Ayer vimos que ningún
mago en Babilonia pudo adivinar el sueño del rey. Pero lo que es imposible para
el hombre, es posible para Dios (Marcos 10:27). Dios es quien “revela lo
profundo y lo escondido” (Dan. 2:22), y el Señor se lo reveló a Daniel.
Por medios sobrenaturales,
Daniel recibió la revelación del sueño del rey, y también su interpretación.
Esto salvó su vida y la de todos los sabios de Babilonia, ya que el rey había
amenazado con matarlos por no adivinar su sueño.
(Daniel 2:24-25) Después de esto fue Daniel a
Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le
dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y
yo le mostraré la interpretación. Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel
ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el
cual dará al rey la interpretación.
El rey ya estaba
admirado con la sabiduría de los judíos (Dan. 1:20), así que seguramente despertó
su curiosidad, y se dispuso a oír a Daniel…
PREÁMBULO DE RECONOCIMIENTO
Cuando Daniel se
presentó ante el rey, no fue directamente a contar el sueño, sino que comenzó
reconociendo que la revelación venía de Dios Todopoderoso, porque ningún ser
humano es capaz de tal milagro.
(Daniel 2:26-28) Respondió el rey y dijo a
Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi,
y su interpretación? Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio
que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden
revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y
él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros
días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama:
Este preámbulo
aclaratorio era importante por tres razones:
1.
Daniel
quería que el rey tuviera consideración hacia los demás sabios de Babilonia,
porque era humanamente imposible adivinar el sueño del rey.
2.
Daniel
no quería quedarse con la “gloria” del milagro; más bien, humildemente dejó
claro que él sólo fue un instrumento de la revelación, pero no la fuente.
3.
Daniel dio
toda gloria a Jehová, Dios de Israel.
REVELACIÓN PROFÉTICA
Otra aclaración que Daniel hace, antes de revelar el misterio, es que
el sueño del rey es profético, concerniente al futuro—“lo que ha de acontecer
en los postreros días” (Dan. 2:28).
(Daniel 2:29-30) Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron
pensamientos por saber lo que había de
ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de
ser. Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más
sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la
interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.
EL SUEÑO
Luego de la aclaración, Daniel procede a contar lo que Dios le reveló
acerca del sueño de Nabucodonosor:
(Daniel 2:31-35) Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen,
que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti,
y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su
pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus
piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro
cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e
hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la
plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el
viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la
imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
Podemos imaginar la
razón por la que el rey estaba tan turbado, ya que a simple vista puede dar la
impresión que el sueño podría ser una advertencia sobre un golpe de estado o una
derrota en el reino.
En la próxima
entrada leeremos la interpretación que Daniel dio acerca del sueño…
Oración…
Señor, Tú has hecho los
cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada es
imposible para Ti. Tú eres quien revela lo profundo y lo escondido; conoces lo
que está en tinieblas, y la luz mora en Ti.
Señor, te pido que cuando
vengan sueños o visiones, hazme entender lo que está oculto y lo que la mente
no puede comprender. También te pido que me des revelación para ver más allá de
lo que puedo apreciar con los ojos naturales. Dame ojos espirituales para ver y
entender el Reino de los Cielos, y así ser agentes para que tu Reino venga a este
mundo, y sea hecha tu voluntad en la Tierra como en el Cielo.
…Continúa en tu oración
personal…
(ref. Jeremías 32:17; Daniel
2:22; Mateo 6:10)
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