Del Cautiverio a la Libertad
En el ayuno del año pasado estudiamos el libro de Joel. Allí vimos la causa por la que los israelitas cayeron en cautiverio: por su desobediencia y su falta de arrepentimiento.
Esto no sólo les pasó a los israelitas de antaño…también nosotros, hoy en día, podemos correr ese destino si no reconocemos nuestros pecados y nos arrepentimos. Tal vez no seremos llevados a Irak, pero sí podemos caer en ataduras espirituales. Por ejemplo, si no perdonamos cuando nos ofenden, podemos caer en el cautiverio del resentimiento.
Pero Dios no quiere que vivamos así. Él quiere que seamos libres y alcancemos nuestro potencial. Para ello nos ha dado armas espirituales, entre las cuales están el ayuno y el arrepentimiento.
Propósito del ayuno
Muchos usan el ayuno como una forma de penitencia cuyo objetivo es convencer a Dios que nos haga un favor. Pero el propósito bíblico es todo lo opuesto. El verdadero ayuno no busca pedirle favores a Dios, sino busca la voluntad de Él.
(Isaías 58:3-5) Dicen: "¿Por qué hemos ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no haces caso?" He aquí, en el día de vuestro ayuno buscáis vuestra conveniencia y oprimís a todos vuestros trabajadores. (4) He aquí, ayunáis para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz. (5) ¿Es ése el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día acepto al SEÑOR?
Entonces, ¿qué es lo que espera Dios del ayuno?
(Isaías 58:6-10) ¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? (7) ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante? (8) Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia. (9) Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y El dirá: "Heme aquí." Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, (10) y si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.
El ayuno no es sólo dejar de comer, sino sobre todo es dejar de “hacer” ciertos actos injustos que aún no hemos dejado atrás. El ayuno físico sirve simplemente para llevarnos al ayuno espiritual. Cuando comencemos a practicar la justicia de Dios, entonces vendrán detrás los resultados que quisiéramos.
(Isaías 58:11-12) Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan. (12) Y los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar.
…reedificar las ruinas
…levantar los cimientos…reparar brechas
…restaurar sendas
Éste será el tema de este ayuno.
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