Dos años después que Daniel tuviera el sueño
de las cuatro bestias (cap. 7), él volvió a tener otra visión:
(Daniel 8:1) En el año tercero del reinado del
rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me
había aparecido antes.
Ya era el tercer año del reinado de Belsasar
(el último rey de Babilonia). En esa ocasión, Daniel no estaba en Babilonia,
sino en Susa, donde se cree que estaba localizado el palacio de invierno.
(Daniel 8:2) Vi en visión; y cuando la vi, yo
estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues,
en visión, estando junto al río Ulai.
VISION DEL CARNERO
(Daniel 8:3) Alcé los ojos y miré, y he aquí un
carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos
eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.
En el capítulo anterior aprendimos que los cuernos
representan reyes. Daniel no tuvo que adivinar lo que representaba el
carnero, ya que un ángel se lo reveló: el imperio Medo-Persa,
formado por dos reinos (“cuernos”): Media y Persia, siendo el segundo más
poderoso que el primero.
(Daniel 8:20) En cuanto al carnero que viste, que
tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.
Tal como vio Daniel en su visión, el imperio
Medo-Persa se extendió hacia el norte, sur y oeste. Llegaron a derrotar al
imperio babilónico, y nada parecía detenerlos.
(Daniel 8:4) Vi que el carnero hería con los
cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar
delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su
voluntad, y se engrandecía.
APARECE UN MACHO CABRÍO
Aunque el carnero parecía invencible, en la
visión apareció otra figura que logró derribar al poderoso carnero:
(Daniel 8:5-7) Mientras yo consideraba esto, he
aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la
tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre
sus ojos. Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la
ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó
junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos
cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó,
por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su
poder.
El ángel le explicó a Daniel que el macho
cabrío representaba Grecia (Dan. 8:21). Eso fue algo que Daniel ya no pudo atestiguar en
su vida, pero efectivamente se cumplió la profecía, ya que un tiempo después se
levantó Alejandro Magno, de Macedonia y Grecia, quien logró derrotar al gran
imperio persa.
También se cumplió al pie de la letra la
siguiente parte de la profecía, que anunciaba el fin de Alejandro y la división
de su reino helénico.
(Daniel 8:8) Y el macho cabrío se
engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue
quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro
vientos del cielo.
Estando en la cúspide del poder, Alejandro
murió a los 32 años en Babilonia, a causa de una extraña enfermedad. Dado que
no tenía herederos, su imperio se dividió entre sus cuatro generales,
formándose cuatro reinos (los 4 cuernos del macho cabrío):
a.
Seleuco (Siria e Israel)
b.
Ptolomeo (Egipto)
c.
Casandro (Grecia y Macedonia)
d.
Lisímaco (Tracia y Asia Menor)
Esta interpretación la dio el mismo ángel que
apareció en la visión de Daniel:
(Daniel 8:21-22) El macho cabrío es el rey de Grecia,
y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. Y en cuanto
al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que
cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.
En la próxima entrada leeremos sobre un cuerno
pequeño que saldrá del macho cabrío..
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