lunes, 19 de septiembre de 2011

Nehemías 3: Puerta del Muladar

5.  Puerta del Muladar
La quinta puerta que reconstruyeron en tiempos de Nehemías fue la Puerta del Muladar.
(Nehemías 3:14)  Y Malquías, hijo de Recab, oficial del distrito de Bet-haquerem reparó la puerta del Muladar. La edificó y asentó sus hojas, sus cerrojos y sus barras.

Como ya mencionamos, ésta era la puerta a través de la cual se sacaba la basura y el estiércol de la ciudad.  Por eso, algunas traducciones la llaman: Puerta del Estiércol.   

Aunque no suene como algo “bonito”, en realidad esto es muy necesario.  El cuerpo se deshace de la parte de los alimentos que ya no le sirven en forma de excremento; si no lo hace, el cuerpo se intoxica.  De igual forma, una ciudad debe tener una vía de escape para sacar aquello que no sirve, de lo contrario se contamina.

El estiércol es el excremento de los animales.  En la antigüedad, la gente usaba animales grandes como medio de transporte, carga y trabajo.  Cuando entraban a las ciudades, estos animales dejaban excremento por donde pasaban, pero era necesario limpiarlo, de lo contrario se apestaba la ciudad y se contaminaba.

En un sentido espiritual, el estiércol representa ciertos pecados que se manifiestan externamente con actitudes desagradables.  Así como el estiércol apesta, también nuestras malas actitudes ahuyentan a la gente.  Es necesario que los saquemos para no contaminar a la comunidad.  Entre estos pecados están: el odio, el resentimiento, la arrogancia, la soberbia, el chisme, la envidia, el egoísmo, la maledicencia, etc. 
(Colosenses 3:8-10)  Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca.  (9)  No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,  (10)  y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó. 

Lo interesante es que si se echa el estiércol en el muladar, con el tiempo éste se convierte en abono.  De la misma manera, al deshacernos de nuestras malas actitudes, se abre paso a que adoptemos buenas actitudes que se convertirán en un buen testimonio al mundo.
(Col 3:12-14)  Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;  (13)  soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.  (14)  Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad.

El origen del estiércol es interesante, porque proviene de los alimentos que son necesarios para nuestra supervivencia.  Cuando uno come, el sistema digestivo asimila los nutrientes, y desecha todo lo demás.  Eso es lo que debemos aprender a hacer también nosotros. 
(I Tesalonicenses 5:21-22)  Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal. 

Otro tipo de Basura
Hay otro tipo de basura que debemos desechar en esta puerta espiritual.  Es la auto-justificación.  Cuando vamos avanzando en el camino espiritual, llegamos a un punto que nos creemos tan buenos, que eso nos ciega de ver la obra de Dios en nosotros.  Pablo se refiere a esta actitud como “estiércol”. 
(Filipenses 3:4-9)  Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne, si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más;  (5)  circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley, fariseo;  (6)  en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.  (7)  Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor a Cristo.  (8)  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo,  (9)  y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es de la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. 

Cuando uno cree que es justo por uno mismo, esa actitud nos aleja de Dios, porque uno llega a pensar que no lo necesita.  Pero cuando uno reconoce que todo lo bueno que uno pudiera tener proviene de Dios, uno lo busca a Él con desesperación y pasión. 

Todo aquello que nos robe de la oportunidad de conocer más al Señor, debemos botarlo en la Puerta del Muladar, para poder seguir avanzando.

Un Arma Espiritual
El Señor instruyó a Su Pueblo a dejar todo excremento fuera del campamento. 
(Deuteronomio 23:12-14)  Y tendrás un lugar fuera del campamento, y saldrás allá fuera.  (13)  Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento:  (14)  Porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, será santo tu campamento; para que Él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.

Es interesante ver que el instrumento que se usaba para cubrir el excremento era una estaca, la cual iba junto con las armas.  Mantener nuestra vida limpia, tanto acciones como actitudes, constituye un arma espiritual que mantendrá lejos al enemigo, y cerca la Presencia del Señor. 

Oremos…
Quiero limpiar mi vida de toda basura y estiércol, pues esto está haciendo que tanto la gente como Tú se alejen de mí.  Hoy me dirijo a la Puerta del Muladar, y salgo a quemar toda mi basura y pecado fuera del campamento.

Señor, reconozco que mis justicias son como trapo de inmundicia. Las tengo como pérdida, como estiércol.  El único justo eres Tú, y eres el único que me puede justificar.  Señor, Tú eres quien levanta del polvo al pobre, y del muladar al menesteroso, para hacerle sentar con príncipes, y hacerle heredar un trono de honor. Tú guardas los pies de Tus santos, más los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.

Recibo tu perdón, y tu limpieza, y tu amor, Señor.   Tú lo eres todo para mí.

[Exo. 29:14; Lev. 4:11-12; Isa. 64:6; Fil. 3:4-9; I Sam. 2:8-9]

(Ezequiel 36:33-36)  Así dice Jehová el Señor: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que habitéis las ciudades, y las ruinas serán edificadas.  (34)  Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a la vista de todos los que pasaron.  (35)  Y dirán: Esta tierra que estaba asolada ha venido a ser como el huerto del Edén; y las ciudades que estaban desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas.  (36)  Y las naciones que queden en vuestros alrededores, sabrán que yo Jehová reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba asolado. Yo Jehová he hablado, y lo haré.

12 comentarios:

  1. Anónimo4/7/15 14:54

    la puerta muladar fue la 5ta

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  2. Es de gran Bendición en mi vida gracias al Señor. Por su bendita palabra gracias a mis hermanos Amados por la obra del Señor. Lluvia de Bendiciones.Osciló Santo

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  3. Excelente enseñanza de gran bendición para mi vida.

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  4. Bendita palabra hermosa verdad. Que el Señor nos ayude a deshacernos de toda basura para que pueda depositar en nosotros las virtudes del fruto de su Santo Espíritu amen

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  5. Amén gloria a Dios, muy buen mensaje y la verdad necesitamos mucho por aprender, en mi caso me sirve para ser más sencillo todavía, toda vez que de repente pensamos que somos muy buenos, pero Dios conoce nuestro corazón y pensamiento, gracias por la palabra que Dios te bendiga


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  6. Excelente Enseñanza,para ser edificado

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  7. Dios lo bendiga por esas enseñanzas alabado sea el nombre del señor que nos sacó del muladar adelante en el señor bendiciones

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  8. Muy linda enseñansa

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  9. Amén gloria a Dios poderoso por hermosa enseñanza y aprendizaje q el soberano derrame más sabiduría en ust. Hermano

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