En la entrada
anterior, vimos algunos aspectos de la quinta fiesta bíblica: la Fiesta de
Trompetas, en hebreo: Yom Teruá (Lev. 23:23-24). En la actualidad esta fiesta es más conocida por
otro nombre: Rosh Hashaná.
Rosh Hashaná literalmente significa "Cabeza de
año". Se le llama así porque es el comienzo del año. Este conteo viene desde la creación. Según la tradición judía, en ese día Dios
creó a Adán.
Por esta razón,
este día se considera como el inicio del año (o “año nuevo judío”).
Sin embargo, debemos explicar que desde del Éxodo
de los israelitas de Egipto, Dios cambió el orden del calendario…
(Exo. 12:1-2)
Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en
los meses del año.
A partir de esa primera Pascua, el primer mes
(de la creación) se convirtió en el séptimo mes bíblico; y el que era el
séptimo mes se convirtió en el primer mes.
¿Suena confuso?
Para entenderlo en términos más familiares…es como si “junio” se
convirtiera en el primer mes, y “enero” en el séptimo.
Actualmente, los judíos reconocen Rosh Hashana
como el “año nuevo civil”, y Nisán 1 como el “año nuevo bíblico”.
[Para más información sobre este tema, pueden
leer: Calendario Bíblico]
UN NUEVO INICIO EN
EL PRIMER DÍA
Un evento bíblico
importante sucedió en el día de Rosh Hashaná (1 Tishrei). Precisamente en esa fecha se secaron las
aguas del Diluvio…
(Gen. 8:13) Y aconteció que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, se secaron las aguas sobre la tierra. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y miró, y he aquí, estaba seca la superficie de la tierra.
No es casualidad que esto sucediera en ese “primer día del año” [cuando todavía no se había cambiado el calendario]. Ese día marcó un nuevo inicio, no sólo para Noé y su familia, sino para toda la humanidad.
(Gen. 8:13) Y aconteció que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, se secaron las aguas sobre la tierra. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y miró, y he aquí, estaba seca la superficie de la tierra.
No es casualidad que esto sucediera en ese “primer día del año” [cuando todavía no se había cambiado el calendario]. Ese día marcó un nuevo inicio, no sólo para Noé y su familia, sino para toda la humanidad.
Así como sucedió en los
tiempos de Noé, Dios volverá a darnos una nueva oportunidad para comenzar de
nuevo en estas fechas. En este mes se
celebran las últimas tres fiestas bíblicas (Rosh Hashaná, Yom Kipur y Sucot),
las cuales hablan proféticamente de la segunda venida de Jesús (heb. Yeshua). El Señor traerá una nueva era al mundo con su
reino milenario, luego de lo cual Dios hará nuevo cielos y nueva Tierra (Apoc.
21-22).
En la próxima entrada…veremos por qué
la Fiesta de Trompetas se identifica como el “Día Escondido”...
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