(Heb. Bikurim)
Hay otra fiesta que también se celebra en la semana
de la Pascua. Se conoce como la Fiesta
de las Primicias (en hebreo, Bikurim).
(Levítico 23:9-11) Entonces
habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: (10)
Habla a los hijos de Israel y diles: "Cuando entréis en la tierra
que yo os daré, y seguéis su mies, entonces traeréis al sacerdote una gavilla
de las primicias de vuestra cosecha.
(11) "Y él mecerá la gavilla
delante del SEÑOR, a fin de que seáis aceptados; el día siguiente al día de
reposo el sacerdote la mecerá.
Esta fiesta está relacionada con la cosecha de la
cebada. Al día siguiente al día de
reposo en la semana de la Pascua (es decir, el domingo), en ese día debían
todos presentarse delante del Señor con un manojo de los primeros frutos de la
cosecha. Se lo entregaban al sacerdote,
y él lo mecía ante el Señor.
Más adelante, está escrito que no se podía comer de
la cosecha sin hasta después de haber llevado la ofrenda a Dios.
(Levítico 23:14) Hasta ese mismo día, hasta que hayáis traído
la ofrenda de vuestro Dios, no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga tierna.
Estatuto perpetuo será para todas vuestras generaciones dondequiera que
habitéis.
Hoy en día nos cuesta conectar con esta fiesta
porque muchos estamos desconectados de la tierra y la producción agrícola. Sin embargo, todos seguimos produciendo de una
forma u otra, y podemos seguir dando la prioridad a Dios en todo lo que hacemos
y darle lo primero a Él.
LO PRIMERO A DIOS
La Fiesta de Primicias nos enseña que debemos darle
lo primero, la primicia, a Dios…antes de comenzar a disfrutar del fruto de
nuestras manos (Lev. 23:14).
Por otro lado, la Biblia nos enseña que no debemos
presentarnos ante Dios con “manos vacías”.
(Deu. 16:16) Tres veces al
año se presentarán todos tus varones delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que
El escoja: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas
y en la fiesta de los tabernáculos; y no se presentarán con las manos vacías
delante del SEÑOR.
El nos ha dado la salvación de forma gratuita, y
nosotros debemos corresponder a Dios dando frutos en nuestra vida, no sólo
aparentando “piedad” sino dando frutos dignos de arrepentimiento (Mat. 3:8).
(Efesios 5:8-11)
porque antes erais tinieblas, pero
ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz (9)
(porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad), (10)
examinando qué es lo que agrada al Señor. (11) Y
no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien,
desenmascaradlas.
Las Fiestas son tiempos de meditar y analizar si
nuestras vidas están alineadas al orden de Dios. Si en algo nos hemos desviados, debemos arrepentirnos
y corregirlo.
OTRAS PRIMICIAS
Los primeros frutos de la cebada no es la única
primicia que Dios pide en la semana de la Pascua. También pide que se le entregue el primero de
los animales y se consagre el primogénito del ser humano.
(Exódo 13:1-3)
Entonces el SEÑOR habló a Moisés,
diciendo: (2) Conságrame todo
primogénito; el primer nacido de toda matriz entre los hijos de Israel, tanto
de hombre como de animal, me pertenece.
(3) Y Moisés dijo al pueblo:
Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, pues
el SEÑOR os ha sacado de este lugar con mano poderosa. No comeréis en él nada
leudado.
Esta consagración es diferente a la Redención del
Primogénito. Es dedicar al Señor al
primer hijo/a que abrió matriz. ¿Por
qué? En la Pascua recordamos que en la
última plaga murieron todos los primogénitos, menos los que se salvaron por la
sangre del Cordero.
(Exódo 13:11-13)
Y sucederá que cuando el SEÑOR te
lleve a la tierra del cananeo, como te juró a ti y a tus padres, y te la
dé, (12)
dedicarás al SEÑOR todo primer nacido de la matriz. También todo primer
nacido del ganado que poseas; los machos pertenecen al SEÑOR. (13)
Pero todo primer nacido de asno, lo redimirás con un cordero; mas si no
lo redimes, quebrarás su cerviz; y todo primogénito de hombre de entre tus
hijos, lo redimirás.
“Redimir” viene del verbo hebreo “Padá”, que significa pagar rescate,
preservar, liberar.
En este día reconocemos que el Señor pagó rescate
por su primogénito Israel.
Preguntémonos: ¿Quiénes de nuestra familia hubieran
muerto esa noche en Egipto? Todos los
primogénitos hubieran muerto, pero los primogénitos de entre los hijos de
Israel se salvaron por la sangre del Cordero.
