jueves, 20 de octubre de 2011

Sucot (VI): Séptimo Día



El Séptimo día de Sucot se conoce en hebreo como Hoshana Rabbah (lit. los muchos hosannas).  La palabra “Hosanna” está compuesta de dos palabras: Yashá + Ná

Yashá: salvar, rescatar, liberar, socorrer.
: es una súplica.

Hosanna puede ser usada como una petición: “Te rogamos que nos salves”.  También puede ser usada como una muestra de gratitud por la salvación ya recibida.

Esta expresión se encuentra en hebreo en varios salmos:
(Salmo 20:9)  ¡Salva, oh SEÑOR! Que el Rey nos responda el día que clamemos.

(Salmo 98:1-4) Cantad al SEÑOR un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas, su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.  (2)  El SEÑOR ha dado a conocer su salvación; a la vista de las naciones ha revelado su justicia.  (3)  Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.  (4)  Aclamad con júbilo al SEÑOR, toda la tierra; prorrumpid y cantad con gozo, cantad alabanzas.

(Salmo 118:25-26)  Te rogamos, oh SEÑOR: sálvanos  ahora; te rogamos, oh SEÑOR: prospéranos  ahora.  (26)  Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR; desde la casa del SEÑOR os bendecimos.


NUESTRA SALVACIÓN
Cuando Jesús entró a Jerusalén unos días antes de su muerte en la cruz, el pueblo lo recibió con gritos de Hosanna.   
(Mateo 21:9-11)  Y las multitudes que iban delante de El, y las que iban detrás, gritaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¡Hosanna en las alturas!  (10)  Cuando El entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: ¿Quién es éste?  (11)  Y las multitudes contestaban: Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.



Jesús iba sentado en un pollino, y la gente ponía delante de él ramas de palmeras como una alfombra.  En ese momento, él estaba cumpliendo la profecía de Zacarías.
(Zacarías 9:9)  Regocíjate sobremanera, hija de Sion. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna.

Ese día, Jesús fue recibido como rey, pero unos días más tarde murió.  Aún no había llegado su tiempo, ya que antes debía ser el Cordero de la Pascua.  Pero pronto vendrá como Rey, Juez y Novio en el Día del Señor.  Nos alegraremos con Él cuando establezca Su Reino en Jerusalén.

En el séptimo día de Sucot (Hoshana Rabbah) reconocemos que Jesús es nuestra salvación.  No es casualidad que Yeshua en hebreo significa: salvación.

En el séptimo día de la fiesta, los sacerdotes daban siete vueltas alrededor del altar en el Templo, meciendo las especias, y clamando “Hosanna” (Rogamos que nos salves).

En Sucot, los judíos tradicionalmente leen el capítulo 12 de Isaías, donde dice:
(Isaías 12:1-6)  Y en aquel día dirás: Te doy gracias, oh SEÑOR, porque aunque estabas airado conmigo, se ha apartado tu ira y me has consolado.  (2)  He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación.  (3)  Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación.  (4)  Y aquel día dirás: Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre, haced conocer entre los pueblos sus obras, haced recordar que su nombre es enaltecido.  (5)  Cantad alabanzas al SEÑOR, porque ha hecho cosas maravillosas; sea conocido esto por toda la tierra.  (6)  Clama y grita de júbilo, habitante de Sion, porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

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