martes, 7 de septiembre de 2010

Joel (Día 29): Celo Divino y Compasión


Luego que el pueblo ayuna y se arrepiente, vemos la respuesta del Señor...
Lo primero que hace es explicar la razón por la que permitió la plaga de langostas, la sequía, el fuego y la invasión extranjera.
(Joel 2:18)  Entonces el SEÑOR se llenará de celo por su tierra, y tendrá piedad de su pueblo.

Todo lo ha hecho por amor.

a. Celo Divino (heb. Kaná)
Hay una diferencia entre “celos” y “celo”.

Celos son los sentimientos de inquietud sospechar que la persona amada siente preferencia por otra.

En contraste, Celo es el cuidado y esmero en el cumplimiento de los deberes. También es el interés ardiente y activo por una causa o persona.

Los celos humanos se manifiestan por inseguridad, pero el Celo divino viene porque Dios sabe quién es Él y lo que debería ser Su Pueblo (Exo. 20:5; 34:14; Deu. 4:24; 5:9). El Celo divino está basado en el amor, en el interés ardiente de Dios por los Suyos.

Pablo sintió celo divino en su esmero por preparar a la Iglesia como la Novia de Cristo.
(2 Corintios 11:2)  Porque celoso estoy de vosotros con celo de Dios; pues os desposé a un esposo para presentaros como virgen pura a Cristo.

b. Compasión Divina (heb. Jamal)
Dios tiene misericordia de Su Pueblo, y por eso los corrige antes que se autodestruyan. Dios disciplina a quien ama (Heb. 12:6).

Lo que motiva a Dios es el amor profundo que siente por Su Pueblo. Ese amor se ha manifestado en forma de celo divino y compasión.

Otros profetas también hablan de esto:
(Zacarías 1:14-17)  Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Proclama, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Estoy celoso en gran manera por Jerusalén y por Sion, (15) y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal. (16) Por tanto, así dice el SEÑOR: Me volveré a Jerusalén con compasión; en ella será reedificada mi casa—declara el SEÑOR de los ejércitos—y el cordel será tendido sobre Jerusalén. (17) Proclama de nuevo, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Otra vez rebosarán mis ciudades de bienes, otra vez el SEÑOR consolará a Sion y de nuevo escogerá a Jerusalén.

Dios usó a Babilonia para castigar a Israel, pero luego Él castigará a Babilonia por su maldad. [Veremos esto en el capítulo tres de Joel.]
(Ezequiel 36:5-8)  por eso, así dice el Señor DIOS: Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra las demás naciones y contra todo Edom, que se han apropiado para sí de mi tierra como posesión, con alegría, de todo corazón y con desprecio de alma, para dejarla como presa.' (6) Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles:  Así dice el Señor DIOS: He aquí, yo he hablado en mi celo y en mi furor porque habéis soportado los insultos de las naciones. (7) Por lo cual, así dice el Señor DIOS: Yo he jurado que las naciones que os rodean, ellas mismas soportarán sus insultos. (8) Pero vosotros, montes de Israel, echaréis vuestras ramas y produciréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque pronto vendrán.

(Ezequiel 39:23-29)  Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue al cautiverio por su iniquidad porque actuaron pérfidamente contra mí; escondí, pues, mi rostro de ellos, los entregué en manos de sus adversarios y todos ellos cayeron a espada. (24) Conforme a su inmundicia y conforme a sus transgresiones, así los traté, y de ellos escondí mi rostro. (25) Por tanto, así dice el Señor DIOS: Ahora restauraré el bienestar de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso de mi santo nombre. (26) Y ellos olvidarán su ignominia y todas las infidelidades que cometieron contra mí, cuando habiten seguros en su tierra sin que nadie los atemorice. (27) Cuando yo los traiga de entre los pueblos y los reúna de las tierras de sus enemigos, seré santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. (28) Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, porque los hice ir al cautiverio entre las naciones, y después los reuní de nuevo en su propia tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. (29) No les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi Espíritu sobre la casa de Israel--declara el Señor DIOS.

Después de la disciplina por amor, vendrá la restauración. Mañana lo veremos con más detalle…


ORACIÓN
Señor, Tú eres un Dios celoso, y no compartirás a Tu pueblo con nadie. También eres misericordioso y compasivo. Todo lo haces por amor. Señor, quiero aprender a apreciar Tu amor, en las buenas y en las malas.

Señor, no quiero ofenderme por Tus juicios. Sé que Tú eres bueno, y todo será para bien. Confío en Ti. Permíteme entender Tu corazón y Tus intenciones.

[Silencio para escuchar]

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