viernes, 13 de agosto de 2010

Joel (Día 4): Sin ofensa


(Isaías 26:9) …porque cuando la tierra tiene conocimiento de tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo.

OFENSA POR EL JUICIO
Muchos van a ofenderse por los juicios de Dios en los últimos tiempos. Dirán: “Si Dios es amor, ¿por qué permite eso?”

Dios anticipó esta pregunta. En la Biblia dice lo siguiente:
(Deuteronomio 29:22,24) Y la generación venidera, vuestros hijos que se levanten después de vosotros y el extranjero que venga de tierra lejana, cuando vean las plagas de la tierra y las enfermedades con las que el SEÑOR la ha afligido, dirán: … ¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra? ¿Por qué esta gran explosión de ira?

La pregunta no es nueva, y la respuesta sigue siendo la misma. El texto sigue diciendo:
(Deuteronomio 29:25-29) Y los hombres dirán: Porque abandonaron el pacto que el SEÑOR, el Dios de sus padres, hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto. (26) Y ellos fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y los cuales El no les había dado. (27) Por eso, ardió la ira del SEÑOR contra aquella tierra, para traer sobre ella toda maldición que está escrita en este libro; (28) y el SEÑOR los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a otra tierra, hasta hoy. (29) Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.

Hay muchas cosas que no entendemos del universo y de la vida, pero lo que necesitamos saber está escrito en la Palabra de Dios.

La vida es más simple de lo que nos imaginamos: si uno obedece a Dios, le irá bien, recibirá bendición y tendrá vida. Si desobedece, vendrá maldición y muerte.

Dios puso las reglas del juego, pero es uno quien escoge el resultado. Aun así, el deseo de Dios es que escojamos la vida. Aun si caemos, nos da la oportunidad de arrepentirnos y vivir.
(Ezequiel 18:31-32)  Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? (32) Pues yo no me complazco en la muerte de nadie --declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y vivid.

POR AMOR
Los juicios de Dios no son “venganza”, sino corrección. Es por amor, para que nos vaya bien.
(Proverbios 3:11-12)  Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, (12) porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.

A muchos les cuesta entender esto porque no conocen el verdadero amor. Amar no es “quedar bien” con el otro, sino buscar su bien, lo que les conviene. Muchas veces nos comportamos como adolescentes reclamándole a Dios por no hacer las cosas como nosotros creemos que deben ser, pero El sabe mejor lo que nos conviene.

PARA UN BIEN MAYOR
Hay algo que debemos entender del corazón de Dios: Él nunca enviará un juicio que tenga un precio más alto que el beneficio que se logrará de él.

Un ejemplo de esto es el Diluvio en tiempos de Noé. Fue un mal necesario, ya que todos estaban corruptos de tal forma que no había vuelta para atrás. Pero antes de enviar la lluvia, Dios envió una advertencia. Hizo un llamado al arrepentimiento durante cien años, mientras Noé construía el Arca. Pero nadie se arrepintió; sólo Noé y su familia creyeron y fueron salvos. Si el Diluvio no hubiera pasado, los hijos de Noé se hubieran contaminado con todo el mal que les rodeaba, y al final la humanidad entera se hubiera exterminado a sí misma.

¿Dónde está la medida justa entre la justicia y la misericordia?  Nosotros como humanos no lo podemos saber...pero Dios sí lo sabe. Debemos aprender a confiar que Él es Dios, y todo lo que hace es para bien.

La clave está en buscar Su Rostro, y no Su Mano.

SIN OFENSA
En medio del juicio debemos buscar el corazón de Dios, y no ofendernos por lo que Él haga. Jesús dijo:
(Mateo 11:6)  Bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.

Si conocemos bien a Dios, sabremos que todo es para bien (Rom. 8:28), porque Él es bueno, Él es justo, Él es misericordioso. Nunca se equivoca.

Si no estamos seguros que algo es bueno, o si dudamos de que Dios esté en control de todo, es porque aún no conocemos bien al Señor. En ese caso, nuestra misión debe ser procurar conocerlo más.

ORACIÓN
Señor, no quiero ofenderme por tus juicios. Yo sé que Tú eres bueno y eres justo. Si necesito disciplina, no la rechazaré, ni aborreceré Tu reprensión, porque sé que Tú me amas.

Echo fuera todo miedo de mi corazón, porque el amor echa fuera el temor. Yo sé que Tú me amas, y confío en que todo lo que haces será para nuestro bien.

Espíritu de Dios, habla a mi corazón, y revélame el amor del Padre. Quiero entender Su corazón, y no sólo buscar Su mano.

[Silencio para escuchar]

1 comentario:

  1. Mis amados mil gracias por este estudio, esta precio me llena , me conmueve pero sobre todo me sacude y confronta a mi generacion, les amo grandemente y que Dios siga derramando de su revelacion sobre ustedes para que nos inspire a nosotros a ir por mas.. Toda la gloria al Rey de Reyes y señor de señores.. Saludos de Monterrey Mexico

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