miércoles, 2 de octubre de 2019

32. Trasciende reinos (Dan. 6:1-3)


Cuando Daniel llegó a Babilonia, él fue escogido para servir al gran rey Nabucodonosor. Aún después de la muerte del rey, sirvió en el gobierno de todos los subsecuentes reyes de Babilonia, hasta Belsasar. No sólo eso, sino que lo más admirable y milagroso es que trascendió a los babilonios y continuó en el liderazgo entre los persas. Esto es insólito, ya que en cualquier cambio de gobierno lo normal es que todo el liderazgo sea reemplazado, sobre todo los mandos altos y medios.

Estando Daniel en una posición tan alta en el reinado, como gobernador y como consejero del rey, lo lógico es que Daniel sería depuesto con el nuevo imperio. Aún su vida correría peligro. Pero un milagro sucedió: Daniel permaneció en su posición de liderazgo a través de los cambios de reyes, y aún de imperios (de Babilonia a Medo-Persia).
(Dan. 1:21)  Daniel estuvo allí hasta el año primero del rey Ciro.

Aun con el siguiente imperio, Daniel sirvió a dos reyes: a Darío el medo y a Ciro el persa.
(Dan. 6:28)  Y este mismo Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el Persa.

Medita…
Si somos fieles a Dios, en lugar de “a los hombres”, permaneceremos—a pesar de los cambios y de los tiempos.  Quien sigue el plan de un hombre, durará sólo mientras que él esté en el poder. Quien sigue el Plan de Dios, permanece para siempre.
(Daniel 2:21) El es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos.

NUEVO LIDERAZGO
Cuando los medo-persas subieron al poder, Daniel no sólo sobrevivió sino que fue incorporado en las más altas esferas de liderazgo.
(Daniel 6:1-2) Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado.

El imperio Medo-persa tenía bajo su dominio a 120 provincias. Al subir al poder, Darío nombró nuevos líderes de las provincias, y sobre estos escogió a tres gobernadores.

Daniel halló gracia ante todos los hombres, porque él tenía el favor de Dios, y no sólo fue elegido como uno de los tres gobernadores, sino como el principal entre ellos.
(Daniel 6:3) Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.

ESPIRITU SUPERIOR
La Biblia describe que Daniel tenía “un espíritu superior”. Otra versión lo traduce como “espíritu extraordinario”. La palabra en hebreo es Yatir, que también significa: que sobrepasa, preeminente, con excelencia, extremadamente mejor.

Daniel era un hombre que no sólo contaba con sabiduría sino con entendimiento, y tal entendimiento que sólo puede dar el Espíritu de Dios. Sobre el conocimiento que cualquier hombre puede obtener, Daniel contaba con la revelación espiritual, y eso hizo la gran diferencia. Por eso sobresalió sobre todos los demás hombres. Y sin duda, Daniel también contaba con humildad, porque los reyes no se sentían amenazados por él, a pesar de su inteligencia y sabiduría.

Santiago describe a alguien que tiene “sabiduría de lo alto”, que se refleja no sólo por su conocimiento sino por su estilo de vida, tal como dejó el ejemplo Daniel:
(Santiago 3:13,17) ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría…Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.  

Oración…
Señor, inspirado por el ejemplo de Daniel, te quiero pedir hoy ser lleno del conocimiento de tu perfecta voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para andar como es digno del Señor, agradándote en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.
Como Pablo oró por la iglesia, también hoy hago eco de sus palabras: pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, me dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El. Mi oración es que los ojos de mi corazón sean iluminados, para saber cuál es la esperanza de mi llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de tu poder para con nosotros los que creemos.
…(Continúa en tu oración personal)…

(ref. Colosenses 1:9-10; Efesios 1:17-19)

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