viernes, 8 de octubre de 2010

Luna Nueva: Mes 8

El mes octavo se conoce por dos nombres: Jesvan o Bul (lit. “incremento, producción”).
Este cae en septiembre/octubre del calendario romano.

TIEMPO DE LLUVIA
Este es el tiempo en que comienzan las lluvias en la tierra de Israel.
Curiosamente este fue el mes en que comenzó el DILUVIO en tiempos de Noé.
(Gen. 7:11)  El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo fueron abiertas.

[Nota: el mes segundo era el mes octavo antes del Exodo (Ex. 12:1-2)].

El diluvio representa un tipo de limpieza. Con la lluvia, Dios limpió la maldad que había llenado la Tierra. El mundo estuvo cubierto de agua por casi un año.

No es casualidad que en Rosh Hashaná (el año nuevo según el conteo de la creación) se secaron las aguas, y comenzó una nueva era para la humanidad.
(Gen. 8:13)  Y aconteció que en el año seiscientos uno de Noé , en el mes primero, el día primero del mes, se secaron las aguas sobre la tierra. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y miró, y he aquí, estaba seca la superficie de la tierra.

Un año después, en el mes de Jesvan, Noé y su familia salieron del Arca, junto con todos los animales.
(Gen. 8:14-18) Y en el mes segundo, el día veintisiete del mes, estaba seca la tierra. (15) Entonces habló Dios a Noé, diciendo: (16) Sal del arca tú, y contigo tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. (17) Saca contigo todo ser viviente de toda carne que está contigo: aves, ganados y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, para que se reproduzcan en abundancia sobre la tierra, y sean fecundos y se multipliquen sobre la tierra. (18) Salió, pues, Noé, y con él sus hijos y su mujer y las mujeres de sus hijos.

Esto marcó el inicio de una nueva oportunidad para el hombre.


SALOMÓN TERMINA EL TEMPLO
En el mes octavo, Salomón terminó de construir el Templo.
(1 Reyes 6:37-38) En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR, (38) y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la casa fue acabada en todas sus partes y conforme a todos sus planos. La edificó, pues, en siete años.

Los cimientos del Templo de Salomón fueron establecidos en el mes segundo (del año 4). La construcción se terminó en el mes octavo (del año 11). Les llevó siete años construir el Templo. Es probable que le haya llevado todo un año hacer el mobiliario, ya que la inauguración del Templo no se hizo sino hasta el mes séptimo (1 Reyes 8).


INICIO HUMANO
Todo inicio trae la esperanza de algo bueno, pero también puede ser el inicio de algo torcido. Esto le sucedió a Israel…

El Reino del Norte quiso tener un nuevo inicio, basado en el hombre y no en Dios.
Como resultado, produjeron un nuevo sistema religioso…
(1 Reyes 12:32) Y Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día quince del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido. (33) Entonces subió al altar que había hecho en Betel el día quince del mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón; e instituyó una fiesta para los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.

Debemos tener cuidado que el nuevo inicio esté basado en los planes de Dios, y no en los deseos del hombre.


PALABRA DE ZACARÍAS
En el octavo mes, Zacarías recibió su primera palabra profética registrada en su libro.
El mensaje de la profecía era: es tiempo de VOLVERSE a Dios.
(Zac. 1:1-6) El octavo mes del año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: (2) El SEÑOR se enojó mucho contra vuestros padres. (3) Diles, pues: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Volveos a mí--declara el SEÑOR de los ejércitos-- y yo me volveré a vosotros--dice el SEÑOR de los ejércitos. (4) No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo:  Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras. Pero no me escucharon ni me hicieron caso--declara el SEÑOR. (5) Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿viven para siempre? (6) Pero mis palabras y mis estatutos que yo ordené a mis siervos los profetas ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se arrepintieron y dijeron: Como el SEÑOR de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros.

Conforme a nuestros caminos y a nuestras obras, así ha hecho con nosotros…”
Cada quien escoge cómo vive su vida. Sin embargo, las elecciones que tomamos determinarán si nos va bien o mal.

Volverse (heb. Shuv): regresar
También restaurar, reparar, refrescar

¿A qué debemos REGRESAR?
Debemos volver a Dios, pues de allí venimos.
Debemos regresar al propósito original de nuestra vida, al propósito por el cual fuimos creados.

En Deuteronomio 30 también habla de volver a Dios.
(Deu. 30:1-10) Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones adonde el SEÑOR tu Dios te haya desterrado, (2) y vuelvas al SEÑOR tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, (3) entonces el SEÑOR tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado. (4) Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el SEÑOR tu Dios te recogerá y de allí te hará volver. (5) Y el SEÑOR tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padres. (6) Además, el SEÑOR tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. (7) El SEÑOR tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron. (8) Y tú volverás a escuchar la voz del SEÑOR, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. (9) Entonces el SEÑOR tu Dios te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues el SEÑOR de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, (10) si obedeces a la voz del SEÑOR tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, y si te vuelves al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

¿Parece difícil volver a Dios? El texto dice que no está fuera de nuestro alcance.
(Deu 30:11-20) Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. (12) No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?" (13) Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?" (14) Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes. (15) Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal; (16) pues te ordeno hoy amar al SEÑOR tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el SEÑOR tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. (17) Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, (18) yo os declaro hoy que ciertamente pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla. (19) Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, (20) amando al SEÑOR tu Dios, escuchando su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

Este mes es un tiempo para buscar a Dios.
(Isaías 55:6-7) Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. (7) Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar.

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