martes, 20 de septiembre de 2011

Nehemías 3: Puerta de la Fuente

Luego de haber pasado por el valle y descubrir lo que había en nuestros corazones, fuimos a botar todo lo malo al muladar.  Ahora seguimos avanzando por las puertas de Jerusalén.  Las puertas anteriores iban en descenso, pero a partir de este momento las puertas van en ascenso, subiendo poco a poco.

Después de habernos deshecho de la basura, es natural desear bañarse y limpiarse con agua. 
(Zacarías 13:1-2)  Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza.  (2)  Y sucederá aquel día--declara el SEÑOR de los ejércitos-- que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo.

6.  Puerta de la Fuente
La sexta puerta es la de la Fuente.  Esta es la primera en el ascenso.
(Nehemías 3:15)  Salum, hijo de Col-hoze, oficial del distrito de Mizpa, reparó la puerta de la Fuente. La edificó, la revistió y asentó sus hojas, sus cerrojos y sus barras, y la muralla del estanque de Siloé en el jardín del rey hasta las gradas que descienden de la ciudad de David.

“Fuente” en hebreo es “Ayin”, que literalmente significa: ojo.  En relación con agua, se refiere a un manantial (en español: “ojo de agua”). Un manantial es una fuente continua de agua.

La Puerta de la Fuente daba acceso al estanque de Siloé, y por ello recibía su nombre.  Este estanque recibía el agua a través de un conducto subterráneo cortado entre las rocas, proveniente de una fuente subterránea muy profunda.   También nuestra fuente de agua espiritual procede de la Roca.


Manantial Espiritual
Hay varias referencias bíblicas sobre lo que representa la fuente:
·         La sabiduría (Prov. 13:14)
·         El temor de Dios (Prov. 14:27)
·         La boca del justo (Prov. 10:11; Prov. 18:4)

Éstas se pueden resumir en uno, quien nos da todas ellas: el Espíritu de Dios.
(Isaías 44:3-5)  Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes.  (4)  "Ellos brotarán entre la hierba como sauces junto a corrientes de agua."  (5)  Este dirá: "Yo soy del SEÑOR", otro invocará el nombre de Jacob, y otro escribirá en  su mano: "Del SEÑOR soy" y se llamará con el nombre de Israel.

Juan lo confirmó cuando Jesús dijo que quien creyera en él, fluiría un manantial.
(Juan 7:37-39)  Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.  (38)  El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: "De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva."  (39)  Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.

El Espíritu Santo es la parte de Dios que vive dentro de nosotros.  Es el regalo que Jesús nos dejó cuando subió al Cielo.  Mientras que Él venga, tendremos Su Presencia en la forma del Espíritu Santo, quien nos alienta, nos exhorta, nos guía, nos da entendimiento y sabiduría.  Lo que no podíamos hacer por nosotros mismos, Él nos ayuda a hacerlo. 

Con el Espíritu Santo de nuestro lado, podemos comenzar el camino de ascenso hacia el Monte de Dios. 
(Romanos 8:11-17)  Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros.  (12)  Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne,  (13)  porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.  (14)  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.  (15)  Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!  (16)  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,  (17)  y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.

Luego de que las pruebas de la vida sacan a luz nuestra basura, Dios nos trae a la Puerta de la Fuente.  Nos llena de su Santo Espíritu, quien nos limpia, nos guía a la verdad y nos capacita para vivir una vida recta.
(Salmo 36:6-9)  Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh SEÑOR, al hombre y al animal.  (7)  ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas.  (8)  Se sacian de la abundancia de tu casa, y les das a beber del río de tus delicias.  (9)  Porque en ti está la fuente de la vida; en tu luz vemos la luz.

