Hay muchos de nosotros que queremos estar preparados para la venida del Novio. Por esta razón, desde hace varios años hemos organizado un ayuno parcial durante este período de arrepentimiento. Cada año ha sido diferente, pero el Señor ha sido fiel, y cada año Él nos ha tocado y transformado de una forma u otra. Cada año sentimos cómo el Señor viene a confrontarnos con algo que debe ser rectificado, y poco a poco Él nos limpia.
(Efesios 5:25-27) … Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, (26) para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, (27) a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
Con este fin convocamos también este año a un ayuno para el período de Teshuvá. Serán 40 días en los cuales tendremos la oportunidad de analizar nuestras vidas y pedir al Señor que nos muestre lo que debe ser rectificado. Sentimos la urgencia de hacerlo, porque queremos estar preparados para Su Venida. 
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