Sabemos que todo
el universo y todo el mundo es de Dios (Isaías 54:5); sin embargo, de todos los lugares del mundo,
Dios escogió un territorio especial, que se conoce como “la Tierra Prometida”.
Se le llama así porque Dios prometió dársela a su pueblo Israel (descendientes
de Abraham, Isaac y Jacob).
(Génesis 13:14-17) Y Jehová dijo a Abram, después que
Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás
hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. (15) Porque toda la
tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. (16) Y haré
tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo
de la tierra, también tu descendencia será contada. (17) Levántate, ve por
la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
Abraham estaba parado en los montes de Judea,
viendo hacia el valle del Jordán, hacia donde Lot se había ido. Desde allí se puede apreciar gran parte de la
Tierra Prometida. Dios le dijo a Abraham
que caminara a lo largo y ancho del territorio, porque se lo daría a él y a su
descendencia. Más que una promesa, era
un pacto…
(Génesis 17:7-8) Y estableceré mi pacto entre mí y
ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto
perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. (8) Y te
daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras,
toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
La promesa le fue confirmada a Isaac (Génesis
26:3-4), y también a Jacob y a todos sus descendientes que conforman el pueblo
de Israel.
(Génesis 35:10-12) Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob;
no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó
su nombre Israel. (11) También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece
y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes
saldrán de tus lomos. (12) La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la
daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.
El territorio que Dios les prometió a los Hijos
de Israel consiste en todo el territorio donde antes habitaban las tribus
cananeas…y aún más, desde el Nilo al Éufrates:
(Génesis 15:18-21) En aquel día hizo Jehová un pacto
con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el
río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; (19) la tierra de los
ceneos, los cenezeos, los admoneos, (20) los heteos, los ferezeos, los
refaítas, (21) los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.
Dios escogió
ese territorio en especial para llevar a cabo su Plan divino. Los ojos
de Dios están sobre toda la tierra, pero la Biblia dice que están especialmente
sobre la tierra de Israel.
(Deuteronomio
11:12) tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre
están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año
hasta el fin.
Sobre el
territorio de Israel están puestos los ojos de Dios de una forma especial, ya
que éste es el epicentro del propósito de Dios.
Si queremos estar conectados con los planes de Dios, haremos bien en
estar pendientes de lo que allí sucede…
Más artículos
sobre la Tierra Prometida, en la página: Israel
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