La séptima y última
fiesta de la Redención es conocida como “Tabernáculos”, en hebreo Sucot. Es una fiesta que dura siete
días. Es una fiesta convocada por Dios y dedicada a Él.
(Levítico 23:34) Habla a los hijos de Israel y diles:
A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los
tabernáculos a Jehová por siete días.
Es una celebración
programada para siempre.
(Levítico 23:41) Y le haréis fiesta a Jehová por
siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el
mes séptimo la haréis.
La frase “Hacer fiesta” se traduce del verbo en hebreo: Jagag, que significa: moverse en círculo,
marchar en procesión sagrada, observar un festival, celebrar fiesta. Es dar vueltas, repitiendo algo.
Esta fiesta no sólo
se repite durante 7 días, sino es algo que Dios quiere que hagamos para siempre…como
estatuto perpetuo (heb. Jukat Olam).
De hecho, todas las
Fiestas de Redención son “estatuto perpetuo”.
Todas están conectadas, y el mensaje es tan importante que Dios quiere
que las repasemos, las repitamos, para que no se nos olvide. Y la Fiesta de Tabernáculos es la conclusión
de todo el mensaje, el cual termina en regocijo, pues celebramos cómo se completará
el proceso de Redención.
Durante el Milenio,
todo el mundo estará invitado a celebrar Sucot.
Aun aquellos que se salvaron en último momento y doblaron sus rodillas
ante Yeshua en su segunda venida. Tendrán
que demostrar su lealtad al Señor en esta fiesta, a la cual ellos también estarán
invitados, pero no será “opcional”.
(Zacarías 14:16-19) Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra
Jerusalén, subirán de año en año para
adorar al Rey, a Jehová de los
ejércitos, y a celebrar la fiesta de los
tabernáculos. (17) Y acontecerá que los de las familias de la
tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. (18) Y
si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las
naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (19)
Esta será la pena del pecado de Egipto,
y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la
fiesta de los tabernáculos.
EN EL PRIMER DÍA
Como ya mencionamos,
La Fiesta de Sucot consiste en 7 días de celebración. El primer día era considerado un día de
reposo especial (heb. Shabaton). No importa en qué día de la semana caiga, ese
era un día de feriado y descanso.
(Levítico 23:35)
El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis…
(Levítico 23:39)
Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto
de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de
reposo, y el octavo día será también día de reposo.
OCTAVO DÍA
Curiosamente, a los
siete días de fiesta se le añade después un octavo día que va conectado con
Sucot.
(Levítico 23:36)
el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida
a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.
Este octavo día es
conocido en hebreo como: Shimini Atzeret (lit. Octavo
Final). También ése es un día de reposo especial.
(Números 29:35) El octavo día tendréis solemnidad;
ninguna obra de siervos haréis.
Podría parecernos
extraño que la Biblia diga que Sucot consta de siete días de fiesta, y luego
mencione separadamente un octavo día. ¿Por qué no dice simplemente que son ocho
días en lugar de siete + uno? La razón
es porque el octavo día, aunque esté relacionado con Sucot, tiene un
significado individual. En el cumplimiento mesiánico, los siete días de Sucot representan el Milenio, es decir, los mil años en que el Mesías va a reinar sobre toda la
Tierra. Al final de esos mil años,
vendrá el cumplimiento del “Día Octavo” que representa
proféticamente el día en que Dios hará nuevos cielos y nueva tierra. Ese
será el inicio de la eternidad en presencia del Señor, y esto es lo que
representa el Octavo Día (heb. Shmini Atzeret—Shimini:
octavo; Atzeret: lit. permanecer o retener).
El número ocho en la Biblia representa un nuevo inicio.
Leamos lo que dice
Apocalipsis acerca del cumplimiento de ese día:
(Apocalipsis 21:1-7) Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. (2) Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada
para su marido. (3) Y oí una gran voz
del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él
morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como
su Dios. (4) Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque
las primeras cosas pasaron. (5) Y el que
estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son
fieles y verdaderas. (6) Y me dijo: Hecho
está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente
de la fuente del agua de la vida.
(7) El que venciere heredará
todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
REGOCIJO EN LA TORÁ (heb. Simjat Torá)
Los rabinos aún
añaden un día más de fiesta, al que llaman: Simjat Torá, que significa: Regocijo en la Torá. En ese día celebran el cierre de un ciclo de
lectura de la Torá, y el inicio de uno nuevo (esto es según el ciclo de lectura
anual de la Torá, no el trianual).
Hasta la Edad Media
temprana, los judíos tenían varios ciclos de lectura de la Torá. Por mucho tiempo, el ciclo más conocido y
practicado era el tri-anual, en el cual la
lectura de la Torá se llevaba tres años. En los tiempos modernos, el ciclo de lectura anual llegó a convertirse en el predominante. El día festivo Simjat Torá marca el fin
de este ciclo de lectura y el inicio del nuevo ciclo.
LECTURA EN EL AÑO SHMITA
Hay una instrucción
especial que Dios dio a su pueblo para la fiesta de Tabernáculos, la cual debía
cumplirse cada siete años. Dios instruyó
que en el Año Sabático (heb. Shmitá) se leyera la Torá delante de todo
el pueblo.
(Deuteronomio 31:9-13)
Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los
sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos
los ancianos de Israel. (10) Y les mandó
Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la
fiesta de los tabernáculos, (11) cuando
viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él
escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. (12)
Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros
que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová
vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; (13) y los hijos de ellos que no supieron, oigan,
y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la
tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.
Dios quería
asegurarse que todo su pueblo conociera la Torá…para que les fuera bien.
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Hay otros temas
relacionados con la Fiesta de Tabernáculos (Sucot), y pueden leer sobre ellos
en las siguientes entradas (haz click en los títulos para abrir los enlaces):
* Fiesta de la Recolección
* Sucot: Las Naciones y el Agua
* Sucot: La Lluvia y las Fiestas
* Sucot: La Luz
* Sucot: el Séptimo Día, Hosanna
* Sucot: el Octavo Día
* Sucot: Las Naciones y el Agua
* Sucot: La Lluvia y las Fiestas
* Sucot: La Luz
* Sucot: el Séptimo Día, Hosanna
* Sucot: el Octavo Día
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