La tercera fiesta de Redención
es conocida como: Primicias, o Primeros Frutos (en hebreo: Bikurim).
Era el día en que el pueblo de Dios debía presentar los primeros frutos de la
cosecha de cebada, que se recogía en primavera.
(Levítico 23:9-11) Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y
diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies,
traeréis al sacerdote un manojo de los primeros frutos de vuestra siega; y el
sacerdote mecerá el manojo delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día
siguiente del sábado lo mecerá el sacerdote.
Esta fiesta se celebra
el domingo* (al día siguiente del día de reposo) de la semana de Panes Sin
Levadura (15 al 21 de Nisán).
* [Nota:
Hay una controversia sobre la fecha de las fiestas de Primicias y Semanas (heb.
Shavuot), las cuales están conectadas.
Los fariseos y los saduceos interpretaban de distinta forma la fecha. Pueden
leer la explicación de esta controversia al final de la siguiente entrada: Fecha de Shavuot]
OFRENDA PARA ESTA
FIESTA
En ese día (domingo de
la semana de Pascua) todo israelita debía presentar al Señor una gavilla de las
primicias de la cosecha de cebada. En tiempos bíblicos, los israelitas llevaban
a Jerusalén su gavilla en representación de las primicias; la llevaban al
Templo y la entregaban a un sacerdote. Luego el sacerdote la tomaba y la mecía
delante del Señor.
En Deuteronomio
encontramos la instrucción que Dios dió al respecto:
(Deut. 26:1-4) Y será que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te
da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella; entonces tomarás de las
primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que Jehová
tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que Jehová tu
Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. Y llegarás al sacerdote que
fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy a Jehová tu Dios que he
entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos había de dar. Y
el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar de
Jehová tu Dios.
Estas son las
instrucciones de "qué hacer y cómo", pero a continuación el Señor nos
da un vistazo a la historia y nos lleva a reconocer la razón, el "por
qué" de la Fiesta...
(Deut. 26:5-10) Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto
de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y peregrinó allá con pocos
hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Y los
egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura
servidumbre. Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y oyó Jehová
nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión. Y
Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande
espanto, y con señales y con milagros: y nos trajo a este lugar, y nos dio esta
tierra, tierra que fluye leche y miel. Y ahora, he aquí, he traído las
primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante
de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
Primicias no es una
fiesta aislada, sino que está conectada con el proceso de la Redención, que
comenzó en la Pascua. Luego de ser redimidos, Dios espera que comencemos a dar
fruto. Una forma de hacerlo es entregarle lo primero a Él. Éste es el mensaje
esencial de la ofrenda de las Primicias...
MENSAJE DE
PRIMICIAS
Como ya mencionamos en
una entrada anterior (Estaciones y Cosechas),
las principales cosechas en Israel se relacionan con las fiestas. La primera
cosecha es la de cebada, y sus primeros frutos deben entregarse en la fiesta de
Primicias. La cosecha de trigo está vinculada a la fiesta de Pentecostés (o Semanas),
y la cosecha de los frutos con Tabernáculos.
El mensaje subyacente de
las ofrendas de primicias es que Dios espera que le demos lo primero a Él.
(Exodo 34:26) La primicia de los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de
Jehová tu Dios...
Las Primicias no se
limitan al fruto de nuestro trabajo, sino a todo en nuestra vida.
(Exodo 22:29-30) No demorarás en dar la primicia de tu cosecha, ni de tu lagar. Me darás
el primogénito de tus hijos. Así harás con el de tu buey y de tu oveja; siete
días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
Los primer nacidos del
ganado debían ser ofrendados, y el hijo primogénito debía ser redimido (Exo.
13:12-15).
(Éxodo 13:2) Conságrame todo primogénito; el primer nacido de toda matriz entre los
hijos de Israel, tanto de hombre como de animal, me pertenece.
¿Por qué Dios pide lo
primero? El Señor no lo hace porque Él necesite lo que tenemos. En realidad
Dios no necesita nada, sino que lo hace para nuestro beneficio. Somos nosotros
quienes neceitamos aprender a poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.
