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miércoles, 29 de abril de 2020

DE PASCUA A PENTECOSTÉS: Pruebas en el desierto

Oseas 2:14

En la entrada anterior (“Atentos a los paralelos), mencionamos que esta Pascua del 2020 fue histórica y profética: por primera vez, todo Israel se vio obligado a permanecer encerrados en sus casas por la pandemia, de forma similar a cuando todos los israelitas en Egipto se resguardaron en casa para protegerse de la última plaga.

Y esto no sólo se vivió en Israel, sino en casi todo el mundo. La noche de la Pascua (15 de Nisán), muchos estaban guardando la cuarentena en sus casas. Muchos creyentes estaban encerrados, orando para que Dios Todopoderoso los librara de la plaga. En estas circunstancias, muchos se vieron motivados para celebrar la Pascua por primera vez en sus vidas.

Al leer la narrativa del Éxodo, parece que las coincidencias no acaban en la Pascua. Seguimos viviendo paralelos con el viaje de los israelitas por el desierto, en los 50 días entre la salida de Egipto (Pascua) y la llegada al Monte de Sinaí (en Pentecostés o Semanas)…

PRUEBAS EN EL DESIERTO
Tras salir de Egipto, Dios guió a los israelitas a través del desierto. Los primeros 50 días, los israelitas pasaron pruebas en los siguientes lugares (Éxodo 13 al 20):
a.    Cruce del Mar Rojo
b.    Aguas amargas de Mara
c.     Maná en el desierto de Sin
d.    Ataque de Amalec en Refidim
e.    Agua que brota de la Peña en Horeb
f.      Entrega de la Ley en el Monte Sinaí

Cada una de estas pruebas trae una tremenda lección, pero no será el enfoque de este estudio (ver video: Mentalidad de esclavo a libre). Más bien, quiero que comparemos lo que los israelitas vivieron en esos 50 días, y veamos los paralelos que resaltan con lo que estamos viviendo hoy en el mundo (a causa del coronavirus)…

PRUEBAS EN LA ACTUALIDAD

1. MIEDO
Así como los israelitas sintieron miedo cuando el ejército de Faraón los persiguió hasta el Mar Rojo, también hoy se ha levantado una ola de miedo y pavor.

La amenaza del coronavirus se ha levantado como un espectro de muerte que ha provocado miedo e inseguridad en todo el mundo. Y no sólo es miedo a la enfermedad en sí, sino a la inseguridad sobre el futuro.

Esta prueba está revelando si nuestra fe está realmente puesta en Dios, o en la estabilidad que brinda el mundo (aunque esclaviza en un sentido espiritual).

2. MURMURACIÓN
Así como los israelitas se quejaron por las pruebas en el desierto, también hoy muchos se quejan porque su “vida normal” fue interrumpida.

La actitud correcta ante la prueba no es quejarse o murmurar contra Dios, sino clamarle. Es válido pedir a Dios, pero con un corazón humilde, sin reclamos ni demandas.

3. ESCASEZ
Así como los israelitas enfrentaron escasez en el desierto (agua y pan), también la crisis del coronavirus está provocando crisis económica.

La pausa en el trabajo está trayendo consecuencias económicas: falta de ingresos, desempleo, escasez, deuda, bancarrotas, etc.

4. ATAQUE A LOS MÁS VULNERABLES
En el camino del desierto, los israelitas fueron atacados por los amalecitas. Lo hicieron de forma cobarde, porque atacaron la retaguardia, donde estaban concentrados los que caminan más lento: los ancianos y los niños.

De forma similar, vemos que el coronavirus ha atacado a los más vulnerables, que son los ancianos, y las personas cuyas defensas están debilitadas por otras enfermedades.

5. ENCUENTRO CON DIOS
50 días después de salir de Egipto (en Pascua), los israelitas habían llegado al pie del Monte Sinaí (en Pentecostés o Fiesta de Semanas, en hebreo: Shavuot). Allí Dios tuvo un encuentro personal con Su Pueblo.

La Biblia dice que cuando Israel hizo un pacto con Dios en el Monte Sinaí, fue como si estuvieran haciendo un compromiso matrimonial (Jer. 31:32; Jer. 2:2; II Cor. 11:2), y el contrato matrimonial (heb. Ketubá) eran los mandamientos. El pueblo se comprometió a hacer todo lo que Dios les dijera (Éxodo 19).

