martes, 30 de noviembre de 2010

Januka II: La Luz y los Milagros

MILAGRO DE JANUKA

La celebración de Januka gira en torno a los milagros que ocurrieron en ese tiempo.

a. Milagro de la Identidad
Los griegos estaban tratando de asimilar a los judíos a la cultura griega, primero voluntariamente pero luego a la fuerza.
...Milagrosamente un remanente siguió fiel a Dios y a su Palabra. Ellos no perdieron su identidad como pueblo de Dios, ni cedieron sus principios para ser aceptados por los que estaban en poder.

b. Milagro Militar
Lo que comenzó como un conflicto cultural, terminó como una guerra militar. El rey Antíoco envió un enorme ejército a Israel para acabar con el pequeño ejército de sacerdotes “rebeldes” que luchaban por no ser helenizados y permanecer fieles a Dios.
Milagrosamente los judíos ganaron, a pesar de la disparidad en número de ambos ejércitos.

c. Milagro de la Luz
Cuando los griegos tomaron control de Jerusalén, ocuparon el Templo y lo profanaron. En ese tiempo se apagó el fuego en el Altar y en la Menorá (Candelabro). Pero luego de la milagrosa victoria de los judíos, recuperaron el Templo y de inmediato se dispusieron a limpiarlo y purificarlo. Cuando quisieron encender la Menorá, se dieron cuenta que sólo había quedado un frasco de aceite con el sello sacerdotal, especialmente hecho para el candelabro santo. Ese aceite era suficiente sólo para un día.
Milagrosamente el aceite duró ocho días, el tiempo suficiente para hacer nuevo.

Por esta razón, tradicionalmente se encienden ocho velas durante ocho días para celebrar Januka, recordando estos milagros que Dios hizo por su pueblo.

Este es un tiempo de milagros. En una época de oscuridad, la luz del Señor puede brillar en nuestras vidas. Si ponemos nuestra confianza en Dios, lo que parecía imposible puede ser posible.


CELEBRACIÓN
La fecha en que los macabeos rededicaron el Templo fue el 25 de Kislev (mes 9). Desde entonces, cada 25 de Kislev se celebra la Fiesta de la Dedicación (Januka). Se celebra durante ocho días, en memoria de los ocho días que milagrosamente brilló la luz en el Candelabro (Menorá) del Templo, con una sola vasija de aceite.

Por tradición, se enciende un candelabro con 9 brazos—ocho brazos por cada día de la fiesta, y uno para el “siervo”, la cual es la vela más alta y sirve para encender todas las demás.

El primer día se comienza encendiendo la vela más alta, es decir “el siervo”, y con ésta se enciende la primera. El segundo día, de nuevo se comienza encendiendo “el siervo”, y con ésta se enciende la primera y la segunda. Así se hace progresivamente, hasta llegar al octavo día cuando se encienden todas las luces.

¡Que la Luz de Dios brille en sus vidas, en esta época y durante todo el año!



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