La última de
las siete fiestas de redención es la “Fiesta de los Tabernáculos”, conocida en
hebreo como Sucot.
Hay un
marcado contraste entre esta última fiesta y la anterior de Yom Kipur, la cual es un día
solemne, cargado de un sentido de arrepentimiento y juicio. En contraste, la última fiesta está llena de
celebración y regocijo. Luego del
arrepentimiento, viene el gozo de saber que nuestros pecados han sido
perdonados y que ahora podemos habitar y caminar con Dios.
SUCOT
La Fiesta de
Tabernáculos (heb. Sucot) se
celebra a lo largo de siete días, en el séptimo mes bíblico, del 15 al 21 de
Tishrei. (Levítico 23:34-36) Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: (34) Habla a los hijos de Israel, y diles: El día quince de este mes séptimo es la fiesta de los tabernáculos; se celebrará al SEÑOR por siete días. (35) El primer día es santa convocación; no haréis ninguna clase de trabajo servil. (36) Durante siete días presentaréis al SEÑOR una ofrenda encendida. El octavo día tendréis una santa convocación, y presentaréis al SEÑOR una ofrenda encendida; es asamblea solemne. No haréis trabajo servil.
Aquí leemos que esta fiesta se celebra por siete días. Sin embargo, vemos que hay un día extra. En el octavo día se hace una santa
convocación. En hebreo ese día se conoce
como Shmini Atzeret (lit. Octavo Final). Este último día está conectado con
Tabernáculos, pero es señalado aparte.
Hablaremos con más detalle de lo que representa este día extra al final
del estudio…
La razón por la que esta fiesta se conoce como “Tabernáculos” es por lo siguiente:
(Levítico 23:42-44) Habitaréis en tabernáculos por siete días; todo nativo de Israel vivirá en tabernáculos, (43) para que vuestras generaciones sepan que yo hice habitar en tabernáculos a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. (44) Así declaró Moisés a los hijos de Israel las fiestas señaladas del SEÑOR.
Dios le dijo
al pueblo que para celebrar esta fiesta ellos debían construir una Sucá (tabernáculo), es decir, una
habitación temporal. ¿Con qué
propósito? Para recordar que así
vivieron los israelitas en el desierto luego de haber sido librados de la
esclavitud en Egipto.
Pero también
hay una lección espiritual más profunda.
Esto es una sombra del tiempo completo del plan de Redención. La Biblia dice que un día son como mil años (2
Pedro 3:8; Salmo 90:4). Por lo tanto, siete días representan siete mil
años. Ahora vamos aproximadamente al
final del sexto siglo de historia humana.
Según el conteo judío, acabamos de comenzar el año 5772 desde la
creación de Adán; sin embargo puede haber una diferencia de 200 años por una
brecha generacional en la genealogía de Éxodo [Nota: la Biblia dice que los israelitas pasaron 400 años en Egipto,
pero los judíos sólo cuentan doscientos y pico según las genealogías de las
personas mencionadas en Éxodo]. Si esto
es así, estaríamos muy cerca de cerrar un siglo y de comenzar el séptimo siglo,
el cual representa el Milenio, el reino mesiánico.
Luego del
“séptimo día” o séptimo milenio, vendrá el “Día Octavo”, en el cual Dios hará
cielos nuevos y tierra nueva. [Bíblicamente,
el número “ocho” representa un nuevo inicio).
(Apocalipsis
21:1-4) Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva,
porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. (2) Y
vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
preparada como una novia ataviada para su esposo. (3)
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el
tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. (4) El
enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni
clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.
Proféticamente,
Sucot es la fiesta que nos enseña sobre el reino mesiánico y el gozo de estar
en ese reino. También nos enseña que
esta vida es temporal, así como la vida en tiendas en el desierto fue
temporal.
Por eso, la Biblia nos instruye construir una
tienda [heb. sucá, plural,
sucot], es decir, una habitación temporal para celebrar la Fiesta. Esto nos ayuda a recordar lo que el Señor
hizo por nosotros en el desierto, y también lo que hará en Su Segunda Venida,
además de la temporalidad de esta vida.
Hay mucho
que aprender de esta fiesta…por eso seguiremos estudiando sobre ésta en los
próximos días…
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