Para aquellos que
siguen el calendario bíblico, se habrán dado cuenta que en este año la pascua
hebrea (Pesaj) no coincide con la celebración católica de la
Semana Santa. Generalmente cae en la
misma semana, pero en este año está separada por un mes. ¿A qué se debe esta diferencia?
La diferencia se
remonta al año 325, cuando en el Concilio de Nicea los líderes de la iglesia
cristiana decidieron desligarse de la “Pascua judía”. Hasta ese momento, la fecha de la pascua era
determinada por los judíos, quienes guardan las fechas señaladas en la Biblia:
(Levítico 23:4-5) Estas son
las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales
convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre
las dos tardes, pascua es de Jehová.
Desde que los
israelitas salieron de Egipto, el pueblo de Dios ha celebrado la Pascua el 14
de Nisán. Los cristianos así lo hicieron
durante trescientos años (después de Cristo); pero todo cambió tras el Concilio
de Nicea…
Luego que el
emperador romano Constantino se convirtió al cristianismo, él comenzó a tener injerencia
en la doctrina de la iglesia. Él quería desligarse
de toda dependencia y conexión con los judíos, por lo que cambió el “calendario
cristiano” para ajustarse al calendario del imperio romano. Desde entonces, decidieron que la fecha de la
Pascua debía determinarse por el equinoccio primaveral, y debía celebrarse el día
domingo, “día del sol” (es decir, el domingo siguiente a la primera luna llena
después del equinoccio de marzo, no antes del 22 de marzo y después del 25 de
abril).
MES EXTRA: ADAR
II
En ciertos años,
la diferencia de fechas entre la Pascua judía y la Semana Santa católica romana
se hace más evidente dado que se añade un mes extra en el calendario bíblico (Adar
II). Esto se hace para que la Pascua
siempre coincida con la cosecha de cebada.
Para entender la
razón del mes extra, primero debemos entender cómo funcionan los meses
bíblicos:
Los meses en la
Biblia se determinan por los ciclos de la luna.
El inicio del mes bíblico se conoce como “Luna Nueva”, y se marca en el
momento en que la luna se hace visible, como una uñita, luego de estar
escondida por un par de días. La luna
llena marca la mitad del mes. Los meses
lunares tienen entre 29 ó 30 días. Dado
que el año tiene doce meses, el total de días es aproximadamente 354 días, lo
cual queda corto del ciclo solar (365 días).
El calendario
bíblico también se ajusta al ciclo solar, ya que está vinculado con las
cosechas. Por lo tanto, cada cierto
tiempo debe añadirse un mes extra (Adar II) al final del año para que las
fechas de las fiestas bíblicas coincidan con las estaciones y las cosechas.
¿Cada cuánto se
añade el mes extra?
En tiempos
bíblicos, esto se determinaba al final del último mes del año: Adar. Los israelitas salían a los campos a ver si
ya estaba en su punto la cosecha de la cebada, que determinaba el inicio de la
primavera. El hallazgo definiría si iniciaba
el mes de Nisán o se añadiría un mes extra de Adar. Otro nombre bíblico que se le da a Nisán, el primer mes bíblico, es
Abib, que significa: primavera.
(Deu. 16:1) Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu
Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.
El cálculo se
hace en la primavera, para que coincida con la Pascua (Exo. 23:15). El 14 de Nisán
se celebra la Pascua, y en esa semana debía presentarse también la ofrenda de los
primeros frutos de la cebada, en la Fiesta de Primicias (heb. Bikurim).
(Levítico 23:10-11) Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado
en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una
gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová,
para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.
Pero luego de la
Diáspora judía (año 70), por necesidad los judíos optaron por un sistema de cálculo
astronómico para determinar si un año es bisiesto (heb. Shaná Meuberet). Según los cálculos, en un ciclo de 19 años,
el mes extra ocurre unas siete veces.
Ahora que los
israelitas ya han regresado a la Tierra Prometida, ya pueden volver a observar
la cosecha de la cebada para determinar si el año necesita un mes extra o
no. Esto ya está siendo puesto en
práctica en Israel por un judío karaita: Nehemia Gordon (Proclaiming aLeap Year of Faith; Aviv Barley in the Biblical Calendar).
El reporte desde Israel para este año 2016 es
que aún no ha salido la cosecha de cebada, por lo tanto se añade un mes extra
de Adar: Adar II, en el cual se celebra la fiesta de Purim. Por lo tanto, debemos esperar hasta el próximo
mes hebreo (Nisán o Abib) para celebrar las fiestas
del Señor que caen en primavera: Pascua, Panes Sin Levadura y Primicias. [Para
más información, visiten la página: Fiestas Bíblicas, donde encontrarán el
índice con enlaces para los estudios de estas fiestas]
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