miércoles, 25 de agosto de 2010

Joel (Día 16): La Historia se Repite


Para poder entender los siguientes versículos de Joel, debemos ver un poco de la historia de Israel, ya que  ésta se repetirá.

En la mentalidad griega, la historia se estudia en forma “lineal”. Se aprecia como una secuencia, pero sin mucha relación entre el pasado y el presente, y mucho menos el futuro.
En cambio en la perspectiva hebrea, la historia aparece en forma “espiral”, ya que hay patrones que se repiten. Un ejemplo de esto es el ciclo de fiestas bíblicas, que tienen su historia y su cumplimiento, además de su celebración año tras año, y van cargadas de revelación profética. Otro ejemplo es la invasión de Jerusalén por Babilonia en el año 586 a.C., que volvió a suceder a manos de los romanos en el año 70 d.C., y volverá a repetirse al final. Los últimos tiempos será la culminación de la historia de la humanidad, tal como la conocemos.

Pero antes de hablar del fin, volvamos a la historia…

PERSPECTIVA HISTÓRICA
Dios le dio la Tierra de Israel a Su pueblo. Pero les advirtió que si obedecían, cumpliendo su parte del Pacto, Él los bendeciría en gran manera.
(Deuteronomio 11:12-15)  Es una tierra que el SEÑOR tu Dios cuida; los ojos del SEÑOR tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año. (13) Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al SEÑOR vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, (14) El dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite. (15) Y El dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás y te saciarás.

Sin embargo, si pecaban y desobedecían, no sólo cortaría la lluvia de los cielos, sino que los echaría del territorio.
(Deuteronomio 11:16)  Cuidaos, no sea que se engañe vuestro corazón y os desviéis y sirváis a otros dioses, y los adoréis. (17) No sea que la ira del SEÑOR se encienda contra vosotros, y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no produzca su fruto, y pronto perezcáis en la buena tierra que el SEÑOR os da.

Cuando se apartaban del camino, el Señor enviaba a Su pueblo pruebas que los hacían reaccionar. Pero las cosas fueron de mal en peor, hasta que llegaron al punto de indiferencia e indolencia. Ya nada los hizo reaccionar. En ese momento, Dios levantó a profetas para llamar al pueblo al arrepentimiento antes de mandar juicio. Esto lo hizo por un período de cien años. Aun mandó plagas, como ya vimos…pero nada los hizo reaccionar.

Dios es muy paciente, tardo para la ira y grande en misericordia. Pero Él también es justo, y no puede dejar pasar por alto el pecado (Exo. 34:6-7). Cuando llegó al colmo la maldad de Israel, sin mostrar arrepentimiento, Dios tuvo que disciplinarlos con la última consecuencia: la invasión extranjera y la expulsión de la Tierra.
(Salmo 106:34-43)  No destruyeron a los pueblos, como el SEÑOR les había mandado, (35) sino que se mezclaron con las naciones, aprendieron sus costumbres, (36) y sirvieron a sus ídolos que se convirtieron en lazo para ellos. (37) Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios, (38) y derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre. (39) Así se contaminaron en sus costumbres, y fueron infieles en sus hechos. (40) Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra su pueblo, y El aborreció su heredad. (41) Los entregó en mano de las naciones, y los que los aborrecían se enseñorearon sobre ellos. (42) Sus enemigos también los oprimieron, y fueron subyugados bajo su poder. (43) Muchas veces los libró; ellos, sin embargo, fueron rebeldes a su consejo, y se hundieron en su iniquidad.

Dios usó a los enemigos de Israel para disciplinarlos. En el año 586 a.C. usó a Babilonia, cuyo ejército destruyó Jerusalén. En el año 70 d.C. Roma hizo lo mismo. En los últimos tiempos, el instrumento de juicio será el Anticristo. En la Biblia vemos que Dios se refirió al rey de Babilonia y al rey de Persia como “mis siervos”, aunque ellos eran impíos (Jer. 27:4-7; Dan. 5:18-19). Aunque esto ofenda a muchos, la realidad es que debería darnos paz, porque nos hace ver que Dios está en control. Estos no tienen más poder que el que les es dado por Dios. 

Teniendo esta perspectiva histórica, a grandes rasgos, podremos apreciar mejor lo que está escrito en la profecía de Joel. Lo que sucedió en tiempos de la invasión babilónica, volverá a suceder en los últimos tiempos. La única diferencia es que al final veremos la culminación de la profecía y el cumplimiento completo.

Por lo tanto, sigamos estudiando el texto de Joel, considerando sus múltiples aplicaciones.

ORACION
Señor, quiero aprender de la historia para no cometer los mismos errores que los antepasados. Quiero entender tus tiempos, en lugar de esperar que Tú te ajustes a los míos.  Estoy dispuesto a oír la profecía y atender su mensaje.

Te pido que abras mi mente para entender la profecía, y abras mi corazón para entender Tus intenciones. Quiero conocerte y no quiero ofenderme por lo que vendrá.

Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos, con todo yo me alegraré en Ti, Señor, y me regocijaré en el Dios de mi salvación. [Hab. 3:17-18]

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