sábado, 24 de enero de 2015

JERUSALÉN: Ciudad Escogida



Ya vimos que Dios escogió una tierra especial para llevar a cabo su Plan divino: Israel, la Tierra Prometida.  De todo ese territorio, Dios eligió una ciudad especial, apartada para Él:
(Salmo 132:13-14) Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.

Sión está en Jerusalén. Dios escogió esta Ciudad y la designó como el lugar donde se construiría el Templo, la Casa de Dios.
(Salmo 78:68-69) sino que escogió a la tribu de Judá, al monte Sion que El amaba. Y edificó su santuario como las alturas, como la tierra que ha fundado para siempre.

En esa elección también estaba contemplado que dicha ciudad sería la capital del Reino Mesiánico. Cuando Jesús regrese, Él va a reinar sobre toda la Tierra, pero pondrá su trono en Jerusalén, en el Monte Santo.
(Salmo 2:6-8) Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.

Jerusalén no sólo será la sede del gobierno del Mesías, sino también el centro de adoración del Señor.
(Salmo 48:1-3) Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey. En sus palacios Dios es conocido por refugio.

Allí llegarán todas las naciones a adorar al Señor.  Pero a Judá le será dada su heredad en la Tierra. Y Jerusalén será una ciudad santa, apartada para Dios.
(Zacarías 2:10-11) Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.  Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.  Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado de su santa morada.

La Biblia dice que en Jerusalén también habitarán aquellos que amen y honren el Nombre de Dios.
(Salmo 69:36) La descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.

El Nombre de Dios (Yehová) está íntimamente vinculado con la ciudad de Jerusalén…

PUSO ALLÍ SU NOMBRE
La Biblia dice que Jerusalén es la cuidad que Dios escogió para poner allí Su Nombre…
(1 Reyes 11:36) Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo he escogido para poner allí mi nombre.

El hecho de escribir el nombre en un lugar es una señal de pertenencia. Dios puso Su Santo Nombre sobre Jerusalén para indicar que esta tierra le pertenece en forma especial.
(2 Crónicas 6:6) Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he elegido para que esté sobre mi pueblo Israel.

Seguramente Dios ya sabía que muchos se pelearían por ese territotio, pero el Señor ha dejado claro desde el principio que Jerusalén le pertenece, y eso no era sólo en tiempos bíblicos, sino ¡para siempre!
(1 Reyes 9:3) Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.

Sobre Jerusalén, y específicamente sobre el Monte del Templo están puestos los ojos de Dios. Pero no sólo Sus ojos, sino también Su Corazón para siempre.

Si esto es así, ¿por qué Dios ha permitido que Jerusalén sea ocupada, y aún destruida varias veces? En la próxima entrada leeremos lo que la Biblia dice al respecto…

Más artículos sobre la Tierra Prometida, en la página: Israel



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