La Biblia dice que las pruebas en el desierto sirvieron para probar el corazón del Pueblo de Dios.
(Deut. 8:2) Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

Como consecuencia de la crisis del coronavirus, el mundo se detuvo. Esta pausa y reposo nos está dando la oportunidad de buscar a Dios como nunca antes. Ya no hay excusa que no tenemos tiempo. Es una oportunidad de oro para buscar a Dios.
(Jer. 29:13-14)  Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. Me dejaré hallar de vosotros"—declara el SEÑOR…

Oremos para que este “desierto” que estamos viviendo nos acerque más a Dios…y no hayamos pasado por esta prueba de balde. ¿Vamos a comprometernos con Dios, o vamos a seguir como si nada pasó? La decisión es de cada uno.

domingo, 10 de enero de 2016

La Verdad sobre el Islam (parte I)

Aclaración: Aunque este blog está dedicado al estudio de la Biblia y los tiempos de Dios, decidimos escribir este artículo sobre el Islam debido al rol que está jugando en los eventos proféticos.   



En el pasado, el tema del Islam era básicamente limitado al Medio Oriente, pero hoy es un tema que se menciona en los titulares de las principales noticias a nivel mundial, en gran parte debido al terrorismo.  Sin embargo, hay mucha confusión con respecto a esa religión.  A continuación les comparto algunos puntos importantes que los creyentes debemos saber sobre el Islam (desde una perspectiva judeo-cristiana):

a.  Alá no es lo mismo que Jehová
Islam es una religión monoteísta, al igual que el Judaísmo y el Cristianismo.  Por eso, mucha gente cree que los musulmanes adoran al mismo Dios de Israel (Jehová)…pero no es así.  Los musulmanes creen en Alá, que literalmente se traduce como dios.  Pero lo que ese dios enseña no es lo mismo que lo que manda Jehová, Dios de Israel.  
[Nota: Aunque los judíos y cristianos tienen diferentes creencias, es más una cuestión de interpretación pues comparten las mismas Escrituras: el Antiguo Testamento, en hebreo: Tanaj, habiendo los cristianos añadido el Nuevo Testamento y los judíos el Talmud y la Mishná]

Antes del surgimiento del Islam en el siglo VII, las tribus árabes eran politeístas.  Creían en muchos dioses, y Alá era el nombre del dios principal.  Mahoma eliminó los demás dioses del panteón árabe, quedándose sólo con Alá, cuyo símbolo era una luna creciente.  Por ello muchos países islámicos usan ese símbolo en sus banderas.  

b.  El Corán no es lo mismo que la Biblia
El libro sagrado del Islam es el Corán.  En él está escrita la revelación que Mahoma supuestamente recibió del ángel Gabriel (entre 610-632 d.C.).  Según Mahoma, el ángel le aclaró muchas cosas que había sido “tergiversadas” en la Biblia.  Por ejemplo: dice que en la cruz no murió realmente Jesús, sino un discípulo.  También dice que Abraham no iba a sacrificar a Isaac, sino a Ismael en el Monte Moriah. 

En otras palabras, el Corán es la supuesta aclaración de la verdad, tal como fue revelado por el ángel Gabriel. 

Mahoma no escribió personalmente el Corán, ya que él era analfabeto.  Mahoma enseñó a sus discípulos la revelación que recibió, y ellos lo memorizaron y luego lo escribieron.  Se cree que la primera compilación escrita del Corán data entre 650 al 656.

Otras escrituras del Islam son: Hadid y Sunna.  Ambos son registros históricos de las acciones y las enseñanzas del profeta Mahoma.  Consideran a Mahoma como el hombre más cercano a la perfección, a quien deben imitar en todo.  Mahoma es su último y máximo profeta, aunque también reconocen otros profetas, entre los cuales está Moisés y Jesús (en árabe, Issa).

La palabra “Islam” significa: rendirse, someterse.  Musulmán quiere decir “el que se somete”.   Los musulmanes rinden sus vidas a Alá, y se comprometen a vivir según sus escrituras (el Corán, no la Biblia).  

La premisa principal del Islam es: “No hay más dios que Alá, y Mahoma es su profeta”. Algunos le añaden: “…y Alá no tiene un hijo”; con lo cual niegan que Jesús es el Hijo de Dios.  Precisamente ese concepto es lo que hace del Islam una aberración a la luz de la Biblia.  Tal como dice Juan, rechazar a Jesús es rechazar a Dios, Jehová. 
(1 Juan 2:21-23)  No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad.  ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.  Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre.

c.  Conflicto por Jerusalén
Actualmente los musulmanes reclaman Jerusalén como la tercera ciudad más importante del Islam.  Sin embargo ese reclamo no puede ser “religioso” ya que en el Corán no se menciona ni una sola vez la ciudad de Jerusalén (ni aún en su nombre árabe: Al-Quds).

