miércoles, 23 de marzo de 2016

Fiesta de Purim

La Fiesta de Purim celebra la salvación que vivió el pueblo de Dios en tiempos de Ester.  
Los judíos que vivían en el imperio persa estuvieron a punto de ser exterminados, por un enemigo que se levantó en su contra.  Pero Dios le dio cara-vuelta a las cosas, y lo que el enemigo había planificado para mal en contra del pueblo judío, se le revertió a él y a su familia.
(Ester 9:1) En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el mismo día que los enemigos de los judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.

Desde entonces se estableció que el 14 de Adar sería un día de fiesta para celebrar tan milagrosa salvación.
(Ester 9:17-22)  Esto sucedió el día trece del mes de Adar, y el día catorce descansaron, y lo proclamaron día de banquete y de regocijo. Pero los judíos que se hallaban en Susa se reunieron el trece y el catorce del mismo mes, y descansaron el día quince y lo proclamaron día de banquete y de regocijo. Por eso los judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas, proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones de comida unos a otros. Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los judíos que se hallaban en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas, ordenándoles que celebraran anualmente el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo mes, porque en esos días los judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres.

CELEBRACIÓN
Purim se celebra el dia 14 de Adar (o el 15 para quienes viven en ciudades amuralladas).

Tradicionalmente, este día se lee el libro de Ester (heb. Megilat Ester) en las congregaciones y en las casas. En la narración, cuando se menciona el nombre de “Amán”, todos hacen bulla con la intención de “borrar” el nombre del enemigo de Israel. Tal tradición se origina de la relación que tenía Amán con su antepasado Amalec, quien atacó a los israelitas en el desierto, cuya memoria dice la Biblia que será borrada.

También en este día se acostumbra compartir comida entre amigos y dar ayuda a los más necesitados.
(Ester 9:22) porque en esos días los judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de t risteza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres.

Para esta fiesta, muchos judíos disfrazan a sus hijos con personajes de la historia de Ester. En mi opinión personal, esto es una señal de la asimilación, contrario a lo que enseña la fiesta, ya que los disfraces son una simple imitación del carnaval, que es una fiesta pagana celebrada en fechas próximas. Lo mismo se puede decir de los “regalos” en Januka y el “huevo” en la Pascua.


EN PELIGRO DE EXTERMINIO
¿Por qué los judíos se vieron en peligro de ser exterminados en tiempos de Ester? ¿qué provocó tal amenaza? Básicamente se debió a dos razones:
a. No estaban donde debían.
b. No eliminaron al enemigo cuando tuvieron la oportunidad.

a. No estaban donde debían.
Los judíos se encontraban en Babilonia porque habían sido llevados cautivos por Nabucodonosor. Pero para el tiempo de Ester, los persas habían derrotado a los babilonios. Los persas ya les habían dado a los judíos permiso de regresar a su tierra natal.

Sorpresivamente, sólo el 5% de los judíos regresaron a la Tierra Prometida. El resto se quedaron en Babilonia y en Persia. Luego de 70 años de cautiverio, se habían acostumbrado a vivir allí. Muchos consideraron que era más “cómodo” quedarse allí que tomar el riesgo de regresar a recuperar sus tierras y reconstruir. Entre los que se quedaron estaban Mardoqueo y Ester.

La elección que parecía fácil se convirtió al final en la más peligrosa. Los judíos que quedaron en Persia se vieron expuestos a un enemigo ancestral que procuró aniquilarlos tan pronto subió al poder.  [Les recomiendo leer las notas de Luna Nueva Adar II, donde se explica más sobre este punto]

b. No eliminaron al enemigo.
La animadversión de Amán contra los judíos no nació porque Mardoqueo no se inclinó ante él. Su odio era ancestral, pasado de generación en generación.

Amán era agagueo (Ester 3:1-2), por lo tanto era descendiente de Agag, rey de los amalecitas. A su vez, Amalec fue un hijo ilegítimo de Elifaz, hijo de Esaú.

El resentimiento contra Israel se originaba desde Esaú, y se multiplicó Amalec, quien era hijo ilegítimo de Elifaz, hijo de Esaú (Gen. 36:12). Amalec fue el único líder cananeo que atacó a los israelitas en el desierto. Por lo demás, lo hico cobardemente, atacando a los más débiles, a ancianos y niño en la retaguardia. En ese día, Dios le dio la victoria a Josué. Desde ese momento, Dios declaró guerra contra Amalec.
(Éxodo 17:13-16) Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Escribe esto en un libro para que sirva de memorial, y haz saber a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Y edificó Moisés un altar, y le puso por nombre El SEÑOR es mi Estandarte, y dijo: El SEÑOR lo ha jurado; el SEÑOR hará guerra contra Amalec de generación en generación.

El momento de exterminar a los amalecitas llegó cuando Israel terminó la conquista de la Tierra Prometida. Luego de que el rey Saúl venciera a los filisteos, Dios le encargó que fuera a acabar con los amalecitas.

Lamentablemente Saúl no cumplió bien su encomienda, y dejó vivo al rey Agag, dándole el tiempo suficiente para dejar simiente.
(1 Samuel 15:7-9)  Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila en dirección a Shur, que está al oriente de Egipto. Capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada. Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.
La desobediencia de Saúl le salió muy cara. No sólo perdió su reino, sino que puso en riesgo a su descendencia…

Un descendiente de Agag era Amán, y él procuró la muerte de los judíos en todo el imperio persa. Pero Dios levantó a Mardoqueo, benjaminita, pariente de Saúl, para hacer “Tikun” (restauración) y borrar el error de su antepasado.

¿Por qué celebramos fiestas como Purim? No sólo para celebrar liberaciones pasadas, sino aprender del pasado para no caer en los mismos errores.

Y aun si fallamos, sabemos que la mano invisible de Dios nos puede librar del enemigo si tenemos una actitud de verdadero arrepentimiento, como la tuvo Ester y toda su generación.

Ester creía que estaba a salvo en el palacio. Su actitud era como una avestruz que mete su cabeza en la arena, pensando que así desaparecerá el problema.
Pero Mardoqueo le dijo:
(Ester 4:13-14) “No pienses que estando en el palacio del rey sólo tú escaparás entre todos los judíos. Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?” 

¿Cuál fue la respuesta de Ester?
(Ester 4:15-16)  Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí; no comáis ni bebáis por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco.

Aprendiendo de la historia de Ester…¿qué debemos hacer nosotros?
Primero, cuando se nos haga el llamado a salir de Babilonia, respondamos y subamos al lugar al que Dios nos llama. Sigamos la nube cuando ésta se mueve. Dejemos la zona de confort, porque ésta se nos puede volver en nuestra contra.

Si ya estamos bajo amenaza, aun entonces podemos clamar a Dios. Mientras tengamos vida, nunca es tarde para arrepentirse. Aunque estemos en peligro de muerte, aún podemos buscar a Dios en oración y ayuno. Como Ester, podemos decir: “Si perezco, perezco, pero haré la voluntad de Dios”. En cualquier momento, la mano invisible del Eterno puede dar cara-vuelta a cualquier situación, si a Él le place. 

“¿Quién sabe si para una ocasión como esta
hemos sido llamados?”


Otros estudios sobre Purim:
*  Celebrando con generosidad
*  La Historia se Repite





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