Sucot |
Todas
las fiestas bíblicas están vinculadas a las cosechas en Israel. Los que subían
a Jerusalén a celebrar las fiestas, llevaban consigo las primicias de sus
cosechas para el Señor: en Pascua (heb. Pesaj) llevaban las
primicias de la cebada, en Pentecostés (heb. Shavuot) llevaban la
primicia del trigo, y también en Tabernáculos (heb. Sucot) se
ofrecían los frutos del fin de otoño (uvas, granadas, higos, etc.). Con esta
ofrenda de los primeros frutos se reconoce que Dios es quien trae bendición.
(Deu.
16:13-15) La fiesta solemne de los
tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de
tu lagar. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven
en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el
lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos
tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
Dios
nos convoca a esta fiesta para que nos alegremos con Él. Es un tiempo para
agradecer a Dios por lo que nos ha dado, pero también para entrar en conciencia
que todo en este mundo es temporal y pasajero, y lo más importante, trascendente
y permanente está por venir (Mateo 6:19-21). Para representar la temporalidad de esta vida
en comparación con la eternidad, el Señor instruyó a los israelitas que
construyeran habitaciones temporales, conocidas en hebreo como “Sucot”
(lit. enramada). De esta palabra se deriva el nombre hebreo de la Fiesta: Sucot
(plural, “Sucá” singular). Además de los frutos, también
se recogían unas ramas que servían para construir la enramada.
(Lev.
23:39-41) El día quince del séptimo mes,
cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, celebraréis la fiesta de Jehová
por siete días, con reposo en el primer día y reposo en el octavo día. Y
el primer día tomaréis para vosotros frutos de árboles hermosos, hojas de
palmera y ramas de árboles frondosos, y sauces de río; y os alegraréis delante
de Jehová vuestro Dios por siete días. Así la celebraréis como fiesta al
SEÑOR por siete días en el año. Será estatuto perpetuo para todas vuestras
generaciones; la celebraréis en el séptimo mes.
LLUVIA
TEMPRANA Y TARDÍA
Una característica
muy reveladora de la Fiesta de Sucot está relacionada con las
lluvias. En Israel, la época lluviosa se extiende por seis
meses, desde octubre hasta marzo; los otros seis meses son secos. Las
Fiestas Bíblicas comienzan con lluvia y terminan con lluvia: para la Pascua,
caen las lluvias tardías, que son las últimas antes de la cosecha de la cebada
y el trigo; en Sucot comienzan a caer las lluvias tempranas, las cuales
preparan el terreno para los cultivos del próximo año. Sabiendo esto, en
Israel se elevan oraciones durante Sucot pidiéndole a Dios que envíe la lluvia,
que debe comenzar a caer en esos días.
En la Torá
(Pentateuco), Dios señala que la lluvia está conectada con la obediencia a Sus
mandamientos:
(Deu.
11:13-14) Y será que, si obedeciereis
cuidadosamente mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová
vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra
alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la
tardía; y recogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.
También los
profetas recordaron al Pueblo la conexión entre la lluvia y la obediencia:
(Joel 2:23) Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos
en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia moderadamente, y
hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.
(Jeremías
5:24) Temamos ahora a Jehová Dios
nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; Él nos guarda los
tiempos establecidos de la siega.
Una revelación
muy interesante es la que recibió el profeta Oseas, quien comparó la venida del
Señor con las lluvias.
(Oseas
6:3) Y conoceremos, y proseguiremos
en conocer a Jehová; su salida está dispuesta como el alba, y vendrá a nosotros
como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
Esta es una revelación
de la primera y segunda del Mesías, conectada con los tiempos de las fiestas
bíblicas: La lluvia tardía cae alrededor de la semana de la
Pascua, y esa fiesta habla de la primera venida del Señor. Jesús murió el
día de la Pascua, fue sepultado previo al inicio de la fiesta de los Panes Sin
Levadura, y resucitó en la Fiesta de Primicias. Cincuenta días más
tarde, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en la Fiesta de las
Semanas (Pentecostés, heb. Shavuot). La lluvia
temprana cae en el mes de las últimas fiestas (Trompetas, Expiación y
Tabernáculos), las cuales hablan acerca de la segunda venida del Mesías.
También
el apóstol Santiago (Jacobo, heb. Yaakov) hace referencia a las lluvias
en relación a la venida del Señor.
(Santiago
5:7-8) Por tanto, hermanos, tened
paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia
temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros; afirmad vuestros
corazones; porque la venida del Señor se acerca.
En
la próxima entrada, hablaremos de otro aspecto de la Fiesta de Sucot…
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