentimiento para el pueblo de Dios, quienes se habían desviado. Durante cien años, a través de muchos profetas, el Señor estuvo llamándolos para que regresaran al buen camino.  Pero no se arrepintieron… y en el año 586 a.C. los babilonios invadieron Jerusalén, destruyeron el Templo, y se los llevaron cautivos.

Lo que le sucedió a Judá en aquel tiempo fue la sombra de lo que acontecerá en los últimos tiempos a los habitantes de toda la Tierra.  Por eso, la profecía de Joel tiene un mensaje universal. No fue escrita sólo para los judíos de esos tiempos…
(Joel 1:1-3)  Palabra del SEÑOR que vino a Joel, hijo de Petuel. (2) Oíd esto, ancianos, y prestad oído, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en vuestros días, o en los días de vuestros padres? (3) Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.

El mensaje de Joel es para todos.

También Miqueas profetizó a todos los pueblos de la Tierra acerca de la venida del Señor.
(Miqueas 1:2-3)  Oíd, pueblos todos, escucha, tierra y cuanto hay en ti; sea el Señor DIOS testigo contra vosotros, el Señor desde su santo templo. (3) Porque he aquí, el SEÑOR sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.

Volviendo a Joel, vemos que él se dirige especialmente a los ancianos (heb. Zaken, lit. viejos). Ellos deben oír el mensaje para transmitirlo a sus hijos. A su vez, ellos deben contarlos a sus hijos, de generación en generación, hasta que el Señor venga.


NO HAY COSA SEMEJANTE
Joel profetiza algo que va a suceder. Pero lo que va a acontecer es algo que no ha ocurrido jamás—o por lo menos no en esa dimensión. Por eso, el profeta pregunta: ¿Ha acontecido cosa semejante?

¿Qué es lo que es difícil de creer? Un ejemplo está en el capítulo dos…
(Joel 2:2)  Día de tinieblas y lobreguez, día nublado y de densa oscuridad. Como la aurora sobre los montes, se extiende un pueblo grande y poderoso; nunca ha habido nada semejante a él, ni tampoco lo habrá después por años de muchas generaciones.

Joel lo expresa así porque es difícil de creer. Es lo mismo que sucede con el libro de Apocalipsis. Muchos dudan de lo que está allí escrito porque parece “ciencia ficción”. Pero si está escrito en la Biblia, entonces sucederá, tal como las demás profecías que se han ido cumpliendo poco a poco.

UN LLAMADO
¿En qué consiste el mensaje de Joel?
El profeta Joel suena una alarma para que el pueblo reaccione. Como un atalaya, él está parado sobre el muro, desde donde puede ver lo que está por venir. Viene juicio, y por eso hace un llamado al arrepentimiento. Tal vez alguien escuche y cambie antes que sea demasiado tarde.

Hoy se están oyendo llamados similares alrededor del mundo. Dios está levantando a profetas que suenan alarma desde el muro. El Día del Señor se acerca, y debemos prepararnos.


ORACIÓN
Señor, he oído la trompeta, y el sonido de alarma. En este tiempo de arrepentimiento, me vuelvo a Ti.  Si me he apartado de Tu voluntad y propósito, házmelo saber para poder rectificar mi camino.

Abre mi entendimiento para poder entender el mensaje del libro de Joel, y así pueda prepararme  para Tu venida.  Dame sabiduría para poder transmitir este mensaje a mis hijos y a las siguientes generaciones.

En este día en que comenzamos el ayuno, quiero doblegar la carne para que mi espíritu pueda oír lo que estás hablando a la Iglesia. Dame oídos para oír, y ojos para ver.

Santifícamos este tiempo de ayuno para dedicarlo a Ti.  Háblame, Señor…
[Queda en silencio un momento para escuchar la voz de Dios.]

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por compartir la palabra de DIOS.

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  2. Dios les bendiga, y muchas gracias amados hermanos por compartir, tengo sed de saber más acerca de la Palabra de Dios,oro para que ls siga dando sabiduría, compartiendo, bendiciones...

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  3. Gracias me ayudo mucho esta información para mí estudio.

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  4. Llamado al arrepentimiento Profeta Joel 1:1-3"JEHOVA ES DIOS" Miqueas 1:2-3

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