jueves, 6 de enero de 2011

Luna Nueva: Mes 11 (Shevat)

En el calendario hebreo estamos iniciando el mes 11, mientras que el calendario romano marca el primer mes del año.

Este mes está conectado con la tribu de Aser, que viene del hebreo Asher que significa: “feliz”.

Está relacionada con la raíz Ashar que significa: ser recto, estar estable, correcto.
En sentido figurado significa: ir hacia adelante, ser honesto, prosperar, enderezar, gobernar, guiar, llamar, restituir.

La traducción en español de esta palabra generalmente es: “bienaventurado”, pero esa palabra no transmite en realidad el mensaje original.
Bienaventurado” es una palabra compuesta: Bien + ventura
Ventura” es: “dicha y felicidad”, pero también “suerte o fortuna”.

El mundo cree que la felicidad depende de la “suerte”, pero eso no es el mensaje de la Biblia. La bendición y la felicidad vienen de estar bien con Dios.
(Salmo 1:1-6) ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, (2) sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! (3) Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. (4) No así los impíos, que son como paja que se lleva el viento. (5) Por tanto, no se sostendrán los impíos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. (6) Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos, mas el camino de los impíos perecerá.

¿Cuándo se siente uno bendecido? ¿Cuándo está uno feliz?
Cuando uno tiene todo lo que necesita, no sólo lo material sino también lo emocional y espiritual. Uno está feliz cuando tiene contentamiento y está tranquilo y confiado.

En el mundo, la felicidad es muy elusiva. Todos luchan por alcanzarla, pero cuando creen que la tienen, se les escapa. ¿Por qué? Porque creen que la satisfacción viene de otras cosas en lugar de Dios. Porque su confianza está puesta en sus propias fuerzas, y no en el Señor (Jer. 17:7-8).

Una mejor traducción de la palabra “Asher” sería “dichoso, feliz o bendito”.

La Biblia habla de lo que es la felicidad y qué la provoca:

a. Conocer a Dios
(Proverbios 8:32-36) Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos. (33) Escuchad la instrucción y sed sabios, y no la menospreciéis. (34) Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día, aguardando en los postes de mi entrada. (35) Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del SEÑOR. (36) Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.

(Salmo 33:12) Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, el pueblo que El ha escogido como herencia para sí.

(Salmo 34:8) Probad y ved que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia!

(Salmo 89:15) ¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, SEÑOR, a la luz de tu rostro.

(Salmo 65:4) Cuán bienaventurado es el que tú escoges, y acercas a Ti, para que more en tus atrios. Seremos saciados con el bien de tu casa, tu santo templo.

(Salmo 84:1-12) ¡Cuán preciosas son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos! (2) Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo. (3) Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¡tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío! (4) ¡Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa! Continuamente te alaban. (Selah) (5) ¡Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti, en cuyo corazón están los caminos a Sion ! (6) Pasando por el valle de Baca lo convierten en manantial, también las lluvias tempranas lo cubren de bendiciones. (7) Van de poder en poder, cada uno de ellos comparece ante Dios en Sion. (8) ¡Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob! (Selah) (9) Mira, oh Dios, escudo nuestro, y contempla el rostro de tu ungido. (10) Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad. (11) Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria da el SEÑOR; nada bueno niega a los que andan en integridad. (12) Oh SEÑOR de los ejércitos, ¡cuán bienaventurado es el hombre que en ti confía!

b. La confianza en Dios
(Salmo 40:4) Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.

(Salmo 146:3-5) No confiéis en príncipes, ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. (4) Su espíritu exhala, él vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos. (5) Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios.

(Proverbios 16:20) El que pone atención a la palabra hallará el bien, y el que confía en el SEÑOR es bienaventurado.

c. La obediencia y la justicia divina
(Proverbios 29:18) Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado es el que guarda la ley.

(Salmo 128:1-2) Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR, que anda en sus caminos. (2) Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien.

La obediencia trae bendición (Salmo 1:1-4; Deu. 7:11-16; Deu. 28:1-14).

Si nosotros practicamos la justicia, Dios nos hará justicia, y nos defenderá de aquellos que actúan injustamente contra nosotros.
(Salmo 106:3-5) Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo. (4) Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en tu bondad hacia tu pueblo; visítame con tu salvación, (5) para que yo vea la prosperidad de tus escogidos, para que me regocije en la alegría de tu nación, para que me gloríe con tu heredad.

(Salmo 112:1-3) ¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, que mucho se deleita en sus mandamientos. (2) Poderosa en la tierra será su descendencia; la generación de los rectos será bendita. (3) Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.

