martes, 8 de octubre de 2019

38. Cumplimiento de los 70 años (Dan. 9:1-2)


Como ya mencionamos, Daniel logró sobrevivir el cambio de imperios. El fue testigo del ascenso y la caída del imperio de Babilonia, y luego del ascenso del imperio Medo-Persa.
(Daniel 9:1-2) En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos.

TIEMPOS PROFÉTICOS
Daniel estaba muy interesado en las profecías y en las fechas de cumplimiento. Al final del capítulo 5, Daniel anotó un dato que podría pasar desapercibido, pero tiene una revelación muy importante.
(Daniel 5:31) Y Darío el medo recibió el reino cuando tenía sesenta y dos años.

Daniel resalta la edad de Darío porque le resonó el número: 62. Precisamente en ese año se cumplían 62 años de la destrucción de Jerusalén en manos de Nabucodonosor. Esto quiere decir que en el año en que Babilonia destruyó Jerusalén, en ese mismo año también nació el hombre que Dios iba a usar para castigar a Babilonia por lo que hicieron a Israel (Isa. 47:11; Jer. 27:7).

Y en el año en que Darío subió al poder, Daniel también notó que estaban cerca de llegar al tiempo en que Jeremías había profetizado que Judá quedaría cautivo en Babilonia.
(Daniel 9:2) en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.

La referencia en el libro de Jeremías es la siguiente:
(Jeremías 25:11-14) Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años. Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre. Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones. Porque también ellas serán sojuzgadas por muchas naciones y grandes reyes; y yo les pagaré conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos.

Tras la caída de Babilonia, Daniel comenzó a estar muy atento a los tiempos proféticos. El cambio de imperio podría representar un cambio para el pueblo de Dios, llegando finalmente el tiempo de su liberación.

DOS OPCIONES
La pregunta es: ¿a partir de cuando se comienzan a contar los 70 años?
Con la ventaja de la retrospectiva, podemos contemplar dos opciones (aproximadas, porque es difícil determinar los años exactos):
1. Desde el primer cautiverio (605 a.C.) à hasta la reconstrucción del fundamento del Templo (536 a.C.)—aprox. 69 años.
2. Desde la destrucción de Templo (586 a.C.) à hasta el tiempo en que fue reconstruido (515 a.C.)—aprox. 71 años.

LA RAZÓN DE LOS 70 AÑOS
No podemos cerrar nuestro estudio de hoy sin mencionar la razón por la que Dios determinó que el tiempo de cautiverio sería de 70 años. La explicación está registrada en el libro de Crónicas:
(2 Crónicas 36:28-21)  Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas; para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

La palabra de Jeremías se refiere al reposo de la tierra (hebreo, Shmita): Dios instruyó que en la tierra de Israel, cada siete años la tierra debía reposar de sus cultivos (Lev. 25:4-6; Lev. 26:34-35). Pero por 490 años los israelitas no guardaron ese mandamiento. Y cuando llegó al colmo la maldad de Judá, Dios determinó que 70 años debían pagar en cautiverio (un año por cada año sabático al que faltaron), tal como dice Levítico:
(Levítico 26:43) Porque la tierra será abandonada por ellos, y gozará de sus días de reposo mientras quede desolada con su ausencia. Entretanto, ellos pagarán su iniquidad, porque despreciaron mis ordenanzas y su alma aborreció mis estatutos.

PROMESA DE RESTAURACIÓN
Así como Jeremías profetizó el castigo de Judá, también habló de la restauración que Dios haría con ellos, porque grande es su misericordia:
(Jeremías 29:10-14) Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

Esta escritura de Jeremías es lo que llevará a Daniel a orar e interceder por su pueblo. (Mañana leeremos esta oración).

Oración…
Señor, ya estando cerca del Día de Expiación (heb. Yom Kipur) reconocemos que te hemos fallado, por falta y por omisión. Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Pero tu Palabra dice que si confesamos nuestros pecados, Tú eres fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. He aquí, tú deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
…(Continúa en tu oración personal)…

(ref. Salmo 51:1-10; 1 Juan 1:9)

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