¿QUIEN ES ISRAEL?
De principio a final, la Biblia habla de un pueblo llamado Israel. Dios tiene una relación especial con este pueblo. Pero, hoy en día, ¿quién es Israel? ¿Son sólo los judíos, o la iglesia cristiana? Este estudio apunta a aclarar estas dudas. Los creyentes necesitamos saber qué lugar ocupamos en el pueblo de Dios.
Este estudio busca la respuesta, no en los libros
de política o historia, sino en la Biblia, la Palabra de Dios. Para saber
quién es Israel, debemos primero conocer el origen de este pueblo.
UN
PUEBLO ESCOGIDO
De
Génesis caps. 1-11, la historia bíblica habla de la humanidad en
general. Todos venimos de Adán, y todos venimos de Noé y sus
hijos. Ésta es la historia del origen de todos los hombres.
Pero a
partir del capítulo 12 de Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia se enfoca en una
nación en especial: Israel. En el libro de Génesis vemos cómo Dios
formó esta nación de un hombre que no tenía hijos, y de una familia que no
tenía tierra. El
padre del pueblo escogido era Abraham, quien fue llamado para
formar esta nación especial.
(Genesis 12:1-2) Pero el Eterno había dicho a Abram: Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Dios
escogió a Abram y a sus descendientes, y prometió que los bendeciría. Entonces,
¿la bendición de Dios sólo iba a ser para Abram y sus descendientes? ¿Qué de
las otras familias y naciones? Debemos seguir leyendo para saber...
(Gen. 12:3) Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
A
través de Abraham y su familia, la bendición de Dios va a alcanzar a todas las
familias de la Tierra.
LA
PROMESA
Dios
le prometió a Abraham que le daría “tierra y descendencia”. Se
requería de fe para creer en esta promesa, ya que Abraham tenía más de 90 años
y su mujer era estéril. Además vivían en Canaán como extranjeros, y
como tales no se les permitía comprar tierra. Pero Dios hizo un
pacto eterno con Abraham.
(Gen. 17:7-8) Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
(Gen. 17:7-8) Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
De
nuevo, Dios le confirma a Abraham que la bendición que le daría a él y a su
familia redundaría en beneficio de toda la humanidad.
(Gen.
22:18) En tu simiente serán benditas todas las naciones de la
tierra, por cuanto obedeciste mi voz.
A
través de la simiente de Abraham serían benditas todas las naciones de la
tierra. Sin embargo, antes de bendecir a todos, tenía que formar
esta nación para cumplir con Su propósito.
En la próxima entrada continuaremos con este estudio...
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