[Nota: les recomiendo leer todo el capítulo 112, el cual es el equivalente masculino de Proverbios 31 con la descripción de la mujer virtuosa.]

(Salmo 119:1-7) ¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del SEÑOR! (2) ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan! (3) No cometen iniquidad, sino que andan en sus caminos. (4) Tú has ordenado tus preceptos, para que los guardemos con diligencia. (5) ¡Ojalá mis caminos sean afirmados para guardar tus estatutos! (6) Entonces no seré avergonzado, al considerar todos tus mandamientos. (7) Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios.

(Isaías 56:1-7) Así dice el SEÑOR: Preservad el derecho y haced justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para ser revelada. (2) Cuán bienaventurado es el hombre que hace esto, y el hijo del hombre que a ello se aferra; que guarda el día de reposo sin profanarlo, y guarda su mano de hacer mal alguno. (3) Que el extranjero que se ha allegado al SEÑOR, no diga: Ciertamente el SEÑOR me separará de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco. (4) Porque así dice el SEÑOR: A los eunucos que guardan mis días de reposo, escogen lo que me agrada y se mantienen firmes en mi pacto, (5) les daré en mi casa y en mis muros un lugar, y un nombre mejor que el de hijos e hijas; les daré nombre eterno que nunca será borrado. (6) Y a los extranjeros que se alleguen al SEÑOR para servirle, y para amar el nombre del SEÑOR, para ser sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, y se mantienen firmes en mi pacto, (7) yo los traeré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.

d. La disciplina del Señor
(Job 5:17-18) He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. (18) Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero sus manos también sanan.

La disciplina en una falta menor nos previene de cometer una falta aun mayor cuyas consecuencias puedan ser graves.

(Salmo 94:12-15) Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley; (13) para darle descanso en los días de aflicción, hasta que se cave una fosa para el impío. (14) Porque el SEÑOR no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad. (15) Porque el juicio volverá a ser justo, y todos los rectos de corazón lo seguirán.

e. El perdón de Dios
(Salmo 32:1-6) ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto! (2) ¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño! (3) Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día. (4) Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (5) Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR; y tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) (6) Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.

f. La protección divina y la salvación
(Deu. 33:27-29) El eterno Dios es tu refugio, y debajo están los brazos eternos. El echó al enemigo delante de ti, y dijo: "¡Destruye!" (28) Por eso Israel habita confiado, la fuente de Jacob habita separada en una tierra de grano y mosto; sus cielos también destilan rocío. (29) Dichoso tú, Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR? El es escudo de tu ayuda, y espada de tu gloria. Tus enemigos simularán someterse ante ti, y tú hollarás sus lugares altos.

g. La sabiduría
(Proverbios 3:13-17) Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; (14) porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. (15) Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. (16) Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. (17) Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz.

h. Ayudar al necesitado
(Proverbios 14:21) El que desprecia a su prójimo peca, pero es feliz el que se apiada de los pobres.

(Salmo 41:1-3) Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día del mal el SEÑOR lo librará. (2) El SEÑOR lo protegerá y lo mantendrá con vida, y será bienaventurado sobre la tierra; y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos. (3) El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; en su enfermedad, restaurarás su salud.

SERMÓN DEL MONTE
Jesús también señaló quiénes son “dichosos”, y no es exactamente lo que la gente esperaba oír:
(Mateo 5:1-12) Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:


a. Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.


b. Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.


c. Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.


d. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.


e. Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.


f. Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.


g. Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.


h. Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.


i. Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. (12) Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.


En otra ocasión, Jesús dijo que es “dichoso” aquel que no se escandaliza de Él. Como parte de nuestro aprendizaje a confiar en Dios, debemos aprender a no “escandalizarnos” por las acciones de Dios que no nos parezcan lógicas.
(Mateo 11:2-6) Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos (3) a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro? (4) Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis: (5) los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO. (6) Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.

Para los discípulos de Juan no era “lógico” que Dios hubiera permitido que Juan fuera encarcelado. Además les ofendía que Jesús estuviera tomando el lugar de su maestro. Pero luego Juan entendió que él debía “disminuir” para que el ministerio de Jesús creciera (Juan 3:28-30).



Entonces, ¿de dónde viene la felicidad? Viene de conocer a Dios y estar bien con Él.
Aquel que nos creó sabe lo que necesitamos, y sólo Él puede satisfacer todas nuestras necesidades. La felicidad no la alcanzamos “controlando” nuestro entorno, sino todo lo contrario…rindiéndonos por completo al Señor.

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