lunes, 1 de septiembre de 2014

Salmo 119:9-12. BET

(Día 7)

La segunda estrofa del Salmo 119 está relacionada con la letra Bet (ב)...

(Salmo 119:9-12)  Bet.
(9) ¿Con qué limpiará el joven su camino?  Con guardar tu palabra [Dabar]
(10) Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos [Mitzvot]
(11) En mi corazón he guardado tus dichos [Imra*], para no pecar contra ti.
(12) Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus estatutos [Jukim]

*Imra:  Dichos, palabras mediante las cuales se expresa una idea


La palabra que se traduce como “limpio”, en hebreo es: Zaká, que significa ser transparente, inocente, puro.  Los jóvenes dejan de ser inocentes cuando abren sus corazones al pecado, ya sea a sabiendas o por ignorancia. 

El salmista revela la forma en que el joven puede mantener su pureza, y es guardando la Palabra de Dios; esto incluye tanto la Palabra escrita (Torá) como la hablada (que viene por la relación personal con Dios). 

Los padres (no el gobierno, ni la escuela dominical) tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos la Palabra de Dios.  La Torá es la mejor herencia, es el mejor regalo que los padres pueden dar a sus hijos, la cual se enseña no sólo con palabras sino con hechos.  Si la aprenden desde pequeños, los jóvenes estarán capacitados para guardarse puros.
(Deuteronomio 6:6-9)  Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; (7) y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.  (8) Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; (9) y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

La gente dice de los jóvenes: “Dejen que disfruten de su juventud y lo saquen de su sistema, y luego se van a componer”.  Esa es la sabiduría del hombre, pero no la de Dios.  La Biblia dice:
(2 Timoteo 2:22)  Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

(Eclesiastés 12:1)  Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.

¿Por qué no tendrá contentamiento un joven, si se divirtió “a lo grande”?  Porque estará halando con las consecuencias de su pecado, con heridas, con malas costumbres, etc.  
(Gálatas 6:7-9)  No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.  (8) Porque el que siembra para su carne,  de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.  (9) No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

La realidad es que la vida del creyente no sólo se trata de conocer la Ley, sino sobre todo de conocer a Dios.  Muchas veces leemos la Biblia, y no comprendemos el significado profundo de lo que está allí escrito, porque necesitamos la revelación que viene de conocer el corazón de Dios.  Por eso el salmista dice: “Con todo mi corazón te he buscado”.
(Jeremías 29:12-13)  Entonces me invocaréis,  y vendréis y oraréis a mí,  y yo os oiré; (13) y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

(Isaías 55:6-7)  Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.  (7)  Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.




Oremos…
Oye, oh Yehová, mi voz con que a ti clamo.  Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Yehová.  No escondas tu rostro de mí; ten misericordia,  y respóndeme.
Señor, mi deseo es vivir una vida pura, y enseñarle esto a mis hijos, no sólo de palabra sino con hechos.  Por eso medito en tu Palabra día y noche y busco Tu Rostro continuamente.  Ayúdame a enseñarles a mis hijos Tu Palabra con sabiduría y revelación.  Les enseñaré a temer a Dios y guardar los mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
Yehová, ayúdanos a vivir como Tú mandas, porque no puedo hacerlo solo.  Dáme el querer como el hacer, por tu santa voluntad.  Pero sobre todo, Señor, quiero conocerte; quiero conocer tu corazón.


[Salmo 27:7-9; Salmo 119:9-12; Eclesiastés 12:13-14; Filipenses 2:13]


3 comentarios:

  1. Muy bueno, solo que no se si la palabra BET significa ZAKA como menciona.
    saludos y bendiciones.

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    1. BET significa: CASA
      Pero ZAKA significa: transparente, inocente, puro. Esta palabra se encuentra en el Salmo 119:9

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