4. Quita y pone reyes (Dan. 1:1)

El libro de Daniel comienza ubicándonos en el contexto histórico de ese tiempo:

(Daniel 1:1) En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.

El rey Joacim fue uno de los últimos reyes de Judá. Durante su reinado, Judá era vasallo de Egipto, pagando impuestos al Faraón. Pero en ese tiempo, se levantó otro imperio, Babilonia, que mandó a su ejército a conquistar la región.

TRES SITIOS A JERUSALÉN

En tres ocasiones, el rey de Babilonia (Nabucodonosor) puso sitio contra Jerusalén; y tras cada sitio, llevó población cautiva:

1.  (605 a.C.)  En el tiempo del rey Joacim, los babilonios se llevaron cautivos a los nobles y miembros de la casa real, entre los cuales iba Daniel

2.  (597 a.C.)  En el tiempo del rey Joaquín (Jeconías—Jer. 24:1), se llevaron cautivos a guerreros y artesanos (2 Reyes 24:10-17). Entre ellos iba el profeta Ezequiel.

3.  (586 a.C.) El último rey de Judá fue Sedequías, y en su tiempo el ejército babilónico llegó a destruir Jerusalén y el Templo. En esa ocasión, se llevaron cautivos a toda la población, excepto a los pobres y a Jeremías (quien había profetizado en favor de Nabucodonosor).

DANIEL EN BABILONIA

Daniel llegó a Babilonia en el primer exilio (605 a.C.). Seguramente él no merecía ser llevado cautivo porque él era un hombre temeroso de Dios; sin embargo, Dios lo permitió porque en ese exilio llevaron a los judíos al palacio del rey, y así se le abrieron puertas que no tuvieron los que llegaron después.

En Babilonia, Daniel estuvo en una posición de privilegio, sirviendo durante 70 años a cuatro reyes, bajo dos imperios (Babilonia y Medo-persia). Nadie pudo mover a Daniel de su liderazgo porque Dios lo puso allí. Pero a su alrededor, reinos cayeron, imperios surgieron para luego caer ante otros. Mejor que ningún otro personaje bíblico, Daniel entendió que Dios quita y pone reyes para cumplir sus propósitos divinos. El testimonio en las palabras de Daniel es el siguiente:

(Daniel 2:21)  El es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos.

Medita…

Si Dios está en control de los reinos de este mundo, ¿no crees que está también en control de tu vida y tus circunstancias? ¿Qué propósito tiene Dios para tu vida?

Oración…

Señor, Tuya es la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra. Tuyo es el dominio, oh Dios, y Tú te exaltas como soberano sobre todo. Junto con Daniel, yo reconozco que Tú eres quien cambia los tiempos y las edades; quitas reyes y pones reyes; das sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos. Reconozco que Tú eres Dios fiel, que guardas Tu pacto y Tu misericordia hasta mil generaciones con aquellos que te aman y guardan sus mandamientos.

Muéstrame tu propósito, Señor, para unirme a tus planes como lo hizo Daniel en su tiempo. Hazme parte de tus planes divinos y dame revelación de tus tiempos.

…Continúa en tu oración personal…

(ref. 1 Crónicas 29:11; Daniel 2:21; Deuteronomio 7:9)