La primera vez
que Jerusalén aparece en la Biblia no la vemos como una ciudad, sino como un
monte: Moriah. En ese monte, Abraham experimentó su mayor prueba de fe…
(Génesis 22:2) Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu
único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en
holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Abraham fue “al lugar que Dios le dijo”
(Gen. 22:3) para hacer lo que Dios le había pedido. Aunque sonara ilógico,
Abraham creía en Dios y sabía que el Señor tendría sus razones para lo que le
pedía (Heb. 11:17-19; Gen. 22:8). La intención de Dios era poner a prueba la fe
de Abraham, no que Isaac muriera. En su plan, el Señor ya tenía provisto un
sustituto…
(Génesis 22:11-13) Entonces el ángel de Jehová le dio
voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y
dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya
conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces
alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un
zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo.
Abraham le puso nombre a ese lugar: “Yehová
Yiré”, que significa: Jehová verá o proveerá. El Monte Moriah es el
lugar de la visión y de la provisión divina.
(Génesis 22:14) Y llamó Abraham el nombre de aquel
lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será
provisto.
Ese día, Abraham no sólo vio la salvación de su
hijo Isaac, sino entendió el plan de Dios para salvar a toda la humanidad.
Jesús mencionó esta revelación que tuvo Abraham:
(Juan 8:56) Abraham vuestro padre se gozó de que
había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
A través de esa experiencia, Abraham recibió la
revelación de la muerte del Mesías como sustituto de la humanidad (Juan
3:14-16). Jesús murió en la cruz para pagar con su sangre por nuestros pecados.
El fue nuestro sustituto, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
(Juan 1:29; 1 Pedro 1:18-20). Jesús murió en Jerusalén, al mismo tiempo que el
Sumo Sacerdote estaba sacrificando el Cordero de la Pascua en el Templo—todo
esto en el mismo lugar que Abraham iba a sacrificar a Isaac: el Monte Moriah.
El Lugar del Monte Moriah
¿Dónde se encuentra el Monte Moriah?
Está en Jerusalén, específicamente en el Monte del Templo, y se le llama
así porque es el preciso lugar que Dios apartó para que se construyera el
Templo que llevaría Su Nombre (2 Sam. 7:13).
(2 Crónicas 3:1) Comenzó Salomón a edificar la
casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a
David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán
jebuseo.
David instruyó a su hijo Salomón para que
edificara el Templo específicamente en el Monte Moriah. No era un lugar que
eligió David a capricho, sino que era el lugar que Dios mismo eligió.
(1 Reyes 5.5) Yo, por tanto, he determinado ahora edificar
casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David
mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él
edificará casa a mi nombre.
En el tiempo de David y Salomón, el Templo
estaba en la parte más alta de Jerusalén, ya que la ciudad antigua estaba
construída hacia el sur.
(Salmo 48:1-2) Grande es el SEÑOR, y muy digno de
ser alabado en la ciudad de nuestro Dios, su santo monte. (2) Hermoso en su
elevación, el gozo de toda la tierra es el monte Sion, en el extremo
norte, la ciudad del gran Rey.
El Monte del Templo era el lugar donde el
pueblo iba a adorar a Dios.
HOY: En el Monte del Templo
Ha pasado mucha historia en el Monte del Templo,
pero dado que el Templo fue destruido por los romanos en el año 70 d.C.,
algunos se preguntarán qué hay allí hoy…
En la actualidad, el Monte del Templo se
encuentra ocupado por dos edificios islámicos: la mezquita de Al-Aqsa al
extremo sur, y el Domo de la Roca (donde los musulmanes dicen que se encuentra
la roca sobre la cual “Abraham iba a sacrificar a Ismael”, según ellos en lugar
de Isaac). Irónicamente, en ese lugar
hoy se proclama día a día el nombre de Alá (que no es el mismo que Yehová). ¿Qué
pensará el Señor de esto? Una cosa
podemos tener por seguro: llegará el momento en que Dios no permitirá que eso
siga sucediendo, porque en el Monte del Templo debe ser proclamado el Nombre de
Yehová, y de ningún otro dios.
(Salmo 102:15-22) Entonces las naciones temerán el
nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; (16) Por cuanto
Jehová habrá edificado a Sion, y en su gloria será visto; (17) Habrá
considerado la oración de los desvalidos, y no habrá desechado el ruego de
ellos. (18) Se escribirá esto para la generación venidera; y el
pueblo que está por nacer alabará a JAH, (19) Porque miró desde lo alto de
su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, (20) Para oír el gemido
de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte; (21) Para que publique
en Sion el nombre de Jehová, y su alabanza en Jerusalén, (22) Cuando los
pueblos y los reinos se congreguen en uno para servir a Jehová.
El Templo en Jerusalén será reedificado para
que el Nombre de Dios sea vindicado, levantado y glorificado por todas las
naciones de la Tierra.
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sobre la Tierra Prometida, en la página: Israel
Bendecimos a Israel.
ResponderEliminarmuy buenos esa enseñasa me agrada YAHWEH EL YAHSHUA LE SIGUA BENDICIENDO
ResponderEliminarJERUSALEM ES LA DE ARRIBA, LA CELESTIAL, EL TEMPLO ESTÁ ARRIBA,
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