sábado, 12 de junio de 2010

Luna Nueva: MES 4

Hoy es Luna Nueva (heb. Rosh Jodesh), la cual marca el inicio de un nuevo mes en el calendario bíblico. Según el orden determinado por Dios (Exo. 12:1-2), éste es el inicio del Cuarto Mes.

En hebreo este mes se conoce como “Tamuz”, que literalmente significa “brote de vida”.

Sin embargo, éste también era el nombre de una deidad pagana babilónica, a quien consideraban el dios de la vegetación y la alimentación.

Tal vez nadie adore al dios Tamuz hoy en día, no obstante hay otras formas de idolatría que son equivalentes en el mundo moderno. La adoración de Tamuz equivale hoy a la sumisión a la naturaleza en lugar de a Dios, Creador de la naturaleza.  Es la fe en la "madre naturaleza".

El mundo ha convertido a la ciencia en su dios, y han rechazado a Dios quien creó la naturaleza y estableció las leyes científicas. El mundo acepta lo natural, pero rechaza lo sobrenatural y milagroso. Consideran que algo es “posible o imposible” basado en las fuerzas de la naturaleza, no en base a lo que Dios puede hacer.

Dios no está limitado por la naturaleza. Él la creó y Él estableció el orden de la naturaleza…pero toda la creación está subordinada a Su soberano poder.

Según la tradición, el 3 de Tamuz fue el día en que el sol se detuvo milagrosamente, en tiempos de Josué. Este es el día en que Dios demostró ante todos que Él está sobre la naturaleza (Josué 10:12-14).

Otros acontecimientos importantes en la historia de Israel que sucedieron en este mes son:

a. Brecha en el muro (9 Tamuz)
El ejército babilonio abrió brecha en el muro de Jerusalén, lo cual llevó a la posterior destrucción de la ciudad y del Templo (9 Av).

 El 9 Tamuz fue el día en que se abrió BRECHA en el muro de Jerusalén.
(Jer. 39:1-2) Y aconteció que Jerusalén fue tomada en el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes, cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. (2) En el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, se abrió brecha en el muro de la ciudad.

Esto sucedió tanto en tiempo de los babilonios (586 a.C.) como de los romanos (70 d.C.).

En ambos casos se suspendió el sacrificio diario (heb. Korban Tamid). En el tiempo de los babilonios, se suspendió por la falta de animales, debido al sitio. En tiempo de los romanos, se detuvieron a causa de la profanación del Templo, cuando los romanos colocaron un ídolo en el Lugar Santo.

b. El pecado del becerro de oro (17 Tamuz)
Según el cálculo de los rabinos, en el 17 de Tamuz ocurrió el Pecado del Becerro de Oro.
(Éxodo 32:1-4)  Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. (2) Y Aarón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. (3) Entonces todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que tenían en las orejas y los llevaron a Aarón. (4) Y él los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto.

El becerro de oro no era un ídolo pagano. Más bien pretendía ser una “imagen de Señor”, de Dios quien los había sacado de Egipto.  Este pecado consiste en hacerse una falsa imagen de Dios. Es adaptar a Dios a lo que uno quiere, en lugar de aceptarlo tal como es.

El Becerro de Oro también está relacionado con la “religiosidad”. La religión diseñada por el hombre presenta una imagen incompleta de Dios. Dicen conocer a Dios, pero prefieren “bajar” a Dios a su nivel que hacer el esfuerzo de “elevarse” a Él. Como Dios es demasiado grande, prefieren definirlo a su manera, y lo encasillan en un pequeño cuadro que pueden comprender con el limitado conocimiento humano.

Esto es hacer una “falsa imagen” de Dios. Este fue el pecado del Becerro de Oro.

La consecuencia de este pecado fue el alejamiento de Dios y el rompimiento de las Tablas de la Ley. No es casualidad que quienes siguen a una religión en lugar de a Dios terminen alejados del Señor y rechazando la Ley (heb. Torá).

¿MES NEGATIVO?
Después de leer todas las cosas negativas que sucedieron a los israelitas en este mes, uno podría pensar que Tamuz un mes malo.

La realidad es que el mes no es malo en sí, sino lo que hagamos de él.

Las circunstancias negativas pueden hacer dos cosas en nuestra vida:
*  nos destruyen
*  nos retan a ser mejores

Sin retos, no hay crecimiento.
Sin confrontación, no podemos ver las cosas tal como son.

El Señor dijo a través del profeta Zacarías que el ayuno de este mes, y los demás ayunos, se convertirán en días de gozo.
(Zacarías 8:19)  Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "El ayuno del cuarto mes , el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Judá en gozo, alegría y fiestas alegres. Amad, pues, la verdad y la paz."

Todo depende de nosotros, de nuestra actitud y de la forma en que enfrentamos las circunstancias, ya sean negativas como positivas.

La Biblia dice que todo ayuda para bien.
(Romanos 8:28)  Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.

Nótese que esta promesa es para los que aman a Dios, y los que siguen Su propósito.

Quien busca a Dios, lo encuentra, y encuentra Su favor.

La profecía de Zacarías sigue diciendo:
(Zacarías 8:20-23)  Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Y será que aun vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; (21) y los habitantes de una irán a otra, diciendo: 'Vamos sin demora a implorar el favor del SEÑOR, y a buscar al SEÑOR de los ejércitos. Yo también iré.' (22) "Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del SEÑOR." (23) Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'

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