La soberbia y el orgullo de Nabucodonosor
trajo como resultado su humillación y deshonra. Tal como dice la Biblia:
(Proverbios 11:2) Cuando viene la
soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría.
El arrepentimiento es el antídoto a todo
mal. Cuando Nabucodonosor se arrepintió y se humilló ante Dios, regresó su
sanidad mental.
(Daniel 4:34-35) Mas al fin del
tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y
bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo
dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los
habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad
en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien
detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Dios uso al rey más poderoso del mundo
para enseñar a la humanidad una poderosa lección: Dios es Todopoderoso, y
está en control de todo lo que pasa en el Cielo y en la Tierra.
FUE
RESTAURADO
Hay un proverbio que refleja el proceso
que pasó el rey Nabucodonosor:
(Proverbios 18:12) Antes de la
destrucción el corazón del hombre es altivo, pero a la gloria precede la
humildad.
La altivez y soberbia del rey lo llevó a
ser humillado hasta el suelo, literalmente, sirviendo como ejemplo a toda la
humanidad. Pero cuando el rey se arrepintió y se humilló delante de Dios, su
grandeza fue restaurada.
(Daniel 4:36) En el mismo tiempo mi razón me
fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a
mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi
reino, y mayor grandeza me fue añadida.
La restauración de Nabucodonosor también
nos sirve de ejemplo, porque eso es lo que Dios quiere para todos nosotros.
(Santiago 4:10) Humillaos en la
presencia del Señor y El os exaltará.
El capítulo cierra con un versículo de
exaltación a Dios, el único que merece la gloria y la honra. El rey reconoció
al Rey de reyes y Señor de Señores.
(Daniel 4:37) Ahora yo
Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus
obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan
con soberbia.
SOMBRA
DE LO QUE VENDRÁ
Así como fue puesto a prueba el rey de
Babilonia, toda la humanidad será también puesta a prueba en los últimos
tiempos, para ver si reaccionan con soberbia o con humildad ante Dios. El
profeta Isaías explica que, cuando el Mesías regrese en el Día del Señor, los
altivos serán destruidos, pero los humildes serán salvados.
(Isaías 2:11-17) La altivez de
los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada;
y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los
ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será
abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas
las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los
collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro
fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas
preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los
hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.
Oración…
Hoy
me uno a la oración del rey, y bendigo al Altísimo. Alabo y glorifico al que
vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Reconozco que tú eres Dios Todopoderoso, que haces según tu voluntad en el
cielo y en la tierra, y no hay quien detenga tu mano, ni puedo pedirte
explicación de lo que haces, porque tu voluntad perfecta será hecha. Exalto y
adoro al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos
justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.
Señor,
oramos para que en el día de tu Venida, nos encuentres de rodillas, humillados
ante Tu Presencia. Tú dijiste que cualquiera que se ensalce, será humillado, y
cualquiera que se humille, será ensalzado. Y también dijiste que el mayor será
el servidor. Por lo tanto, hoy tomo la decisión de andar en humildad, ante Dios
y ante los hombres.
Dios
mío, Tú has declarado lo que es bueno y lo que tú demandas, y eso es lo que
haré: practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente ante Ti.
…(Continúa
en tu oración personal)…
(ref. Mateo 23:11-12; Daniel 4:34-37; Proverbios 18:12; Miqueas
6:8)
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