(Día 27)
Hoy comenzamos una nueva estrofa basada en la
letra hebrea Lamed (ל)…
Salmo 119:89-92. Lamed
(89) Para siempre, oh Jehová, permanece
tu palabra [Dabar] en los
cielos.
(90) De generación en generación es
tu fidelidad [Emuná]; Tú
afirmaste la tierra, y subsiste.
(91) Por tu ordenación [Mishpat] subsisten
todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven.
(92) Si tu ley [Torá] no hubiese
sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido.
Es un gran alivio para los creyentes saber que
la Palabra de Dios es eterna. Jesús
dijo:
(Mateo 24:35)
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
La Biblia nos enseña que Dios no sólo creó el
universo, sino lo sostiene. ¡Qué alivio
da saber que Dios está en control!
(Isaías 40:21-31) ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca
os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la
tierra se fundó? (22) El está sentado
sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende
los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. (23) El convierte en nada a los poderosos, y
a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. (24) Como si nunca hubieran sido plantados,
como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido
raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los
lleva como hojarasca. (25) ¿A qué, pues,
me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. (26) Levantad en alto vuestros ojos, y mirad
quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus
nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su
dominio. (27) ¿Por qué dices, oh Jacob,
y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi
juicio? (28) ¿No has sabido, no has oído
que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance. (29) El da esfuerzo al cansado,
y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. (30) Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen; (31) pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán.
La Palabra de Dios es eterna, y la fidelidad del
Señor es para siempre.
La palabra traducida como “fidelidad”, en
hebreo es: Emuná.
Literalmente significa: firmeza; también seguridad, fidelidad, fe,
estabilidad, verdad, certeza.
Dios muestra su “emuná” siendo fiel, cumpliendo
Su Palabra. Nosotros mostramos nuestra “emuná”
teniendo fe en Dios, creyendo en su Palabra, y poniéndola en práctica.
Oremos…
Yehová, Tú eres el Creador de los cielos y la
tierra, y das aliento a todo ser humano.
Tú eres mi Creador y quien me formó, por lo tanto no temeré.
Cuando pase por las aguas, Tú estarás conmigo y
no me anegarán. Cuando pase por el
fuego, no me quemarán, ni la llama arderá en mí, porque Tú eres mi Salvador, el
Santo de Israel. Tú me pusiste un nombre nuevo, y Tuyo soy.
Señor, descanso en el conocimiento que Tu
Palabra es firme en los cielos y tu fidelidad es permanece para siempre en la
Tierra. Somos hechura Tuya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales preparaste de antemano para que anduviésemos en ellas. Si tu ley no
hubiera sido mi deleite, habría perecido en mi aflicción.
[Isaías 42:5; Isaías 43:1-3; Salmo 119:89-92; Efesios
2:10]
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