La única conexión de Mahoma con Jerusalén está en una leyenda antigua.  Esa leyenda cuenta que cuando Mahoma estaba a punto de morir él se montó sobre su caballo (llamado Buraq), el cual voló por los aires hasta llegar a Jerusalén.  Desde allí Mahoma ascendió al cielo.  Aparte de esta historia fantasiosa, no hay ningún registro que Mahoma haya visitado jamás Jerusalén. 

Hoy en día, los musulmanes reclaman la Ciudad Santa basados en la leyenda de Buraq.  Irónicamente niegan el derecho de los judíos a Jerusalén, aunque esta ciudad se menciona más de cien veces del principio al final de las Escrituras (tanto hebreas como cristianas), y los dos templos judíos han sido edificados en el Monte Moriah, conocido también como el Monte del Templo.

La realidad es que el conflicto por la ciudad de Jerusalén no es natural, sino espiritual.  Las naciones no desean a Jerusalén por su riqueza o su belleza, ni por su posición geográfica.  El conflicto es por el Monte del Templo, porque allí Dios dispuso poner Su Nombre.
(2 Crónicas 33:7)  …en la casa de Dios,  de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo:  En esta casa y en Jerusalén,  la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel,  pondré mi nombre para siempre.
(2 Crónicas 6:6)  Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre,  y a David he elegido para que esté sobre mi pueblo Israel.

Jerusalén es la ciudad que Dios escogió para poner Su Nombre.  Allí estará el trono del Mesías, tal como está profetizado.  Por eso, no debe extrañarnos que ese lugar esté en contienda.  Los enemigos de Israel y de Jehová lo quieren, no por lo que significa para ellos sino por lo que significa para el pueblo de Dios y para el Señor mismo.   ¡Y todos sabemos quién quiere sentarse en el lugar del trono de Dios! (Isaías 14:12-15). 


En la próxima entrada veremos como la escatología islámica contrasta con la bíblica, y por qué el Islam no es una religión de paz…

jueves, 19 de marzo de 2015

Eclipses al Inicio del Año Bíblico


Este fin de semana (21-22 marzo 2015) estamos esperando el inicio del nuevo año bíblico, el cual irá acompañado de una señal celestial: un eclipse solar.   

Como mencionamos en la entrada: Calendario Bíblico, las fechas en la Biblia no están conectadas con el calendario romano (gregoriano) sino siguen el calendario determinado por Dios, el cual está relacionado con la creación y con el plan divino de redención.

El inicio del año bíblico no es en enero, sino en el “primer mes bíblico” también conocido como Nisán, el mes en que se celebra la fiesta de la Pascua.  En Éxodo 12, Dios determinó que ese mes sería el primero:
(Exodo 12:1-2) Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.

Desde el principio, Dios puso los astros en el cielo para marcar los tiempos.
(Génesis 1:14)  Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.

El inicio del mes bíblico se determina cuando cuando la luna se hace visible.  Generalmente hay dos días en los que no se sabe cuál será el último día del mes y el primero del siguiente.  Lo que lo determina es la aparición de la luna.  Hoy en día la mayoría de los judíos determinan la fecha basados en cálculos, pero en tiempos bíblicos el inicio del mes se determinaba por el testimonio de dos o más testigos, que llegaban al Templo a dar el reporte de haber visto la luna.

En la Biblia, el inicio del mes se conoce como: Luna Nueva.  Se determina cuando la luna es visible al ojo humano.  Hoy en día, con los avances tecnológicos, se puede calcular cuando saldrá la luna, y aún cuando se hará visible (¡hay apps para ello!).  Pero nada sustituye un buen testimonio personal. 

Este fin de semana dará inicio un nuevo mes, que por ser el primero en el calendario bíblico también marcará el inicio de un nuevo año…

SEÑALES EN LOS CIELOS
Como mencionamos, este inicio de año irá acompañado de un eclipse solar, el cual se hará visible en el hemisferio norte. Como algo espectacular, otra señal celestial también aparecerá este mes: un eclipse lunar que hará que la luna se vea roja, efecto por el cual se le conoce como “luna de sangre”.  Este fenómeno se hará presente en el contexto de la Fiesta de la Pascua.

Como mencionamos en la entrada: 4 Lunas Rojas, este eclipse lunar es parte de lo que se conoce como la Tétrada, es decir, cuatro lunas rojas que aparecen en secuencia.  En este caso, todas aparecerán en el contexto de fiestas bíblicas.  
  