MEDIDA DE LA OFRENDA
La ofrenda que Dios
pide como primicia de la cosecha es una gavilla (Lev. 23:10-11). También se
traduce como "manojo", que básicamente es lo que cabe en la mano. Es
la porción que podemos sostener en la mano.
(Levítico 23:10-11) Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando
entréis en la tierra que yo os daré, y seguéis su mies, entonces traeréis al
sacerdote una gavilla de las primicias de vuestra cosecha. Y él mecerá la
gavilla delante del SEÑOR, a fin de que seáis aceptados; el día siguiente al
día de reposo el sacerdote la mecerá.
La palabra que se
traduce como “gavilla” en hebreo es “Omer”, también conocido como
“gomer” (Exo. 16:16-18,36). Esta es una medida de productos secos, que
equivale a una décima de un efa. Esta es la misma medida del maná diario que
Dios les dio a cada israelita en el desierto. Representa el sustento diario, “el
pan nuestro de cada día” (Mat. 6:11).
La entrega de esta
ofrenda es un expresión de fe; al entregarle a Dios lo primero, expresamos
nuestra fe en que Él proveerá. Este principio lo enseñó Jesús en el Sermón del
Monte:
(Mateo 6:31-33) Por tanto, no os
preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué beberemos?"
o "¿con qué nos vestiremos?" Porque los gentiles buscan ansiosamente
todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas
estas cosas. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
Nuestra seguridad no
debe estar puesta en lo que nuestras manos puedan hacer, sino en la bendición
que viene de Dios. Si ponemos a Dios primero, Él traerá bendición (Eze. 44:30),
y proveerá para lo que necesitemos.
(Proverbios 3:9-10) Honra a Jehová con
tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros
con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
(Ezequiel 44:30) Y las primicias de
todos los primeros frutos de todo, y de toda clase de ofrenda de vuestras
ofrendas, serán para los sacerdotes; también daréis al sacerdote las primicias
de vuestras masas para que haga reposar una bendición sobre vuestra casa.
CUMPLIMIENTO EN EL MESÍAS
Jesús, el Cordero de
Dios, murió en la Pascua como propiciación por nuestros pecados, y fue
sepultado en el primer día de Panes Sin Levadura. Al tercer día (en el dìa de
la fiesta de Primicias), Jesús resucitó, venciendo así a la muerte.
(Mateo 28:1-6) Pasado el día de reposo, al
amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron
a ver el sepulcro. Y he aquí, se produjo un gran terremoto, porque un ángel del
Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre
ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve; y
de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. Y hablando el
ángel, dijo a las mujeres: Vosotras, no temáis; porque yo sé que buscáis a
Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, tal como
dijo. Venid, ved el lugar donde yacía.
El mismo día en que se
estaban presentando las primicias de primavera en el Templo, el Mesías
resucitó.
Jesús no sólo resucitó
en el día de Primicias, sino que la Biblia dice que Él es la Primicia en el
Plan de Redención.
(Apocalipsis 1:5) ...Jesucristo, el
testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la
tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre…
Sabemos que Jesús es
el primogénito de Dios, pero ¿qué significa el “primogénito de los muertos”?
Aunque se mencione la muerte, en realidad el concepto bíblico habla de vida y
resurrección. Pablo lo explica:
(1 Corintios 15:20-21)
Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de
los que durmieron. Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un
hombre vino la resurrección de los muertos.
Jesús fue el primero
en resucitar de los muertos. Él venció a la muerte, y abrió el camino de la
resurreción y la vida eterna para todo aquel que crea en Él.
(1 Corintios 15:22-23)
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los
que son de Cristo en su venida.
(Juan 11:25-26) Jesús le dijo: Yo
soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo
el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Así que, aunque
muramos, si creemos en El tendremos vida eterna. Resucitaremos en el día en que
Él venga por segunda vez a la Tierra (1 Tes. 4:13-17).
Todo esto es lo que
celebramos en la Fiesta de Primicias...Es día de reconocer que Dios es primero
en mi vida. Es día de dar gracias por la provisión de Dios. Es día de dar
gracias por la resurrección y la camino abierto para la vida eterna.
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