viernes, 13 de septiembre de 2019

13. Interpretación del sueño (Dan. 2:36-45)


En la entrada anterior leímos la revelación que Daniel tuvo sobre el sueño del rey. Hoy veremos la interpretación de dicho sueño:
(Daniel 2:36-45) Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

REVELACIÓN HISTÓRICA
A través de este sueño, Dios le dio a Nabucodonosor la revelación de la historia de la humanidad. Las diferentes partes de la imagen del sueño representan los reinos más poderosos en la historia de la humanidad:

Cabeza de oro       
Babilonia
Brazos y pecho de plata
Media y Persia
Vientre de bronce
Grecia
Piernas de hierro
Roma
Pies de hierro y barro
El último reino del hombre
La ROCA
El Reino del Mesías

Todo comienza en Babilonia, un imperio que fue construido sobre las ruinas de la Torre de Babel (Génesis 11:1-9), el lugar donde los hombres se levantaron en reto a Dios, buscando poder y gloria.

Cuando Daniel llama a Nabucodonosor como “el rey de reyes” (Dan. 2:37), no es que lo esté glorificando sobre Dios, sino que está reconociendo que en el ámbito de los reyes del mundo, éste ha sido el rey más poderoso de la historia.  Pero, a partir de Babilonia, los reinos del hombre van en descenso de calidad.

LA ROCA
Desde el principio de la historia, los hombres han tratando de construir su propio reino. Al elegir las piedras de construcción, rechazaron la mejor piedra, porque lo que buscaban no era la mejor edificación sino su propia gloria.
(Salmo 118:22-23)  La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo.  Obra del SEÑOR es esto; admirable a nuestros ojos.

En el sueño, una gran roca destruye la imagen del hombre. Esa piedra es la que destruirá los reinos humanos, y vendrá a ser la piedra angular de la edificación del Reino de Dios en la Tierra.

La Roca es el último reino, pero no hecho de manos humanas, porque viene de Dios. Representa el Reino del Mesías que vendrá a derrocar a los reinos del hombre. Su reino será el verdadero imperio mundial que gobernará sobre toda la Tierra (Salmo 2).

El profeta Isaías nos revela que la capital del Reino de Dios estará en Sión (Jerusalén), y el rey será el Mesías (1 Pedro 2:5-8).
(Isa. 28:16-17)  Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, pongo por fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no será perturbado.

Oración…
Veo que, desde tiempos antiguos y aún ahora las naciones se sublevan, se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos contra Dios y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos sus cadenas y sus cuerdas! Señor, no se quieren someter a Ti, aunque eres Tú el verdadero Rey de reyes y Señor de señores. Pero hoy, yo reconozco que Tú, Dios eterno, has consagrado a tu Hijo Jesús como el Rey del mundo. El Señor es la piedra fundamental del Reino de Dios en la Tierra. Me uno a la voluntad divina, pidiendo a mi nación como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra. Adoro al Señor con reverencia, y honro al Hijo como mi Rey, pues bendito es el que se refugia en Él.
…Continúa en tu oración personal…

(ref. Salmo 2)

No hay comentarios:

Publicar un comentario