Luna Roja
15 abr. 2014
Pascua
Luna Roja
8 oct. 2014
Tabernáculos
Eclipse Solar
20 mar. 2015
Nisan 1, primer día del año del calendario bíblico
(Exo. 12.1-2)
Luna Roja
4 Abril 2015
Pascua
Luna Roja
28 sep. 2015
Tabernáculos


Dada las probabilidades, sabemos que no puede ser “mera coincidencia” que las cuatro lunas rojas se den en fechas relacionadas con fiestas bíblicas.  ¿Qué mensaje nos quiere transmitir el Señor?
(Salmo 19:1-2) Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.


Más información sobre el Primer mes del calendario bíblico:




domingo, 15 de diciembre de 2013

Origen de la Navidad IV: Prohibición y Resurgimiento

Por la forma en que los cristianos celebran la Navidad hoy en día, uno pensaría que siempre ha sido una fiesta importante para ellos, pero no siempre ha sido así…

Durante la Reforma protestante, la Navidad fue prohibida por algunas iglesias por estar relacionado al paganismo antiguo.  

En 1647 en Inglaterra, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad porque lo relacionaban con actividades licenciosas y desenfrenadas.  Pero el pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury. En 1660 se puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista no estaban conformes, y continuaron predicando en contra de las celebraciones navideñas.

En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Sin embargo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente.

La Navidad perdió popularidad en los Estados Unidos después de la Independencia, ya que se consideraba una costumbre inglesa.  En los primeros 75 años desde su instauración, el Congreso americano continuó trabajando el fin del año, incluso el 25 de diciembre .  No fue sino hasta 1870 que la Navidad fue declarada como un feriado oficial, bajo el gobierno del presidente Ulysses S. Grant.  Aun para entonces era una fiesta muy controversial entre los líderes religiosos de la nación.

Nueva York fue en gran parte responsable de promover la celebración de la Navidad en Estados Unidos.  Allí se celebraba como el carnaval que la caracterizaba en Europa.  Pero en 1828 se armó tal desorden y caos en Nueva York que la ciudad tuvo que instituir su primer cuerpo de policías.  Posteriormente las autoridades comenzaron a promover la celebración de la Navidad, pero de una forma más pacífica. 

El libro de Charles Dickens, “Un Cuento de Navidad” (A Christmas Carol), publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad como una fiesta familiar y de buena voluntad, desvinculándola de sus orígenes antiguos y paganos.

Como vimos con anterioridad, el árbol de navidad tiene su origen en Alemania y los países nórdicos.  Esa tradición se hubiera quedado allí, de no ser por la unión matrimonial de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Alberto de Alemania.  El príncipe llevó al palacio de Windsor varias tradiciones navideñas, entre las cuales se encontraba el árbol.  Pocos años después, casi todas las familias inglesas habían imitado la nueva tradición de la familia real.  No tardó en llegar a Norteamérica esa costumbre, la cual se hizo muy popular. 

Para mediados del siglo XIX, la Navidad ya estaba presente en todas partes de la sociedad americana…excepto en las iglesias.  La mayoría de las iglesias en EE.UU. eran protestantes, y ellos habían ignorado la Navidad por años.  Pero esta celebración se estaba haciendo tan popular que mucha gente comenzó a ir a iglesias católicas o anglicanas en busca de la experiencia navideña.  Esto llevó a que los protestantes también comenzaran a hacer servicios religiosos relacionados con esta fiesta popular.  Pero lo que en realidad popularizó más la Navidad fueron los regalos, y la avalancha de publicidad para comprarlos.  Tan pronto se acerca diciembre, es imposible evadir el tema en el mundo entero.  Ahora se celebra en familias que no creen en Cristo y en países que no son tradicionalmente cristianos, como Japón.  Muchos cristianos protestan que "se ha perdido la razón de la celebración"...pero, ¿realmente alguna vez lo fue? 

Hoy en día parecería que la Navidad se ha celebrado por siempre, y es extraño quien no lo hace.  Ya nadie piensa en sus orígenes, sino solamente en lo que se ha convertido. 

Pero últimamente ha surgido un movimiento que trae a la memoria los orígenes de la Navidad.  Actualmente, están tomando auge muchas sectas neo-paganas.  Ellas han resucitado la tradición de la Navidad en la forma de Yule y los Saturnales.  

En una ocasión le preguntaron a un seguidor de Wicca, religión neopagana, por qué razón él tenía un árbol de navidad en su casa y por qué celebraba la Navidad cuando esta fiesta era “cristiana”.  Él respondió: “No hay contradicción, porque la Navidad tiene orígenes paganos.  Yo estoy volviendo a mis raíces.  La pregunta es: ¿por qué la celebras tú?


