Luego del paréntesis explicatorio del
capítulo siete, seguimos en la narrativa de Apocalipsis. Recordemos que en la
mano de Dios hay un libro o rollo con siete sellos. El Cordero de Dios fue
abriendo uno por uno los sellos (Apoc. 6); sólo faltaba el último, que es el
Sello de Dios (Apoc. 7:1-3). En este capítulo veremos lo que sucederá cuando
Dios Padre abra este último sello…
SILENCIO EN EL CIELO
Juan vio que algo inusual sucederá cuando
se abra el séptimo sello:
(Apoc. 8:1) Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media
hora.
Desde que Dios creó a los ángeles, no ha
habido silencio en el Cielo. Todos en el Cielo le adoran constantemente, día y
noche (Apoc. 4:8-11). Nunca hubo silencio en el Cielo…hasta este momento. Todos
callan por la expectativa de lo que va a suceder. El promigénito de Dios va a
reclamar su derecho como Rey de toda la Tierra, pero antes se enviarán siete
ángeles con siete trompetas a la tierra…
(Apoc. 8:2) Y vi a los siete ángeles que estaban
en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.
Como ya mencionamos anteriormente, los
ángeles son mensajeros de Dios, y también ejecutores de Su voluntad (Salmo
103:19-20). En el capítulo 8 y 9 veremos los juicios que se desatarán al sonar
cada una de las siete trompetas.
¿Por qué el Señor manda juicio en el
proceso de Su Venida? Por dos razones: por justicia y por misericordia. En su
segunda venida, el Señor traerá justicia a la Tierra. Hasta ahora, Dios ha detenido la justicia
divina porque está dando la oportunidad a todos de arrepentirse.
(2 Pedro 3:9) El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento.
Por cientos y miles de años, el Señor nos
ha dado la oportunidad de arrepentirnos “por las buenas”, pero cuando estemos
en la recta final, mandará juicios para que tal vez así algunos se arrepientan
con la sacudida final.
ORACIONES DE LOS SANTOS
Antes de que los ángeles suenen las
trompetas, aparece otro ángel que tiene otra misión relacionada con el pueblo
de Dios:
(Apoc. 8:3) Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de
oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los
santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
En el Tabernáculo, el Altar del Incienso es
el mueble que está más cercano al Lugar Santísimo (el lugar donde se manifiesta
la Presencia de Dios). El incensario era encendido todos los días por los
sacerdotes de turno, y todo el proceso le tomaba aproximadamente media hora al
sacerdote. Este altar en el Tabernáculo es una sombra del que está en el Cielo.
Este último fue el que vio Juan en su visión. Juan explica que el incienso representa
las oraciones del Pueblo de Dios (Apoc. 5:8; Salmo 141:2), y el ángel añadió
más incienso, lo que significa que las oraciones se incrementarán.
(Apoc.
8:4) Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso
con las oraciones de los santos.
En ese momento de la historia, los santos
van a levantar un clamor, más intenso que nunca, y van a rogarle al Señor que
venga y que haga justicia en la Tierra.
Veamos ahora cuál es la respuesta del
Cielo a las oraciones de los creyentes:
(Apoc. 8:5) Y el ángel tomó el incensario, lo
llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos,
relámpagos y un terremoto.
Las oraciones de los santos van a subir
como incienso al Cielo, pero luego van a bajar a la Tierra, trayendo juicio y
justicia divina.
SIETE ANGELES CON SIETE TROMPETAS
Luego que se abre el séptimo sello, se
desatarán los juicios de las siete trompetas:
(Apoc. 8:6) Entonces los siete ángeles que
tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas.
En la Biblia, las trompetas sirven para:
sonar alarma, convocar a asamblea o llamar a la guerra (Num. 10:1-10). En
Apocalipsis, las trompetas anuncia los juicios divinos sobre la Tierra…como
parte del último llamado al arrepentimiento. Entre las fiestas bíblicas, hay una
que se conoce como “el Día de Trompetas” (Lev. 23:23-25). No es casualidad que
esta fiesta se contemple como un llamado al arrepentimiento antes que llegue el
Día de Expiacion, que está vinculada con el tema del juicio.
Como veremos más adelante, hay un
paralelo entre las plagas de Egipto con los juicios de los últimos tiempos. Así
como Dios usó las plagas en Egipto para liberar a Su Pueblo de la esclavitud,
de forma similar las plagas finales abrirán el paso para la Redención del
mundo.
En este capítulo leeremos sobre las
primeras cuatro trompetas:
1° TROMPETA
(Apoc. 8:7) El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados
con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los
árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
La primera
trompeta desatará una tormenta de granizo con fuego y sangre. Es similar a la
plaga de granizo que se vió en Egipto (Éxodo 9:22-30), con la gran diferencia
que en esta ocasión los efectos serán vistos a nivel global. Una tercera parte
de los árboles serán destruidos por el granizo y consumidos por el fuego.
2° TROMPETA
(Apoc. 8:8-9) El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo
en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en
sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar,
y la tercera parte de las naves fue destruida.
Este juicio es similar a la primera plaga
en Egipto, cuando las aguas del Nilo se convirtieron en sangre (Exo. 7:14-25).
Pero en este caso será en el mar, y afectará a una mayor escala, acabando con
1/3 de los animales del mar y de los barcos. Podría tratarse de la erupción de
un volcán en una isla, o tal vez de un meteoro (que también puede ser el caso
de la siguiente trompeta…).
3° TROMPETA
(Apoc. 8:10-11) El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran
estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de
los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo.
Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres
murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
Esta plaga también afectó el agua, pero
en este caso serán los ríos y manantiales, al punto que el agua ya no será bebible.
Muchos morirán, ya sea por la contaminación o por la falta de agua. Esto es similar
a la prueba que los israelitas vivieron en Mara, donde se encontraron con aguas
amargas (Exo. 15:22-26).
4° TROMPETA
(Apoc. 8:12) El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la
tercera parte de la luna y la
tercera parte de las estrellas, para
que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su
tercera parte, y asimismo la noche.
La Biblia no explica cual será la causa
de esta oscuridad, pero lo que nos informa es que la Tierra dejará de recibir
1/3 parte de la luz que suele recibir (ya sea que disminuya la luminosidad o
que baje a ocho horas la luz del día). Este juicio viene en la misma línea que la
plaga de las tinieblas en Egipto (Exo. 10:21-23).
ADVERTENCIA DE JESÚS
Jesús advirtió sobre estos juicios cuando
habló con sus discípulos sobre los últimos tiempos.
(Lucas 21:25-27) Entonces habrá señales en el sol, en
la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los
hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la
tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al
Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Jesús explica que cuando veamos estas
señales, sabremos que su venida está muy cercana.
PROFECÍA DE JOEL
Los acontecimientos de Apocalipsis ocho
también encuentran eco en lo profetizado por Joel (citado por Pedro en el Día
de Pentecostés—Hechos 2:16-21).
(Joel 2:30-32) Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de
humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que
venga el día grande y espantoso de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre
de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá
salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
En el siguiente
capítulo veremos el efecto que tienen las siguientes trompetas…
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