Durante la Reforma protestante, la Navidad fue prohibida
por algunas iglesias por estar relacionado al paganismo
antiguo.
En 1647 en Inglaterra, los gobernantes puritanos ingleses
prohibieron la celebración de la Navidad porque lo relacionaban con actividades
licenciosas y desenfrenadas. Pero el
pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes
como Canterbury. En 1660 se puso fin a la prohibición, pero muchos de los
miembros del clero reformista no estaban conformes, y continuaron predicando en
contra de las celebraciones navideñas.
En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos
de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal
en Boston de 1659 a 1681. Sin embargo, los cristianos residentes de Virginia y
Nueva York siguieron las celebraciones libremente.
La Navidad perdió popularidad en los Estados Unidos
después de la Independencia, ya que se consideraba una costumbre inglesa. En los primeros 75 años desde su instauración,
el Congreso americano continuó trabajando el fin del año, incluso el 25 de diciembre . No fue sino hasta 1870 que la Navidad fue
declarada como un feriado oficial, bajo el gobierno del presidente Ulysses S.
Grant. Aun para entonces era una fiesta
muy controversial entre los líderes religiosos de la nación.
Nueva York fue en gran parte responsable de promover la
celebración de la Navidad en Estados Unidos.
Allí se celebraba como el carnaval que la caracterizaba en Europa. Pero en 1828 se armó tal desorden y caos en Nueva York
que la ciudad tuvo que instituir su primer cuerpo de policías. Posteriormente las autoridades comenzaron a
promover la celebración de la Navidad, pero de una forma más pacífica.
El libro de Charles Dickens, “Un Cuento de Navidad” (A
Christmas Carol), publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la
reinvención de la fiesta de Navidad como una fiesta familiar y de buena
voluntad, desvinculándola de sus orígenes antiguos y paganos.
Como vimos con anterioridad, el árbol de navidad tiene su
origen en Alemania y los países nórdicos.
Esa tradición se hubiera quedado allí, de no ser por la unión
matrimonial de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Alberto de
Alemania. El príncipe llevó al palacio
de Windsor varias tradiciones navideñas, entre las cuales se encontraba el
árbol. Pocos años después, casi todas
las familias inglesas habían imitado la nueva tradición de la familia
real. No tardó en llegar a Norteamérica
esa costumbre, la cual se hizo muy popular.
Para mediados del siglo XIX, la Navidad ya estaba
presente en todas partes de la sociedad americana…excepto en las iglesias. La mayoría de las iglesias en EE.UU. eran
protestantes, y ellos habían ignorado la Navidad por años. Pero esta celebración se estaba haciendo tan
popular que mucha gente comenzó a ir a iglesias católicas o anglicanas en busca
de la experiencia navideña. Esto llevó a
que los protestantes también comenzaran a hacer servicios religiosos
relacionados con esta fiesta popular. Pero lo que en realidad popularizó más la Navidad fueron los regalos, y la avalancha de publicidad para comprarlos. Tan pronto se acerca diciembre, es imposible evadir el tema en el mundo entero. Ahora se celebra en familias que no creen en Cristo y en países que no son tradicionalmente cristianos, como Japón. Muchos cristianos protestan que "se ha perdido la razón de la celebración"...pero, ¿realmente alguna vez lo fue?
Hoy en día parecería que la Navidad se ha celebrado por
siempre, y es extraño quien no lo hace.
Ya nadie piensa en sus orígenes, sino solamente en lo que se ha
convertido.
Pero últimamente ha surgido un movimiento que trae a la
memoria los orígenes de la Navidad. Actualmente,
están tomando auge muchas sectas neo-paganas.
Ellas han resucitado la tradición de la Navidad en la forma de Yule y los
Saturnales.
En una
ocasión le preguntaron a un seguidor de Wicca, religión neopagana, por qué razón
él tenía un árbol de navidad en su casa y por qué celebraba la Navidad cuando
esta fiesta era “cristiana”. Él
respondió: “No hay contradicción, porque
la Navidad tiene orígenes paganos. Yo
estoy volviendo a mis raíces. La
pregunta es: ¿por qué la celebras tú?”
Hay mucha más información acerca de este tema, pero el propósito de estos artículos es servirles como un resumen. Si les interesa este tema, les invito a investigar más. El propósito de este blog no es hablar de fiestas paganas, sino de las Fiestas del Señor. Pero consideré importante escribir sobre este tema para que estemos informados sobre lo que hacemos o dejemos de hacer.
(Jeremías
10:1-7) Oíd la palabra que el
SEÑOR os habla, oh casa de Israel.
(2) Así dice el Señor: El camino
de las naciones no aprendáis, ni de las señales de los cielos os aterroricéis,
aunque las naciones les tengan terror.
(3) Porque las costumbres de los
pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, lo trabajan las manos
de un artífice con la azuela; (4) con plata y oro lo adornan, con clavos y
martillos lo aseguran para que no se mueva.
(5) Como los espantapájaros de un
pepinar, sus ídolos no hablan; tienen que ser transportados, porque no andan.
No les tengáis miedo, porque no pueden hacer ningún mal, ni tampoco hacer bien
alguno. (6) No hay nadie como tú, oh SEÑOR; grande eres
tú, y grande es tu nombre en poderío.
(7) ¿Quién no te temerá, oh Rey
de las naciones? Porque esto se te debe. Porque entre todos los sabios de las
naciones, y en todos sus reinos, no hay nadie como tú.
Buenas tardes. Dios le bendiga. Que Biblia utiliza cómo base? Excelente estudio.
ResponderEliminarMuchas veces utilizo la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS, ya que esta es la versión que tengo instalada en mi computadora. Pero también uso Reina Valera 1960 con frecuencia.
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