En Resumen…
Hay mucha más información acerca de este tema, pero el propósito de estos artículos es servirles como un resumen.  Si les interesa este tema, les invito a investigar más.  El propósito de este blog no es hablar de fiestas paganas, sino de las Fiestas del Señor.  Pero consideré importante escribir sobre este tema para que estemos informados sobre lo que hacemos o dejemos de hacer. 


(Jeremías 10:1-7)  Oíd la palabra que el SEÑOR os habla, oh casa de Israel.  (2)  Así dice el Señor: El camino de las naciones no aprendáis, ni de las señales de los cielos os aterroricéis, aunque las naciones les tengan terror.  (3)  Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, lo trabajan las manos de un artífice con la azuela;  (4)  con plata y oro lo adornan, con clavos y martillos lo aseguran para que no se mueva.  (5)  Como los espantapájaros de un pepinar, sus ídolos no hablan; tienen que ser transportados, porque no andan. No les tengáis miedo, porque no pueden hacer ningún mal, ni tampoco hacer bien alguno.  (6)  No hay nadie como tú, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande es tu nombre en poderío.  (7)  ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque esto se te debe. Porque entre todos los sabios de las naciones, y en todos sus reinos, no hay nadie como tú.


sábado, 14 de diciembre de 2013

ORIGEN DE LA NAVIDAD III: Otras Costumbres

En las últimas publicaciones hemos estado hablando sobre el origen de la Navidad.  No sólo Roma y Babilonia contribuyeron a las tradiciones que se celebran en la Navidad.  También hay muchas costumbres escandinavas y germánicas que se han popularizado alrededor del mundo para esta celebración.

Yule
YULE
Así como los romanos antiguos, también los pueblos bárbaros del norte de Europa celebraban el solsticio de invierno.  Ellos realizaban una semana de fiesta conocida como “Yule”, basada en la mitología germánica y escandinava.  Esto se practicaba aún antes del nacimiento de Cristo, y mucho antes de que estos pueblos fueran cristianizados. 

La enciclopedia virtual Wikipedia la describe de la siguiente manera:
Yule constituía sobre todo una fiesta de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad, a los solsticios y a la familia. Era una festividad donde también se recordaba a los ancestros, los amigos ausentes.  La mesa donde se celebraba la fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los parientes fallecidos, priorizando la hospitalidad hacia los forasteros.”

Entre las tradiciones de Yule están las siguientes: 
Cortaban un tronco gigante de madera, y lo hacían arder por horas.  Luego las cenizas eran esparcidas por los campos para hacerlos fértiles.  Además del tronco que quemaban, también cortaban un árbol verde que ponían dentro de la casa.  Decoraban las casas con muérdagos y colocaban guirnaldas en las puertas de hogares para invocar poderes de fertilidad.

Para Yule, las familias nórdicas se reunían en sus casas, y permanecían despiertos toda la noche, hasta que saliera el sol.  Otros salían a recorrer el pueblo cantando.  En cada casa que pasaban, brindaban a la salud del árbol y lo mojaban con sidra y dejaban muffins sobre sus ramas.  Posteriormente, cuando estos pueblos se cristianizaron, pusieron manzanas en lugar de los panecillos, aduciendo que era el árbol del Jardín del Edén. 

Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre como el día del nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol verde, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el cristianismo al Norte de Europa.

El término Yule aún sobrevive en muchos villancicos (en inglés), y en el pastel confeccionado para esas fechas conocido como “Yule log” (tronco de Navidad).

REGALOS
Hoy en día, las actividades de la Navidad están muy enfocadas hacia los niños, y gira en torno a los regalos.  Ya habíamos mencionado que la costumbre de intercambiar regalos se remonta a los tiempos de los Saturnales.  Para justificarlo, la iglesia relacionó esta costumbre con los regalos que los sabios del Oriente llevaron a Jesús cuando nació.  Por ello, en algunos países los regalos no se dan en Navidad, sino en el “Día de los Reyes” (en enero).

Sin regalos, no hay Navidad.  Esto ha provocado un consumismo extremo a fin de año, que es muy alimentado por los comerciantes. El afán es tal que mucha gente no sólo gasta todo lo que tienen sino que se endeudan comprando regalos.  


SANTA CLAUS
caricatura de Santa (1863)
El personaje más famoso de la Navidad es Santa Claus, conocido también como “Papá Noel o San Nicolás”.  Es una figura mítica a quien se le atribuye la entrega de los regalos en la Navidad. 


