Luego de los primeros sellos, cuyos
testigos eran los cuatro seres vivientes, vienen los últimos sellos con otros
testigos…
5.
Quinto Sello
El testigo de este sello es todo un grupo
de personas:
(Apoc. 6:9-11) Cuando abrió el quinto sello, vi bajo
el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de
Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta
cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que
moran en la tierra?
Los testigos son los que han muerto por su
fe en Dios. La Biblia no nos vende una fantasía, sino que nos revela la verdad
tal cual es (Juan 15:18-21). El Señor nos advirtió que vamos a ser perseguidos
por nuestra fe, aun al punto de la muerte—y esto lo dijo en relación con los
últimos tiempos:
(Mateo 24:9) Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de
todas las gentes por causa de mi nombre.
Y en estos últimos tiempos, los creyentes debemos
preguntarnos: ¿Estaré preparado para morir por mi fe en Dios? Ante esa
pregunta, debemos traer a mente lo que Jesús dijo:
(Mateo 10:28) Y no temáis a los que matan el cuerpo,
mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma
y el cuerpo en el infierno.
Muchas personas temen la muerte física,
pero lo que realmente debemos temer es la muerte espiritual, que dura para
siempre.
Cuando se abra el quinto sello, los
mártires clamarán a Dios pidiendo que sus muertes no queden impunes. Esto no
debe tomarse como una sed de venganza, sino como un clamor por justicia. La
Biblia nos enseña a que no tomemos venganza en manos propias, sino que dejemos
a Dios que haga justicia (Deu. 32:35-43). Y en cuanto a los que quiten la vida
a los hijos de Dios, el Señor promete que los ajusticiará:
(Deuteronomio 32:43) Alabad, naciones, a su pueblo, porque
él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará
expiación por la tierra de su pueblo.
(Salmo 58:10-11) Se alegrará el justo cuando viere la
venganza; sus pies lavará en la sangre del impío. Entonces dirá el hombre:
Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la
tierra.
El malo ya no se saldrá con la suya. Pero
antes del día de la venganza, Dios dará la oportunidad a todos para que se
arrepientan. Por eso, Dios les dice a los mártires que esperen un tiempo
más.
(Apoc. 6:11) Y se les dieron vestiduras blancas, y
se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara
el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos
como ellos.
Cuando Dios traiga justicia, traerá también
venganza. No pasará por alto ningún mal,
excepto de aquellos que se hayan arrepentido.
Ese día de justicia será cuando Jesús regrese a la Tierra…pero antes
deben suceder otras cosas que harán reaccionar al mundo entero, dándoles la
oportunidad de reconocer a Dios y arrepentirse…
6. Sexto
Sello
Para el sexto sello, se presentan dos
testigos: el Cielo y la Tierra, los cuales han sido testigos de la obra de Dios
desde el principio de la creación (Deu. 30:19).
(Apoc. 6:12-14) Miré cuando abrió el sexto
sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela
de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo
cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es
sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que
se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Las señales en los cielos y en la Tierra
harán saber a todos los hombres que Dios está en control. Lastimosamente, en
lugar de aceptarlo, muchos tratarán de esconderse de Dios.
(Apoc. 6:15-17) Y los reyes de la tierra, y los
grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre,
se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los
montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de
aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran
día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
También Isaías habla de este día en que los
hombres se esconderán en las cuevas y detrás de las rocas. En ese día, cada
persona tendrá que escoger si se somete a Dios o se rebela contra Él.
(Isa. 2:17-21) La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será
humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos.
Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por
la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él
se levante para castigar la tierra. Aquel día arrojará el hombre a los topos y
murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que
adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las
peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su
majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
7.
Séptimo Sello
El séptimo sello es el último, y el testigo
es alguien muy especial:
(Apoc.
7:2) Vi también a
otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios
vivo;
El séptimo sello es el de Dios mismo. Como Rey
del Universo, Él es el testigo principal.
Y después que se abra este último sello, comenzará a desatarse todo. Cuatro
ángeles van a ser enviados en dirección a los cuatro puntos cardenales, para
ejecutar el juicio de Dios sobre la Tierra. El séptimo sello abrirá paso a las
7 trompetas, y luego a las 7 copas de la ira de Dios. Pero antes que esto
suceda, Dios va a pedir que un remanente fiel sea sellado, para ser protegidos de
lo que está por venir (esto lo estudiaremos en el próximo capítulo).
(Apocalipsis 7:1-3) Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la
tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase
viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi
también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios
vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el
poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra,
ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los
siervos de nuestro Dios.
Nota:
Les recomiendo leer Mateo 24, donde Jesús habla de las señales de los
últimos tiempos. A la luz de lo que acabamos de leer, podemos darnos cuenta que
los “Sellos de Apocalipisis” es lo que Jesús llama “principio de
dolores”…
Todo lo que se desata en los últimos
tiempos, no es sólo una cuestión de justicia y venganza, sino que es el último
llamado de arrepentimiento, porque después ya no habrá vuelta atrás. Es como un
balde de agua fría lanzada a la cara de todos los hombres para hacerlos
despertar y darles la oportunidad de reaccionar. Todavía tienen la posibilidad
de arrepentirse, antes que llegue el Día del Señor, porque después de este
tiempo ya no podrán hacerlo jamás.
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excelente studio biblico es de gran bendicion. Dios lo bendiga por compartir :)
ResponderEliminarBuenísimo!! Muchas gracias!!
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