sábado, 6 de septiembre de 2014

Salmo 119:29-32. DALET (b)

Salmo 119:29-32.  DALET (b)
(Día 12)

La estrofa Dalet termina de la siguiente manera…

(Salmo 119:29-32)
 
(29)  Quita de mí el camino de la mentira, y en tu bondad concédeme tu ley [Torá]
(30)  He escogido el camino [Derej] de la verdad; he puesto tus ordenanzas [Mispatim] delante de mí. 
(31)  Me apego a tus testimonios [Edot]; SEÑOR, no me avergüences. 
(32)  Por el camino [Derej] de tus mandamientos [Mitzvot] correré, porque tú ensancharás mi corazón. 

En la vida podemos escoger muchos caminos, pero ¿cuál es el mejor?
(Salmo 25:12-13)  ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?  Él le enseñará el camino que ha de escoger.  (13) Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra.

(Salmo 25:8-10)  Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.  (9) Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.  (10) Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. 

El salmista contrasta el camino de la mentira y el camino de la verdad: 

*  El camino de la mentira es hacer las cosas como uno quiere.  La mentira es creer que nos va ir bien, sin importar si estamos haciendo la voluntad de Dios o no. 

*  En contraste, el camino de la verdad es hacer la voluntad de Dios.  El “camino de la verdad” en hebreo es: Derej Emuná, que literalmente significa: “camino de Fe”.  La palabra Emuná significa: fe, fidelidad, lealtad, y también firmeza y veracidad.  Está palabra se deriva de la raíz: Aman, que significa: rendirse, confiar, permanecer firme.  De esta palabra viene la expresión: Amen.

La dirección que marca el camino de la verdad (o de la fe) emana de la Torá, las ordenanzas, los testimonios y los mandamientos de Dios.  Requiere de fe seguir su dirección, porque no siempre la entendemos.  Pero el fruto de seguir este camino es vida. Por eso el salmista dice: “Escojo el camino de la verdad, y por eso, pongo tus ordenanzas delante de mí…me apego a tus testimonios…y corro por el camino de tus mandamientos…”  (Salmo 119:30-32). 

Sin duda alguna, la voluntad de Dios es el mejor camino. 
(Deuteronomio 5:33)  Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado,  para que viváis y os vaya bien,  y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.



Oremos…
Yehová, Tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y no hay nada que sea difícil para ti.  Eres Dios grande, poderoso, grande en consejo, y magnífico en hechos.  Tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras.  Por eso te pido que me libres del camino de la mentira.  Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad.  Afirma mi corazón para que tema Tu Nombre y vivía según tu santa voluntad.
Señor, escojo andar por el camino de la verdad; por lo tanto, he puesto tus ordenanzas delante de mí.  Me apegaré a tus testimonios y caminaré según tus mandamientos.   
Hoy se cumple espiritualmente en mi vida la profecía de Isaías que dice: “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid,  y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas.  Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”


[Jeremías 32:17-19; Salmo 86:11; Salmo 119:29-32;  Isaías 2:3] 


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