viernes, 20 de agosto de 2010

Joel (Día 11): Efectos de la Plaga (C)


Con la destrucción de las cosechas a causa de la plaga de langostas, no sólo los labradores y los novios salieron afectados, sino también los sacerdotes…

C. Sacerdotes sin ofrenda
Los sacerdotes vienen de la tribu de Leví. La tribu completa había sido apartada (es decir, santificada) para dedicarse a servir a Dios. Su herencia no era la tierra, sino el Señor mismo (Deu. 10:9). Por eso, los levitas no contaban con tierras para cultivar, sino sólo con ciudades donde pudieran habitar. Ellos no eran labradores, sino ministros de Dios y maestros del pueblo. Para su provisión, Dios determinó que ellos recibirían parte de las ofrendas que las otras tribus llevaran al Templo (Num. 18:8-15).
(Ezequiel 44:28-30)  Y con respecto a la heredad para ellos, yo soy su heredad; no les daréis posesión en Israel: yo soy su posesión. (29) 'Comerán la ofrenda de cereal, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa; toda cosa consagrada en Israel será de ellos. (30) 'Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y de toda clase de ofrenda de vuestras ofrendas, serán para los sacerdotes; también daréis al sacerdote las primicias de vuestras masas para que haga reposar una bendición sobre vuestra casa.

Pero en el tiempo de Joel, los sacerdotes se vieron indirectamente afectados por las plagas, ya que dejaron de percibir la provisión para su sustento.
(Joel 1:9) Han sido cortadas la ofrenda de cereal y la libación de la casa del SEÑOR. Están de duelo los sacerdotes, los ministros del SEÑOR.

Aún más serio que la pérdida material, fue la implicación espiritual.

Sacrificio en hebreo es “Korban”, que literalmente significa: acercarse.
Es el camino que Dios proveyó para acercarnos a Él. Pero en tiempos de Joel, ese camino se cerró. El Señor lo cortó, porque el pueblo no se había arrepentido.

Aparentemente todavía se podían hacer sacrificios animales. Sin embargo, los principales sacrificios (el holocausto, la expiación y el sacrificio continuo) debían ir acompañados de una ofrenda de cereal y una libación. Lo mismo aplicaba para las ofrendas especiales de los días santos (Día de Reposo, Luna Nueva y las Fiestas—Num. 28 & 29).
(Números 15:4-5) entonces el que presente su ofrenda, traerá al SEÑOR una ofrenda de cereal de una décima de un efa de flor de harina mezclada con un cuarto de un hin de aceite. (5) Tú prepararás vino para la libación, un cuarto de un hin con el holocausto o para el sacrificio, por cada cordero.

La harina, el aceite y el vino eran parte esencial de los sacrificios. Pero, luego de la plaga de langostas, no había forma de conseguir estos ingredientes en todo el territorio.
(Joel 1:10) El campo está asolado, la tierra está de duelo, porque el grano está arruinado, el mosto se seca, y el aceite virgen se pierde.

La pérdida más evidente fue cuando se detuvo el sacrificio continuo (Korban Tamid), es decir, la ofrenda que se hace cada mañana y cada tarde en el Templo (Exo. 29:38-42; Num. 28:1-8). En la historia y en la profecía, el cese del sacrificio continuo es una señal de que algo muy malo está pasando (Dan. 8:10-13; Dan. 9:26-27; Dan. 11:31; Mat. 24:15-22).

Sin los sacrificios, se cerrarían las puertas del Templo. Se estaba cerrando el camino hacia Dios.

ESTADO DEL SACERDOCIO
El profeta Jeremías describe el estado de los líderes espirituales de esos tiempos.
(Jeremías 2:7-11)  Yo os traje a una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de sus delicias; pero vinisteis y contaminasteis mi tierra, y de mi heredad hicisteis abominación. (8) Los sacerdotes no dijeron: "¿Dónde está el SEÑOR?" Los que se ocupaban de la ley no me conocieron, los gobernantes se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaban por Baal, y andaban tras cosas que no aprovechan. (9) Por tanto, aún contenderé con vosotros--declara el SEÑOR-- y con los hijos de vuestros hijos contenderé. (10) Pasad, pues, a las islas de Quitim y ved, enviad gente a Cedar y observad atentamente, y ved si ha habido cosa semejante: (11) ¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, aunque ésos no son dioses? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.

Ezequiel y Miqueas lo describen de una forma aún más fuerte.
(Ezequiel 22:26) Sus sacerdotes han violado mi ley y han profanado mis cosas sagradas; entre lo sagrado y lo profano no han hecho diferencia, y entre lo inmundo y lo limpio no han enseñado a distinguir; han escondido sus ojos de mis días de reposo, y he sido profanado entre ellos.

(Miqueas 3:11-12)  Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: ¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno. (12) Por tanto, a causa de vosotros, Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, y el monte del templo será como las alturas de un bosque.

Antes que escaseara el pan material había faltado el pan espiritual. En lugar de enseñar la verdad al pueblo y hacer un llamado al arrepentimiento, los sacerdotes participaban de la corrupción. Tal vez seguían cumpliendo con sus rituales, pero no mantenían una relación íntima con el Señor. Por eso, Joel dice:
(Joel 1:13)  Ceñíos de cilicio, y lamentaos, sacerdotes; gemid, ministros del altar. Venid, pasad la noche ceñidos de cilicio, ministros de mi Dios, porque sin ofrenda de cereal y sin libación ha quedado la casa de vuestro Dios.

Supuestamente los sacerdotes debían saber cuál era la solución para la crisis de la nación:
(Joel 1:14)  Promulgad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la casa del SEÑOR vuestro Dios, y clamad al SEÑOR.

El ayuno los llevaría al arrepentimiento. Si el pueblo se humillaba y buscaba el Rostro de Dios, Él los perdonaría y sanaría la tierra (2 Cro. 7:14).

ORACION
Hoy no nos levantamos a juzgar a los líderes espirituales, sino a rogar por ellos. Envía, Señor, un espíritu de arrepentimiento que los cubra, y los descubra. Limpia tu casa, Señor. No permitas que los líderes sean piedra de tropiezo para Tu pueblo.


Levanta a líderes espirituales conforme a Tu corazón. Levanta a maestros que enseñen la verdad, para que el Pan no falte. Levanta a profetas y nazareos que contagien al pueblo con la pasión de buscar Tu Rostro, para que el Vino y el Aceite no falten.


Reestablece el sacrificio continuo en Tu iglesia, para que día a día demos gracias por Tu entrega en la Cruz y también recordemos la entrega que nos toca hacer a nosotros.


[Silencio para escuchar]

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