Hoy, nosotros podemos decir lo mismo, pues el Cordero de Dios dio su
vida para que pudiéramos vivir. Ahora le
debemos la vida a Él…y por eso consagramos al primogénito. Y si el primero es santo, también lo será el
resto…
(Rom. 11:16) Y si el primer pedazo de masa es santo, también lo
es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Los israelitas que salieron de Egipto entendían
perfectamente por qué Dios les pedía esto, ya que todo primogénito, tanto de
hombre como de animal, murió en la última plaga. Todo primogénito debía morir, pero los que se
salvaron lo hicieron gracias a la sangre del cordero de la Pascua. Todos ellos le debían la vida a Dios.
Pero cuando pasaran los años, el Señor sabía que los
descendientes se iban a preguntar por qué razón tenían que consagrar lo primero
a Dios…y Él lo explica:
(Exódo 13:14-16)
Y será que cuando tu hijo te pregunte el día
de mañana, diciendo: "¿Qué es esto?", le dirás: "Con mano fuerte
nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre. (15)
"Y aconteció que cuando Faraón se obstinó en no dejarnos ir, el
SEÑOR mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del
hombre hasta el primogénito de los animales. Por esta causa yo sacrifico al
SEÑOR los machos, todo primer nacido de la matriz, pero redimo a todo
primogénito de mis hijos."
(16) Será, pues, como una señal
en tu mano y como insignias entre tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó el
SEÑOR de Egipto.
Al celebrar
la Pascua y Primicias, recordamos que todo primogénito hubiera muerto en
Egipto, pero Dios nos salvó al proveer Cordero. Por ello, debemos reconocer que
lo primero es de Dios, aun nuestros hijos.
Los primeros frutos deben ser entregados como
ofrenda, al igual que los primogénitos de los animales. En cuanto a los hijos, Dios pide que se
consagren, se santifiquen, se dediquen a Dios.
¿Por qué Dios pide lo primero? No lo hace porque Él
lo necesite, sino porque nosotros necesitamos poner a Dios primero en todo, y también
necesitamos reconocer que todo lo que tenemos es gracias a Él.
(Proverbios 3:9-10)
Honra al SEÑOR con tus bienes y con
las primicias de todos tus frutos;
(10) entonces tus graneros se
llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
El ejercicio de entregar lo primero a Dios nos ayuda
a “desprendernos” de todo lo que tenemos.
Si entregamos lo primero, nos será más fácil reconocer que lo demás lo
tenemos gracias a Dios, y no nos costará entregarlo a Dios si nos lo pide.
FECHA DE LA FIESTA
Hay controversia en cuanto a la fecha en que se debe
guardar la Fiesta de Primicias.
Los judíos tradicionalmente la celebran el 17 de
Nisán, porque han interpretado que el “día de reposo” se refiere al primer día
de Panes Sin Levadura (15 Nisan), el cual se considera como un “Shabaton” o día
de reposo especial.
Otros consideran que el día de reposo se refiere al
Shabat semanal, es decir, el séptimo día de la semana. Por lo tanto, el día siguiente sería el
domingo, que en la Biblia recibe el nombre de “primer día” de la semana.
¿Quién tiene la razón? Hay diferentes opiniones, pero creo que la
solución a la controversia se encuentra en el Conteo del Omer, que son las 7
semanas que se cuentan desde la Fiesta de Primicias hasta la Fiesta de Semanas
(Pentecostés, heb. Shavuot). En el
conteo del Omer es claro que es el domingo de la semana de Pascua.
(Levítico 23:15-16)
Contaréis desde el día que sigue al
día de reposo, desde el día en que trajisteis la gavilla de la ofrenda mecida;
contaréis siete semanas completas. (16) Contaréis cincuenta días hasta el día
siguiente al séptimo día de reposo; entonces presentaréis una ofrenda de espiga
tierna al SEÑOR.
Aquí menciona que se cuenta 50 días hasta el 7° día
de reposo…y sólo podría caer como un Shabat si el conteo comienza en
domingo.
Otra instancia que confirma que Primicias es día
domingo es la resurrección de Jesús, quien resucitó el primer día de la semana
(domingo).
(Marcos 16:9-10)
Y después de haber resucitado, muy
temprano el primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María
Magdalena, de la que había echado fuera siete demonios. (10) Y
ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con El, que estaban
lamentándose y llorando.
¿Por qué se le llama a Jesús “primogénito de los
muertos” (Col. 1:18; Apoc. 1:5)? Pablo
lo explica:
(1 Corintios 15:20-23) Mas ahora
Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. (21)
Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino
la resurrección de los muertos.
(22) Porque así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. (23)
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que
son de Cristo en su venida.
Celebremos la resurrección del Señor en esta Fiesta
de Primicias. Y no nos presentemos con
manos vacías…démosle al Señor lo primero.
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