La leyenda moderna de Santa Claus se remonta al año 1820.   Su imagen de un hombre regordete de barbas blancas, vestido de rojo con bordes blancos y un cinturón negro fue popularizada por una caricatura norteamericana (1863). 

Se cree que la creación de esta figura navideña fue inspirada por un personaje real llamado Nicolás, que vivió en Turquía.  Él venía de una familia adinerada, pero al morir sus padres repartió su herencia entre los pobres, y dedicó su vida a la iglesia.  Él llegó a convertirse en obispo, y fue conocido por ser muy generoso, especialmente con los niños.  Después de morir, fue reconocido como el santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia.

Por otro lado, hay un gran paralelo entre la figura de Santa Claus y el dios germánico Odin.  Se creía que durante la fiesta de Yule, el dios Odin salía a cazar, montado en un caballo con ocho patas.  Él cabalgaba por los cielos de forma similar a Santa Claus con sus venados.  Según la tradición germánica, los niños llenaban sus botas con zanahorias, heno y azúcar para alimentar al caballo de Odin.  Luego, el dios les dejaba regalos y dulces en sus botas.  Pero si los niños se portaban mal, un demonio que acompañaba a Odin raptaba a los niños y se los comía. 

La “mentira de Santa Claus”
Todos sabemos que la figura de Santa Claus es mítica.  No existe en realidad, sino sólo en la imaginación.  Todos sabemos esto…excepto los niños.

Algo muy preocupante sobre el tema de Santa Claus es la “mentira blanca” relacionada con este personaje. En las familias que celebran la Navidad, los padres les dicen a sus hijos que Santa Claus les trae los regalos, haciendo de él un héroe.  En los días previos o en el mismo día de la celebración, los padres llevan a sus hijos a tomarse la foto con Santa. 

La existencia de Santa Claus es una mentira socialmente aceptable, y universalmente defendida.  Quien se atreva a decir la verdad es atacado por los padres que han creado en las mentes de sus hijos una fantasía en torno a este personaje. 

Lo que no se ponen a pensar los padres es la desilusión que traen a sus hijos cuando ellos descubren la verdad.  Sin darse cuenta, los mismos padres están atentando contra su propia credibilidad ante sus hijos.  Los hijos no medirán la “buena intención” de los padres, sino que se preguntarán: “Si mis padres me mintieron en esto, ¿en qué más lo habrán hecho?  Y si ellos lo hicieron, también lo puedo hacer yo.” 

Esto es algo muy serio.  

Mañana saldrá publicada la última parte de este estudio sobre los orígenes de la Navidad…

viernes, 13 de diciembre de 2013

ORIGEN DE LA NAVIDAD II: Los Saturnales

Hoy en día, la fiesta de la Navidad evoca imágenes de regalos, luces, manjares y familia reunida.  ¿A quién no le gusta esto?  Se habla del “espíritu de la Navidad” como un sentir de “buena voluntad para todos”.  Esta es la imagen que se presenta hoy de la Navidad, pero su pasado es poco más sombrío.

¿Les sorprendería saber que las costumbres relacionadas con la Navidad se celebraban mucho tiempo antes del nacimiento de Cristo?  La Navidad se considera hoy como una fiesta “cristiana”, pero la realidad es que sus orígenes tienen más que ver con Babilonia, Grecia y Roma antiguos que con el pueblo de Dios y la Biblia.  Lo que hoy se celebra es una mezcla de la historia bíblica del nacimiento de Jesús con las costumbres paganas de fin de año. 

Mitra

Para el mitraismo, la religión persa de adoración al sol, su día más santo era el 25 de diciembre.  Ya pasado el solsticio de invierno, celebraban ese día como el “nacimiento del sol”.  Además de los sacrificios a Mitra, la fiesta iba acompañada de comida, bebida y regalos.   

Los romanos adoptaron esta tradición, pero cambiaron el nombre del dios a Saturno.  En honor de este dios, celebraban un festival de una semana al que denominaban “los Saturnales”.

LOS SATURNALES
Los romanos celebraban el festival de los Saturnales (latin, Saturnalia) del 17 al 24 de diciembre.  El 25 de diciembre era la culminación de la celebración en honor del “nacimiento del sol invencible” (lat. dies natalis solis invicti).  Habiendo pasado el solsticio de invierno, el momento en que el sol alcanza su punto más bajo, de allí en adelante los días comienzan a ser más largos. 

Los Saturnales se hacían en honor de Saturno, el dios del fuego y de los cultivos.  Para poder cultivar, se necesita de la luz y el calor del sol.  Por eso los romanos le rendían culto a Saturno en medio del invierno, para que regresara a calentar la tierra y hacerla fértil, y así pudieran ser prósperos el año próximo.  En su honor, encendían velas y antorchas. 

