Oseas 2:14 |
En la entrada anterior (“Atentos a los paralelos”), mencionamos que esta Pascua del 2020 fue histórica y profética: por primera vez, todo Israel se vio obligado a permanecer encerrados en sus casas por la pandemia, de forma similar a cuando todos los israelitas en Egipto se resguardaron en casa para protegerse de la última plaga.
Y esto no sólo se vivió en Israel, sino en casi todo el mundo. La noche de la Pascua (15 de Nisán), muchos estaban guardando la cuarentena en sus casas. Muchos creyentes estaban encerrados, orando para que Dios Todopoderoso los librara de la plaga. En estas circunstancias, muchos se vieron motivados para celebrar la Pascua por primera vez en sus vidas.
Al leer la narrativa del Éxodo, parece que las coincidencias no acaban en la Pascua. Seguimos viviendo paralelos con el viaje de los israelitas por el desierto, en los 50 días entre la salida de Egipto (Pascua) y la llegada al Monte de Sinaí (en Pentecostés o Semanas)…
PRUEBAS EN EL DESIERTO
Tras salir de Egipto, Dios guió a los israelitas a través del desierto. Los primeros 50 días, los israelitas pasaron pruebas en los siguientes lugares (Éxodo 13 al 20):
a. Cruce del Mar Rojo
b. Aguas amargas de Mara
c. Maná en el desierto de Sin
d. Ataque de Amalec en Refidim
e. Agua que brota de la Peña en Horeb
f. Entrega de la Ley en el Monte Sinaí
Cada una de estas pruebas trae una tremenda lección, pero no será el enfoque de este estudio (ver video: Mentalidad de esclavo a libre). Más bien, quiero que comparemos lo que los israelitas vivieron en esos 50 días, y veamos los paralelos que resaltan con lo que estamos viviendo hoy en el mundo (a causa del coronavirus)…
PRUEBAS EN LA ACTUALIDAD
1. MIEDO
Así como los israelitas sintieron miedo cuando el ejército de Faraón los persiguió hasta el Mar Rojo, también hoy se ha levantado una ola de miedo y pavor.
La amenaza del coronavirus se ha levantado como un espectro de muerte que ha provocado miedo e inseguridad en todo el mundo. Y no sólo es miedo a la enfermedad en sí, sino a la inseguridad sobre el futuro.
Esta prueba está revelando si nuestra fe está realmente puesta en Dios, o en la estabilidad que brinda el mundo (aunque esclaviza en un sentido espiritual).
2. MURMURACIÓN
Así como los israelitas se quejaron por las pruebas en el desierto, también hoy muchos se quejan porque su “vida normal” fue interrumpida.
La actitud correcta ante la prueba no es quejarse o murmurar contra Dios, sino clamarle. Es válido pedir a Dios, pero con un corazón humilde, sin reclamos ni demandas.
3. ESCASEZ
Así como los israelitas enfrentaron escasez en el desierto (agua y pan), también la crisis del coronavirus está provocando crisis económica.
La pausa en el trabajo está trayendo consecuencias económicas: falta de ingresos, desempleo, escasez, deuda, bancarrotas, etc.
4. ATAQUE A LOS MÁS VULNERABLES
En el camino del desierto, los israelitas fueron atacados por los amalecitas. Lo hicieron de forma cobarde, porque atacaron la retaguardia, donde estaban concentrados los que caminan más lento: los ancianos y los niños.
De forma similar, vemos que el coronavirus ha atacado a los más vulnerables, que son los ancianos, y las personas cuyas defensas están debilitadas por otras enfermedades.
5. ENCUENTRO CON DIOS
50 días después de salir de Egipto (en Pascua), los israelitas habían llegado al pie del Monte Sinaí (en Pentecostés o Fiesta de Semanas, en hebreo: Shavuot). Allí Dios tuvo un encuentro personal con Su Pueblo.
La Biblia dice que cuando Israel hizo un pacto con Dios en el Monte Sinaí, fue como si estuvieran haciendo un compromiso matrimonial (Jer. 31:32; Jer. 2:2; II Cor. 11:2), y el contrato matrimonial (heb. Ketubá) eran los mandamientos. El pueblo se comprometió a hacer todo lo que Dios les dijera (Éxodo 19).
La Biblia dice que las pruebas en el desierto sirvieron para probar el corazón del Pueblo de Dios.
(Deut. 8:2) Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Como consecuencia de la crisis del coronavirus, el mundo se detuvo. Esta pausa y reposo nos está dando la oportunidad de buscar a Dios como nunca antes. Ya no hay excusa que no tenemos tiempo. Es una oportunidad de oro para buscar a Dios.
(Jer. 29:13-14) Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. Me dejaré hallar de vosotros"—declara el SEÑOR…
Oremos para que este “desierto” que estamos viviendo nos acerque más a Dios…y no hayamos pasado por esta prueba de balde. ¿Vamos a comprometernos con Dios, o vamos a seguir como si nada pasó? La decisión es de cada uno.
Segundo Éxodo de su pueblo. Gracias
ResponderEliminarAsí es!!! esperamos ahora ese 2do Éxodo que será más impresionante que el primero (Jer. 23:7-8)
EliminarGracias Ana... estoy agradecida por laslecciones de nuestro pasado, ya que vienen a darnos luz de cual es el comportamiento que debemos tener. Leer Su palabra nos da fortaleza, esperanza, y refuerza nuestra Fe
ResponderEliminarAmen!!!
Eliminar