(Día 13)
La sexta de las bendiciones en el Reino de los Cielos es:
(Mateo 5:8)
“Dichosos los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.
¿Cómo sabemos si alguien tiene un CORAZÓN LIMPIO?
Éste no se mide por las apariencias. Una persona puede parecer recta y justa a los
ojos de los demás, pero su corazón puede estar manchado y enfermo. Ése era el caso de muchos fariseos, quienes
por fuera hacían buenas obras, pero su intención era quedar bien con la gente,
no con Dios. Era gente religiosa que cumplían
la letra de la Ley, pero no conocían a Dios ni tenían una relación personal con
Él. Por eso Jesús los confrontó tan
fuerte:
(Mateo 23:25-28) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el
exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de
desenfreno. (26) ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro
del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. (27)
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois
semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por
dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. (28)
Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
Jesús dijo que si nuestra motivación es impresionar a la
gente, la recompensa será la aprobación de la gente, pero no vendrá de Dios.
(Mateo 6:1-2) Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser
vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que
está en los cielos. (2) Por eso, cuando des limosna, no toques
trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las
calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo que ya han
recibido su recompensa.
(Mateo 6:5) Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta
ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para
ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su
recompensa.
(Mateo 6:16) Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque
ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En
verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Si queremos conectar con Dios, debemos buscarlo con un
corazón puro, sin otros intereses ni motivaciones más que estar con Él.
(Juan 4:23-24) Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el
Padre busca que le adoren. (24) Dios es espíritu, y los que le adoran deben
adorarle en espíritu y en verdad.
Debemos analizar cuál es nuestra motivación al ayunar, orar,
congregarnos, hacer buenas obras. ¿Lo
hacemos por Dios, o por la gente?
Si lo hacemos por Dios…a Él encontraremos.
(Salmo 24:3-6) ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá estar en su lugar
santo? (4) El de manos limpias y corazón puro; el que no
ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño. (5)
Ese recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de su
salvación. (6) Tal es la generación de los que le buscan, de
los que buscan tu rostro, como Jacob.
Así como no hay nadie justo (“manos limpias”), tampoco encontraremos
a nadie que siempre haya tenido un corazón puro, excepto tal vez un bebé. Pero, aun cuando hayamos manchado el corazón
con algún sentimiento malo, siempre podemos limpiarlo. Dios no espera que hayas sido perfectos, pero
sí que busquemos la perfección y la santidad, porque “sin santidad, nadie verá
al Señor” (Hebreos 12:14).
Por otro lado, si uno no tiene corazón limpio, los intereses
le nublarán la vista, y no podrá ver lo que Dios quiere mostrar, ni oír lo que quiere
revelar, ni conocer Su propósito.
Revisemos nuestro corazón, y veamos si es puro. Si no lo es, entonces, ¡limpiémoslo!
(Jeremías 4:14) Lava de maldad tu corazón,
Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti pensamientos
perversos?
(Salmo 51:10) Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
ORACIÓN
Señor,
tal vez mi corazón no era tan puro como yo lo creía. No todas mis intenciones han sido puras. Pero hoy vengo a Ti en arrepentimiento; te
pido perdón por poner a otros antes que Ti, porque he amado a otros más que a
Ti.
Quiero
lavar mi corazón de malos pensamientos y de intenciones torcidas. Señor, quiero subir a Tu Monte, y compartir
contigo en el Lugar Santo. Por eso
limpiaré mis manos y purificaré mi corazón. Quiero ser un hijo que te ama en
espíritu y verdad, y no por interés. Te buscaré como lo hizo Jacob, quien luchó
porque sabía lo que era importante en esta vida.
Crea
en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de
mí tu santo Espíritu, porque Tú eres lo más importante de mi vida.
[Salmo 51:10-11; Jeremías 4:14; Juan 4:23-24; Salmo 24:3-6]
Quisiera que ampliaramos que significa exactamente "...el que no ha alzado su alma a la falsedad" supongo que tiene que ver con hablar mentiras, pero seria repetitivo y creo que hay algo mas en el significado. Gracias, Esmeralda
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Creo que hay MAS... comentémoslo.
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