Otras culturas tienen este mismo dios, pero con otros nombres, tales como: Tammuz, Moloc, Baal, Kronos, Vulcan.  Algunos de ellos demandaban el sacrificio de los hijos.  En la mitología griega, Kronos se comía a sus hijos tan pronto nacían.  La Biblia hace referencia del sacrificio de niños a Moloc. 
(Jeremías 32:33-35)  Ellos me dieron la espalda, y no el rostro; aunque les enseñaba, enseñándoles una y otra vez, no escucharon ni aceptaron corrección,  (34)  sino que pusieron sus abominaciones en la casa que es llamada por mi nombre, profanándola.  (35)  Y edificaron los lugares altos de Baal que están en el valle de Ben-hinom, para hacer pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas en honor de Moloc, lo cual no les había mandado, ni me pasó por la mente que ellos cometieran esta abominación, para hacer que Judá pecara.

(Levítico 18:21)  Tampoco darás hijo tuyo para ofrecerlo a Moloc, ni profanarás el nombre de tu Dios; yo soy el SEÑOR.
(Levítico 20:1-5,7)  Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:  (2)  Dirás también a los hijos de Israel: "Cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros que residen en Israel, que dé alguno de sus hijos a Moloc, ciertamente se le dará muerte; el pueblo de la tierra lo matará a pedradas.  (3)  "Yo pondré mi rostro contra ese hombre y lo cortaré de entre su pueblo, porque ha dado de sus hijos a Moloc, contaminando así mi santuario y profanando mi santo nombre.  (4)  "Pero si el pueblo de la tierra cierra sus ojos con respecto a ese hombre, cuando él ofrezca alguno de sus hijos a Moloc, para no darle muerte,  (5)  entonces yo mismo pondré mi rostro contra ese hombre y contra su familia; y lo cortaré de entre su pueblo, a él y a todos los que con él se prostituyan, fornicando en pos de Moloc.  … Santificaos, pues, y sed santos, porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 

Los romanos no adoptaron el sacrificio de sus hijos.  Más bien, durante los Saturnales, dedicaban un día especial para los niños, conocido como “Juvenalia”.  En ese día, los niños salían disfrazados y hacían un desfile por la ciudad.  Se les daba regalos y se les permitía hacer lo que quisieran. 

¿Qué hacían los romanos durante las celebraciones de los Saturnales?

Satunales en Roma
Eran siete días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos. Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno, al pie de la colina del Capitolio, la zona religiosa de Roma.  Después se realizaba un banquete público al cual estaban invitados todos.  Se encendían luces y antorchas por todos lados, en honor de Saturno, dios del fuego.  Tradicionalmente se adornaban las casas con ramas verdes y luces para celebrar el año nuevo, y entre amigos y familiares se intercambiaban regalos, en especial para los niños y para los pobres.

Esta fiesta era muy popular entre los esclavos ya que durante esos días ellos recibían raciones extras, tiempo libre y otras prebendas.  Los esclavos eran frecuentemente liberados de sus labores y sus amos tomaban sus lugares. 

También durante esa semana grupos de artistas, cantores y bailarines salían por las calles e iban de casa en casa entreteniendo a los vecinos. 

Tradiciones asimiladas
Es interesante ver cómo estas tradiciones romanas paganas han trascendido el tiempo, y han sido asimiladas por nuestra cultura moderna.  Pero más impresionante es que las haya adoptado la iglesia cristiana.

En Roma, la festividad de los Saturnales era un tipo de carnaval invernal, que se prestaba para borracheras y orgías.  Tal vez por eso mismo se popularizó por toda Europa y fue adoptada por los bárbaros del norte.  Sin embargo, por muchos años, los puritanos y los puristas en Europa y Norte América prohibieron su celebración.  Pero en la Roma antigua, esta fiesta era muy popular.  Como la iglesia católica no pudo frenarla, decidió “cristianizarla” para atraer a las masas a su religión.  Siguieron el refrán: “Si no puedes contra ellos… únete a ellos”.  Esto es lo que se conoce como “sincretismo”. 

El diccionario define el sincretismo como: 
El intento de armonizar y conciliar corrientes de pensamiento o ideas diferentes.

Una enciclopedia define el sincretismo religioso como:
El proceso por el que se intenta superar una situación de crisis cultural producida por la colisión de dos o más tradiciones religiosas diferentes. Es un intento por conseguir que dos o más tradiciones culturales diferentes sean capaces de crear un ámbito de cohabitación en armonía. Es la mezcla de dos creencias formando una nueva. 

