Ahora que los palestinos
(de la Franja de Gaza) están en guerra contra los judíos del Estado de Israel,
nos preguntamos si estamos llegando a los tiempos del cumplimiento de la
palabra profética dada por Sofonías…
(Sofonías 2:1-7) Congregaos, congregaos, oh nación sin pudor, (2) antes
que entre en vigencia el decreto (como tamo pasa el día), antes que venga sobre
vosotros el ardor de la ira de Yehová, antes que venga sobre vosotros el día de
la ira de Yehová. (3) Buscad a Yehová, vosotros todos, humildes de la tierra
que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad.
Quizá seréis protegidos el día de la ira de Yehová. (4) Porque Gaza será
abandonada, y Ascalón desolada; Asdod será expulsada al mediodía, y Ecrón será
desarraigada. (5) ¡Ay de los habitantes
de la costa del mar, la nación de los cereteos! La palabra de Yehová está
contra vosotros: Canaán, tierra de los filisteos, yo te destruiré hasta que no
quede habitante alguno. (6) Y la costa del mar se convertirá en pastizales, en
praderas para pastores y apriscos para ovejas. (7) La costa será para el
remanente de la casa de Judá; allí apacentarán y en las casas de Ascalón
reposarán al atardecer; porque Yehová su Dios los cuidará y los hará volver de
su cautiverio.
Sofonías no sólo profetizó sobre los palestinos
de la Franja de Gaza, sino también sobre la Ribera Occidental (West Bank) y Jordania…
(Sofonías 2:8-11)
He oído las afrentas de Moab y los ultrajes de los hijos de Amón, con
los cuales afrentaron a mi pueblo y se engrandecieron sobre su territorio. (9)
Por tanto, vivo yo—declara Yehová de los ejércitos, Dios de Israel—que Moab
será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra: campo de ortigas y mina de
sal, una desolación perpetua. El remanente de mi pueblo los saqueará, y el
resto de mi nación los heredará. (10) Esto tendrán ellos como pago por su orgullo,
porque han afrentado y se han engrandecido sobre el pueblo de Yehová de los
ejércitos. (11) Terrible será Yehová contra ellos, porque
debilitará a todos los dioses de la tierra; y se inclinarán a El todas las
costas de las naciones cada una desde su lugar.
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