Los capítulos 11 y 12 continúan la visión
y revelación que comenzaron en el capítulo 10. Daniel continúa en la presencia
del Hijo del hombre (Jesús), quien iba acompañado del ángel Miguel (Dan. 10:13).
Como vimos en el capítulo anterior, la
fecha de esta visita celestial se dio en el tercer año de Ciro (Dan. 10:1), ya
habiendo pasado dos años desde que comenzó el retorno de los judíos hacia la
Tierra de Israel (457 a.C.). Pero el visitante especial le revela algo
sorprendente a Daniel:
(Daniel 11:1) Y yo mismo, en el año primero de Darío el medo, estuve
para animarlo y fortalecerlo.
El Señor ha estado con los reyes de
Medo-Persia desde el principio de su reinado (Dan. 10:13). Ante esa revelación,
no es de extrañar entonces por qué los reyes de Media y Persia fueron tan
favorables hacia los judíos desde un inicio.
CAMBIO
DE REYES Y REINOS
De nuevo vemos como Dios hace evidente
que él es quien “cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes” (Dan.
2:21). En esta ocasión, el Señor le reveló a Daniel cómo se perfila el futuro
político de Persia:
(Daniel 11:2) Y ahora yo te mostraré la verdad. He
aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes
riquezas más que todos ellos; y al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a
todos contra el reino de Grecia.
Aunque Persia tuvo muchos reyes en su
historia, el Señor llevó a Daniel a concentrarse en los cuatro siguientes reyes,
porque el cuarto (Jerjes I) provocó una guerra contra los espartanos, y esto
despertó a que Grecia se levantara contra Persia. Hay duda sobre cuáles reyes
persas son exactamente los que se mencionan en la profecía, pero se cree que
son los siguientes: Cambises, Bardiya, Darío I, Jerjes I. Todavía hubo otros reyes
persas, pero perdieron su hegemonía como imperio universal.
Eventualmente, quien derrotó al gran
imperio persa fue Alejandro el Magno, estableciendo un nuevo imperio: Grecia,
cumpliéndose así la profecía que le fue revelada a Daniel.
(Daniel 11:3) Se levantará luego un rey valiente,
el cual dominará con gran poder y hará su voluntad.
Alejandro el Magno fue más un conquistador
que un emperador. Tan pronto terminó su conquista a los 32 años, él murió y su
imperio fue dividido, tal como dice la profecía:
(Daniel 11:4) Pero cuando se haya levantado, su
reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a sus
descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será
arrancado, y será para otros fuera de ellos.
Esta revelación ya había sido sugerida en
la visión del carnero y el macho cabrío (Daniel 8). Como vimos, el imperio de
Alejandro el Magno fue dividida entre sus 4 generales:
- Seleuco (Siria e Israel)
- Ptolomeo (Egipto)
- Casandro (Grecia y Macedonia)
- Lisímaco (Tracia y Asia Menor)
Daniel ya no verá el cumplimiento de esto
en su vida, pero el Señor le va a revelar ciertos detalles de lo que sucederá
después.
Esta conversación del Señor con Daniel es
como la que una persona tiene con un amigo, a quien le confía sus planes
personales. Daniel dispuso su corazón a entender, y el Señor le explicó .
(Daniel 10:12) … desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras;
y a causa de tus palabras yo he venido.
En el momento en que Daniel escuchó la
explicación, para él era profecía sobre eventos que ocurrirían en su futuro.
Pero para nosotros en el siglo XXI, los reyes de Persia y Grecia ya quedaron en
el pasado, y son historia. Sin embargo, Daniel lo escribió para la posteridad,
porque hay patrones de lo que pasó en la historia que se volverán a repetir en
los tiempos del fin:
(Daniel 10:14) He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
REY
DEL SUR Y DEL NORTE
Luego que Daniel recibió la revelación
sobre la división del imperio helénico (Grecia), la visión se concentrará en
dos reyes, ya que estos son los que van a tener relación con el pueblo judío:
1. Rey
del sur es el reino ptolomeo (Egipto)
2. Rey
del norte es el reino seléucida (Siria)
Lo que leemos como profecía dada a
Daniel, para nosotros en el día de hoy ya lo leemos como “historia”, pues ya se
cumplió.