Pero, ¿qué habla la Biblia de esto?
(II Corintios 6:14-18)  No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?  (15)  ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo?  (16)  ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. (17)  Por tanto, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor; y no toquéis lo inmundo, y yo os recibiré.  (18)  Y yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

(Efesios 5:8-11)  porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz  (9)  (porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad),  (10)  examinando qué es lo que agrada al Señor.  (11)  Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas.

Lo que más me sorprende es que muchos cristianos no les importe este sincretismo con las costumbres paganas, pero por otro lado se opongan tanto a las fiestas bíblicas (a las que llaman “judías”, pero son realmente “del Señor”, tal como lo indica Levítico 23). ¡Es muy desconcertante!

Si debemos hablar claro, debes reconocer que la navidad no es una fiesta ordenada por Dios, sino que es una particular tradición de hombres.
(Marcos 7:8) Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.

jueves, 12 de diciembre de 2013

ORIGEN DE LA NAVIDAD I: Nativitas

¿Qué se celebra en la fiesta de la Navidad?
La palabra “Navidad” viene del latin “Nativitas” que significa: “nacimiento”.



Es la fiesta que celebra el nacimiento de Jesucristo.  Curiosamente, ya ha sido probado histórica y bíblicamente que Jesús no nació en diciembre, sino entre septiembre y octubre. 


FECHA DEL NACIMIENTO DE JESÚS
La Biblia no marca la fecha exacta del nacimiento de Jesús.  Tal vez el Señor no quería que le diéramos relevancia, a diferencia de Su muerte, que sabemos que es el 14 de Nisán, día de la Pascua, y Su resurrección fue el domingo de Primicias. 

Aunque no se sabe la fecha exacta de su nacimiento, se puede inferir en qué época fue aproximadamente, gracias a ciertos datos en las Escrituras. 

Por lo escrito en Lucas 1:5-14, se sabe en qué fechas aproximadamente fue concebido Juan el Bautista, ya que su padre Zacarías estaba sirviendo en el Templo en Jerusalén. Él pertenecía a la orden de sacerdotes a quienes les correspondía el octavo turno de servicio (I Cro. 24:7-19).  Por lo tanto, a Zacarías le correspondía servir en la semana del 8 al 14 del tercer mes del calendario hebreo (a inicios de junio).

En cuanto a Jesús, sabemos que nació seis meses después.
(Lucas 1:23-27)  Y cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.  (24)  Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo:  (25)  Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres.  (26)  Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,  (27)  a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.

(Lucas 1:34-37)  Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?  (35)  Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.  (36)  Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.  (37)  Porque ninguna cosa será imposible para Dios.

Por estos datos, se puede saber que Juan nació alrededor de la Fiesta de Pascua (marzo/abril), y Jesús nació seis meses después (septiembre/ octubre), precisamente cuando se celebra la Fiesta de los Tabernáculos.  

Si Jesús hubiera nacido en diciembre, no habría pastores ni ovejas al aire libre por el frío. Los pastores dejaban a las ovejas fuera de los establos durante todo el verano, hasta que comenzaban a caer las primeras lluvias en octubre. 
(Lucas 2:6-8)  Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.  (7)  Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.  (8)  En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche.

Si se sabe que Jesús nació en octubre, ¿por qué se celebra su nacimiento el 25 de diciembre?

EL 25 DE DICIEMBRE
El 25 de diciembre está relacionado con la Saturnalia romana, un festival durante la semana del solsticio de invierno en la cual celebraban el “nacimiento del dios-sol” (lat. Natalis Invicti Solis, lit. nacimiento del sol invencible). 

Esta era una fiesta pagana.  Pero la iglesia romana comenzó a mezclar muchas fiestas paganas con temas bíblicos con el objetivo de atraer a más gente al cristianismo, pues muchos no querían dejar sus costumbres y tradiciones paganas.  Por ello, el papa Julio I pidió en el año 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, el día en que culminaba el festival de Saturnalia.  En el año 529 d.C., el emperador Justiniano declaró la navidad como una fiesta cívica romana. 

Esta información no es secreta.  Se encuentra en cualquier enciclopedia o libro que trae de estos temas.  Ya muchos lo saben.  En las iglesias es conocido.  Aun así, la gente sigue empeñada en celebrar el nacimiento de Cristo en diciembre.  ¿Por qué?  Porque la razón de la Navidad es más que eso.  Porque la costumbre pesa más que la verdad.

Pero a nosotros nos interesa descubrir la verdad, y eso intentaremos hacer.  En las próximas publicaciones seguiremos comentando acerca del origen de la Navidad y sus costumbres…