jueves, 22 de septiembre de 2011

Nehemías 3: Puerta de los Caballos

8.  Puerta de los Caballos
La siguiente puerta en el recorrido alrededor de Jerusalén era la llamada Puerta de los Caballos. 
(Nehemías 3:28)  Más arriba de la puerta de los Caballos, los sacerdotes hicieron reparaciones cada uno frente a su casa.

En la antigüedad, los caballos realmente no servían como medio de transporte ni para trabajo agrícola, ya que para ello usaban a los camellos y los burros para lo primero y a los bueyes y vacas para lo segundo.  Los caballos eran usados principalmente para la guerra, ya sea para halar los carros de guerra o para llevar a los oficiales del ejército.

Los ejércitos que contaban con caballos tenían ventaja comparativa sobre aquellos que iban a pie, tanto por la altura como por la velocidad de movimiento que éstos animales les daban.  Si un ejército tenía caballos de guerra, fácilmente podía vencer a su opositor. 

El ejército egipcio era muy conocido por sus carros y caballos de guerra.  El Faraón mandaba emisarios por todo el mundo en búsqueda de los mejores ejemplares para mantener la superioridad militar sobre sus oponentes.  Por eso fue tan importante la señal que el Señor hizo en el Mar Rojo:
(Éxodo 15:19)  Porque los caballos de Faraón con sus carros y sus jinetes entraron en el mar, y el SEÑOR hizo volver sobre ellos las aguas del mar; pero los hijos de Israel anduvieron por en medio del mar sobre tierra seca.

Los israelitas aprendieron que el Faraón, a quien consideraban la persona más poderosa del mundo, no era nada ante Dios.  Ésta es una de las lecciones que aprendemos en esta puerta.

La Biblia claramente enseña que no debemos poner nuestra confianza en “los caballos”, es decir, en la fuerza ni en el poder humano. 
(Salmos 20:5-9)  Nosotros cantaremos con gozo por tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera. Que el SEÑOR cumpla todas tus peticiones.  (6)  Ahora sé que el SEÑOR salva a su ungido; le responderá desde su santo cielo, con la potencia salvadora de su diestra.  (7)  Algunos confían en carros, y otros en caballos; mas nosotros en el nombre del SEÑOR nuestro Dios confiaremos.  (8)  Ellos se doblegaron y cayeron; pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie.  (9)  ¡Salva, oh SEÑOR! Que el Rey nos responda el día que clamemos.

(Isaías 31:1-3)  ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, y confían en los carros porque son muchos, y en los jinetes porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR.  (2)  Pero El también es sabio y traerá el mal, y no se retractará de sus palabras; sino que se levantará contra la casa de los malhechores y contra la ayuda de los que obran iniquidad.  (3)  Pues los egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son carne, y no espíritu; el SEÑOR, pues, extenderá su mano, y el que ayuda tropezará, y el que recibe ayuda caerá…

¿En quién pones tu confianza: en Dios o en el poder humano?  La respuesta a esta pregunta hará una gran diferencia en la forma en que llevas tu vida y en las decisiones que tomas cada día. 
(Deuteronomio 20:1-4) Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo. (2) Y sucederá que cuando os acerquéis a la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al pueblo, (3) y les dirá: Oye, Israel, hoy os acercáis a la batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón; no temáis ni os alarméis, ni os aterroricéis delante de ellos, (4) porque el SEÑOR vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.

En esta puerta aprendemos lo que es la guerra espiritual...

Batalla Espiritual
Tarde o temprano tendremos que enfrentar batallas espirituales.  Pero no debemos tener miedo porque el Señor está con nosotros.  Él nos ha dado armas espirituales para vencer al enemigo, las cuales están basadas en la confianza en Dios. 
(Efesios 6:11-18)  Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.  (12)  Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.  (13)  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.  (14)  Estad, pues, firmes, CEÑIDA VUESTRA CINTURA CON LA VERDAD, REVESTIDOS CON LA CORAZA DE LA JUSTICIA,  (15)  y calzados LOS PIES CON EL APRESTO DEL EVANGELIO DE LA PAZ;  (16)  en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.  (17)  Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.  (18)  Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos.

Muchas veces tratamos de luchar en lo natural, con nuestras propias fuerzas, pero eso es confiar en carros y caballos.  La lucha no es carnal, sino es espiritual, y nuestras armas son: la verdad, la justicia, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración.
(II Corintios 10:3-6)  Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne;  (4)  porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;  (5)  destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo,  (6)  y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea completa.



Sacerdotes Frente a Su Casa
Al inicio vimos que quienes repararon la Puerta de los Caballos fueron los sacerdotes, y lo hicieron frente a su casa (Neh. 3:28).  Esto nos revela dos importantes verdades espirituales:

* La reparación comienza en la casa.  No podemos pretender “arreglar” el mundo, sin primero comenzar a arreglar la vida propia.

*  Quienes hacen la guerra espiritual no son los recién convertidos, ya que se debe tener cierta madurez espiritual para hacerlo.  Como la lucha es espiritual, debemos haber recibido al Espíritu Santo.

Oremos…
Hoy entro por la Puerta de los Caballos reconociendo que Tú, Señor, estás en control de todo.  Por lo tanto, no pondré mi confianza en mis fuerzas ni en poder humano, sino sólo confiaré en Ti.  Si Tú estás por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 

Ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni necesidad, ni peligro, ni amenaza me separarán de Tu Amor.  Pero en todas estas cosas soy más que vencedor por medio de Aquel que me amó.  Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. 

Espíritu Santo, enséñame a usar las armas espirituales que nos has dado para defendernos de los ataques del enemigo.  También levántame para ponerme en la brecha y batallar por mi casa y por mi nación.  Creo firmemente que la oración eficaz del justo puede lograr mucho.

[Romanos 8:31; Rom. 8:35-39; Santiago 5:16]


(Salmo 33:17-22)  Falsa esperanza de victoria es el caballo, ni con su mucha fuerza puede librar.  (18)  He aquí, los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,  (19)  para librar su alma de la muerte, y conservarlos con vida en tiempos de hambre.  (20)  Nuestra alma espera al SEÑOR; El es nuestra ayuda y nuestro escudo;  (21)  pues en El se regocija nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.  (22)  Sea sobre nosotros tu misericordia, oh SEÑOR, según hemos esperado en ti.

8 comentarios:

  1. Es una bendición estar en este blog.
    Mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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  2. He leido los estudios y han sido de gran edificacion para mi vida. Dios les bendiga, ricamente!!

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  3. Amén gracias por la enseñanza bíblica.
    Dios los bendiga

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  4. Cada día me edifico más, es hermoso, Gracias

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  5. Gracias a Dios por su revelación bendita y edificante.

    Es una bendición contar con este medio. Dios bendice sus vidas.

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  6. Anónimo8/9/22 11:36

    Muchas gracias me ha bendecido muchísimo y enseñado está poderosa revelación!! Gloria a Dios!!!y Dios lo siga usando para la Gloria de su nombre!!! bendiciones!

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