REY
DEL SUR
Luego de la muerte de Alejandro Magno, el
primer reino helénico que tuvo injerencia en la Tierra de Israel fue el reino
Ptolomeo (de Egipto). Por ende, ese es el primer rey que aparece en la visión
de Daniel:
(Daniel 11:5) Y se hará fuerte el rey del sur; mas uno de sus príncipes
será más fuerte que él, y se hará poderoso; su dominio será grande.
El dominio de los ptolomeos sobre Israel
fue corta. Pronto se levantó una competencia entre el rey del norte y el rey
del sur.
ALIANZA
ENTRE NORTE Y SUR
El sueño de Daniel revela que el rey del
norte y del sur van a hacer un “matrimonio por conveniencia”, como alianza
estratégica; pero luego dice que esa táctica no les funcionará…
(Daniel 11:6) Al cabo de años harán alianza, y la
hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz. Pero ella no
podrá retener la fuerza de su brazo, ni permanecerá él, ni su brazo; porque
será entregada ella y los que la habían traído, asimismo su hijo, y los que
estaban de parte de ella en aquel tiempo.
Efectivamente así sucedió: el rey del sur
(Ptolomeo Filadelfo de Egipto) entregó a su hija Berenice como esposa al rey
del norte (Antioco Teo de Siria), como una alianza estratégica. El problema es
que Antíoco ya estaba casado y con hijos. Después de un corto tiempo, Antíoco
volvió a llamar a su mujer Laodice, y como venganza ella envenenó al rey y puso
a su hijo Calinico en el trono de Siria. También Berenice y sus siervos fueron
asesinados.
La historia también confirma la siguiente
parte de la profecía, cuando Ptolomeo Euerguetes, hermano de Berenice subió a
Siria a vengar su muerte, y sacó gran botín en esa invasión.
(Daniel 11:7-9) Pero un renuevo de sus raíces se
levantará sobre su trono, y vendrá con ejército contra el rey del norte, y
entrará en la fortaleza, y hará en ellos a su arbitrio, y predominará. Y
aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de
plata y de oro, llevará cautivos a Egipto; y por años se mantendrá él contra el
rey del norte. Así entrará en el reino el rey del sur, y volverá a su
tierra.
Luego de la venganza, vino la revancha: los
hijos de Calinico se levantaron y recuperaron sus tierras.
(Daniel 11:10) Mas los hijos de aquél se airarán, y
reunirán multitud de grandes ejércitos; y vendrá apresuradamente e inundará, y
pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta su fortaleza.
La historia confirma lo que Daniel
recibió en profecía: que los reyes del norte y del sur tuvieron confrontaciones
continuas, en lucha por el dominio de la región—e Israel estaba en medio. No
entraremos en más detalles, pero baste señalar que datos históricos han
confirmado el cumplimiento de las palabras de esta profecía.
(Daniel 11:11-14) Por lo cual se enfurecerá el rey del
sur, y saldrá y peleará contra el rey del norte; y pondrá en campaña multitud
grande, y toda aquella multitud será entregada en su mano. Y al llevarse él la
multitud, se elevará su corazón, y derribará a muchos millares; mas no
prevalecerá. Y el rey del norte volverá a poner en campaña una multitud
mayor que la primera, y al cabo de algunos años vendrá apresuradamente con gran
ejército y con muchas riquezas. En aquellos tiempos se levantarán muchos
contra el rey del sur; y hombres turbulentos de tu pueblo se levantarán para
cumplir la visión, pero ellos caerán.
En la próxima entrada continuaremos
leyendo el capítulo 11, que sigue describiendo las profecías sobre el reino del
sur y el reino del norte…
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