domingo, 22 de agosto de 2010
Joel (Día 13): Sin Provisión
ANUNCIO DEL DÍA DEL SEÑOR
En el siguiente versículo, Joel habla del Día del Señor, del cual hablaremos más adelante. En este momento sólo advierte que en ese día habrá destrucción.
(Joel 1:15) ¡Ay de ese día! Porque está cerca el día del SEÑOR, y vendrá como destrucción del Todopoderoso.
También Isaías habla de ese día.
(Isaías 13:6-8) Gemid, porque cerca está el día del SEÑOR; vendrá como destrucción del Todopoderoso. (7) Por tanto todas las manos se debilitarán, el corazón de todo hombre desfallecerá, (8) y se aterrarán; dolores y angustias se apoderarán de ellos, como mujer de parto se retorcerán; se mirarán el uno al otro con asombro, rostros en llamas serán sus rostros. (9) He aquí, el día del SEÑOR viene, cruel, con furia y ardiente ira, para convertir en desolación la tierra y exterminar de ella a sus pecadores.
Es difícil pensar que Dios destruye. Pero lo que debemos entender es que lo que será destruido es el mal. El Señor es como fuego, que quema la escoria pero purifica la plata. Sólo lo malo será destruido. Pero para quienes estén en pecado o no se hayan arrepentido, ese día será terrible.
EL-SHADAI
En este contexto, el Señor se presenta por Su Nombre: “el Todopoderoso”.
En hebreo es El-Shadai, que significa: Dios es mi Sustentador.
Con este Nombre, Él hizo un Pacto con Su pueblo (Gen. 17). Ellos lo reconocerían como su Dios, y Él les daría descendencia y tierra. El sería su Dios, y no necesitarían nada.
Pero el pueblo falló al Pacto. Dios los llamó a rectificar, pero no lo quisieron hacer. La consecuencia es que se cortó la provisión. Joel sigue diciendo:
(Joel 1:16) ¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos, y la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
El Sustentador, El-Shadai, cortó su provisión.
OTRA CRISIS
Dado que el pueblo no se arrepintió, Dios envió aun otra crisis para hacerlos reaccionar.
(Joel 1:17-20) Las semillas se han secado bajo los terrones; los almacenes han sido asolados, los graneros derribados porque se secó el grano. (18) ¡Cómo muge el ganado! Andan vagando los hatos de vacas porque no hay pasto para ellas; hasta los rebaños de ovejas sufren. (19) A ti clamo, oh SEÑOR, porque el fuego ha devorado los pastos del desierto, y la llama ha consumido todos los árboles del campo. (20) Aun las bestias del campo braman por ti, porque se han secado los arroyos de agua, y el fuego ha devorado los pastos del desierto.
La situación era crítica. Además de la plaga de langostas, vino una severa sequía e incendios forestales.
El profeta Jeremías habla también de esta crisis.
(Jeremías 14:1-4) Lo que vino como palabra del SEÑOR a Jeremías respecto a la sequía: (2) De luto está Judá, y sus puertas languidecen, están por tierra enlutadas, y sube el clamor de Jerusalén. (3) Sus nobles enviaban a sus siervos por agua; iban a las cisternas y no hallaban agua; volvían con sus vasijas vacías. Quedaron avergonzados y humillados, y se cubrieron la cabeza. (4) El suelo está agrietado, pues no ha habido lluvia sobre la tierra; los labradores, avergonzados, se han cubierto la cabeza.
Como no se avergonzaron voluntariamente, las circunstancias los llevaron a eso.
Jeremías sigue describiendo la situación:
(Jeremías 14:5-9) Porque aun la cierva en el campo ha parido, pero abandona su cría porque no hay hierba. (6) Y los asnos monteses se paran en las alturas desoladas, jadeando por aire como chacales; desfallecen sus ojos porque no hay vegetación. (7) Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh SEÑOR, obra por amor de tu nombre. En verdad han sido muchas nuestras apostasías, contra ti hemos pecado. (8) Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿por qué has de ser como forastero en la tierra, o como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche? (9) ¿Por qué has de ser como hombre desalentado, como guerrero incapaz de salvar? Sin embargo tú estás en medio nuestro, oh SEÑOR, y por tu nombre somos llamados; ¡no nos abandones!
Ante esto, no les quedó más que clamar a Dios. ¿Cuál fue la respuesta del Señor?
(Jeremías 14:10) Así dice el SEÑOR de este pueblo: ¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El SEÑOR, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados. (11) Y el SEÑOR me dijo: No ruegues por el bienestar de este pueblo. (12) Cuando ayunen, no escucharé su clamor; cuando ofrezcan holocausto y ofrenda de cereal, no los aceptaré; sino que con espada, con hambre y con pestilencia los destruiré. (13) Y yo dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, los profetas les dicen: "No veréis espada ni tendréis hambre, sino que os daré paz verdadera en este lugar."
La solución para la crisis no es hacer actos de penitencia ni llevar ofrendas al altar. No basta con ayunar, castigando el cuerpo como penitencia para ganarse el favor divino. La respuesta tampoco era pedir “ayuda humanitaria” a la comunidad internacional, como lo hacen hoy en día. La respuesta que Dios espera de nosotros es el arrepentimiento. Quiere que reconozcamos en qué hemos pecado, le pidamos perdón y nos comprometamos a no seguir haciendo lo mismo. Parece demasiado simple, pero así es.
ORACION
Como oró Jeremías, también lo hago hoy:
Reconozco mi impiedad y la iniquidad de mis padres, pues hemos pecado contra Ti. No nos deprecies, por amor a Tu Nombre. Acuérdate, no anules Tu Pacto con nosotros. Tú eres quien envía la lluvia de los cielos, y no ningún otro dios. En Ti espero, pues Tú eres soberano sobre la Tierra.
[Jer. 14:20-22]
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Aclaración:
ResponderEliminarAlgunas personas me preguntaron sobre el significado de EL-SHADAI...
Tradicionalmente, el nombre usado para DIOS PROVEEDOR es "YHVH-JIREH". En hebreo literalmente significa "El verá". Dios es proveedor en el sentido que VE lo que necesitamos, y nos lo provee.
Pero también EL-SHADAI puede ser proveedor. Aunque tal vez la mejor palabra sería "SUSTENTADOR".
La palabra Shad se refiere al pecho de la madre con la que amamanta a sus hijos, dándoles lo que necesitan. En ese sentido también es "proveedor.