La Puerta de la Fuente era la entrada para los que querían ir al Estanque de Siloé en Jerusalén.  Allí fue donde Jesús sanó al ciego.  Él le echó lodo en los párpados, y después le dijo que se fuera a lavar al estanque de Siloé, la fuente de aguas vivas. 
(Juan 9:6-7)  Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos,  (7)  y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). El fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
De la misma manera, hoy, tenemos enlodados los ojos con lo terrenal, y sólo eso podemos ver.  Pero si nos lavamos los ojos en la fuente de las aguas vivas del Espíritu Santo, Él nos abrirá los ojos para que podamos ver la realidad espiritual.
Puerta en Ruinas
Esta fue la puerta que Nehemías vio en tal estado de ruina que no pudo pasar (2:14).  No pasó porque iba de noche, y necesitaba reconstruir primero las otras puertas para poder hacerlo.  Este tramo estaba en tal mal estado porque fue uno de los puntos más atacados por los babilonios (II Reyes 25:4).  De la misma manera, esta puerta espiritual es una de las que recibe más ataques del enemigo.

Esta puerta también parece estar “en ruinas” el día de hoy.  Muchos creyentes tienen edificios y doctrinas, pero no tienen al Espíritu Santo que nos capacita para ser lo que no podemos ser por nosotros mismos.  Muchas denominaciones se quedan en la puerta anterior sin poder avanzar, puesto que han rechazado al Espíritu Santo.  Por eso muchas iglesias están “muertas”.
(Jeremías 17:13-14)  Oh SEÑOR, esperanza de Israel, todos los que te abandonan serán avergonzados. Los que se apartan de ti serán escritos en el polvo, porque abandonaron al SEÑOR, fuente de aguas vivas.  (14)  Sáname, oh SEÑOR, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.

(Jeremías 2:13)  Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.

¿En quién hemos puesto nuestra confianza?  Cuidemos de no rechazar al Espíritu de Dios, quien es nuestra Fuente de Aguas Vivas. 


Oremos…
Señor, hemos llegado a la Puerta de la Fuente.  Hemos dejado atrás la basura que nos frenaba de avanzar.  Pero ahora queremos que Tú nos laves con tu sabiduría y entendimiento, con Tu Palabra.  Llénanos con tu Santo Espíritu, derrama agua y torrentes sobre esta tierra sedienta y seca.  También derrama Tu Espíritu sobre tu posteridad, y bendición sobre mis descendientes, para que ellos broten como sauces junto a corrientes de agua. 

Nos ponemos en la brecha por la parte de la Iglesia que ha rechazado al Espíritu Santo.  Te pedimos perdón, Señor.  Trae avivamiento a Tu Iglesia, Abba Padre.

Ten misericordia, y manifiéstate con poder para que te veamos.  Señor, haz un milagro como el que hiciste en el Estanque de Siloé, donde le echaste lodo en los ojos al ciego, y luego que se limpió en las aguas pudo ver. Abre nuestros ojos espirituales.  Derrama Tu Espíritu sobre nosotros.

[Zacarías 13:1; Isa 44:3-5; Juan 9:6-7]

5 comentarios:

  1. Dioslos bendiga por que el es el Dios piadoso, el lava nuestros hojos y nos deja ver con claridad y sentir su espiritu santo.

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  2. muy interesante y de mucha bendiion gracias

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  3. "El Espíritu Santo es la parte de Dios que vive dentro de nosotros. Es el regalo que Jesús nos dejó cuando subió al Cielo." Se esta refiriendo a TODOS. Porque si no me equivoco hubieron unos tantos esperando en el aposento alto y recibieron la promesa de Jesus. Y los demás reciben esta promesa así porque si? Perdone quiero entender... respuesta puede ser en maritzaencarnacion900@gmail.com

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  4. "El Espíritu Santo es la parte de Dios que vive dentro de nosotros. Es el regalo que Jesús nos dejó cuando subió al Cielo." Es para TODOS? En el aposento alto estuvieron esperando 3,000 y recibieron la promesa. Es este el bautismo del Espíritu Santo, no se refiere al bautismo en agua. " Es el regalo que Jesús nos dejó cuando subió al Cielo." Es para TODOS? "Esperando" abarca muchas cosas.

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  5. Como puedo acceder a su pagina de forma directa??

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