sábado, 13 de agosto de 2011

SHABAT: Un Mandamiento, Dos Razones


El reposo en el día séptimo no es una sugerencia de parte de Dios…es un mandamiento. Es el cuarto de los que se conocen como “los Diez Mandamientos”. 
(Éxodo 20:8-10)  Te acordarás del día sábado, para santificarlo.  (9)  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  (10)  pero el séptimo día es el sábado de Jehová tu Dios: no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

¿En qué consiste este mandamiento?
Básicamente se nos piden dos cosas:

a.  “Te acordarás del día sábado, para santificarlo”
“Acordar” es traer a la memoria; tenerlo presente.

El Shabat no es un día como cualquiera.  Es un día especial que debe ser apartado de los demás.
 
“Santificar” es apartar algo para dedicarlo a algo especial. 
¿A qué debemos dedicar el séptimo día? 
Debemos apartarlo para el Señor…para lo que Él quiera.

b.  “No harás en él obra alguna”
Tenemos seis días a la semana para hacer nuestro trabajo, pero el séptimo día debemos reposar. 

En lo personal, no entiendo por qué tanta gente se resiste a este mandamiento.  ¿Qué parte de “descansar” no les gusta?  Este debería ser el mandamiento más agradable y apetecible para nosotros.  Tal vez la razón de la resistencia se deba a que este día debe ser apartado para Dios, en lugar de seguir haciendo cada uno sus propios planes.


DOS RAZONES
Hay dos instancias en la Biblia en que se enumeran los Diez Mandamientos: Una es en Éxodo 20, y la otra en Deuteronomio 5.  Ambas referencias son prácticamente idénticas, excepto en lo que se refiere a la razón del día de reposo.  El mandamiento es el mismo, pero la razón es diferente.

1.  Éxodo 20: El Señor es nuestro Creador
(Exo. 20:8-11)  Acuérdate del día de reposo para santificarlo.  (9)  Seis días trabajarás y harás toda tu obra,  (10) mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo.  (11)  Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.

¿Qué relación tiene el día de reposo con el hecho que Dios haya creado todo? 
Así como Dios hizo la obra de creación y luego reposó, también nosotros debemos hacer nuestro trabajo y descansar el séptimo día. 

La razón por la que podemos descansar es porque sabemos que Dios está en control de todo.  Ése es nuestro reposo.  Nosotros debemos hacer nuestra parte, pero no podemos hacer más.  Aun así, descansamos sabiendo que Él está en control y hará todo aquello que nosotros no podamos hacer en nuestra limitada fuerza y capacidad.

¡Qué alivio saber que Dios está en control de lo que pasa en el mundo! ¡Qué reposo!


2.  Deuteronomio 5: El Señor es nuestro Redentor
(Deut. 5:12-15)  Guardarás el día de reposo para santificarlo, como YHVH tu Dios te ha mandado.  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a YHVH tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.  Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que YHVH tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual YHVH tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

El mandamiento es el mismo, pero en esta ocasión Dios nos insta a que lo recordemos de otra forma: como nuestro Redentor.  Éramos esclavos (de Egipto y del pecado), pero Él nos libró de esa esclavitud, y nos ha dado reposo. 

El Shabat es un día para reconocer la obra redentora de Dios.  Si nuestra vida eterna dependiera de nuestras obras, estaríamos en aprietos.  Pero el Señor nos salvó, y por eso podemos descansar.  En eso está nuestro reposo.

En resumen, Dios nos pide que apartemos el séptimo día (Día de Reposo o Shabat) para recordar dos principios importantes: 

1.    Dios es nuestro Creador
2.    Dios es nuestro Redentor

Nosotros hacemos nuestra obra, procurando ser buenas personas y agradar a Dios.  Pero eso no es suficiente.  Sin la ayuda de Dios, no lograríamos nada.  Recordar esto nos mantiene centrados y humildes…conscientes de darle la gloria a Quien la merece.

Yo procuro hacer mi parte, pero en última instancia reposo en la certeza de que todo está en las manos de Dios.   REPOSO reside en la certeza de que todo depende de Dios, y no de mí. El buen funcionamiento de mi vida, mi familia, mi nación y el mundo no dependen de lo que yo haga o deje de hacer.

De esta forma, reposo de mis obras, así como Dios reposó de las suyas (Heb. 4:10).

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