(Daniel 7:19) Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la
cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran
manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y
desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies.
Daniel compara las otras bestias con animales,
pero esta última queda sin comparación, describiéndola como “espantosa en gran
manera”, y muy destructiva.
(Daniel 7:23) Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la
tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra
devorará, trillará y despedazará.
DIEZ CUERNOS
La descripción de Daniel luego se centra en la
cabeza: con diez cuernos, y uno extra que sale después.
(Daniel 7:20) asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su
cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y
este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más
grande que sus compañeros.
Más adelante, Daniel recibe la revelación de
lo que representan estos cuernos:
(Daniel 7:24) Y los diez cuernos significan que de aquel reino se
levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será
diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.
Unos versículos atrás leemos otros detalles del
cuerno extra, que se describe como “pequeño”, pero es más fuerte.
(Daniel 7:8) Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro
cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres
cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y
una boca que hablaba grandes cosas.
En la visión, Daniel
vio que la cuarta bestia va a ser destrozada y quemada, pero va a sobrevivirla
el cuerno pequeño.
(Daniel 7:11) Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes
palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su
cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
Aunque este cuerno
extra pequeño, se describe como que tenia una boca grande, la cual usaba para
pelear en contra de Dios y de los santos.
(Daniel 7:25) Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del
Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán
entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Ya vimos que los cuernos representan reyes (o
líderes nacionales), por lo tanto “el cuerno pequeño” será un líder o
gobernante, cuyo dominio durará 3 ½ tiempos (o años). al líder que es conocido
como “el anticristo”.
En Apocalipsis se confirma lo que Daniel
describe acá. También el apóstol Juan recibió una visión similar de los últimos
tiempos. El también vio a la última bestia, y al líder de la boca grande.
(Apocalipsis 13:5-7) También se le dio boca que hablaba grandes cosas y
blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y
abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de
su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre
toda tribu, pueblo, lengua y nación.
GUERRA CONTRA DIOS Y LOS SANTOS
Tanto Juan como Daniel recibieron la
revelación en sus visiones de la guerra que el anticristo hará en contra de los
hijos de Dios. Y contrario a lo que podríamos suponer, Dios le va a permitir al
enemigo vencer—pero sólo por el tiempo determinado por Dios para sus propósitos
eternos.
(Daniel 7:21) Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos,
y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los
santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
A lo largo de Daniel, tanto de su vida como de
la parte profética, vemos repetido el mensaje que Dios está en control. Aunque
el Señor permita que los enemigos tengan triunfos temporales, al final se hace
claro que Dios es Soberano, y que Él es quien determina lo que acontecerá.
Al final, Dios va a juzgar a todos, y el
dominio que fue cedido a los enemigos cesará, porque el poder y la autoridad le
será dada a quien le pertenece: al Mesías y a Su Pueblo.
(Daniel 7:26-27) Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para
que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y
la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los
santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios
le servirán y obedecerán.
Aunque la visión tiene un buen final para el
pueblo de Dios, esto no resta lo terrible del proceso. Por eso, Daniel se quedó
turbado por la visión.
(Daniel 7:28) Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel,
mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi
corazón.
Es muy humano preocuparse por las imágenes
fuertes de los últimos tiempos. Pero no debemos dejarnos infectar por el miedo,
ya que el propósito de Dios al revelar lo que va a ocurrir es todo lo
contrario: es advertirnos para que estemos preparados, y para que permanezcamos
fieles hasta el final, sabiendo que todo está en control del Todopoderoso, y
que todo será para bien.
(Apocalipsis 13:10) “…Aquí está la paciencia y la fe de los santos.”
(Apocalipsis 14:12) Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
En la próxima entrada leeremos sobre otro
sueño que tuvo Daniel (cap. 8)…
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